En una masiva movilización, les enfermeres volvieron a reclamar frente a la Legislatura porteña por su integración a la ley 6.035 de Profesionales de la Salud. También exigieron salarios acordes a la categoría de “trabajadores esenciales” que les fue asignada desde el comienzo de la pandemia.
«¿Vas a pasar a mis colegas a la 6.035 Larreta?», dice el cartel que levanta un hombre pintado del Guasón, aunque el sudor le haya corrido el maquillaje de la frente. Atrás suyo aparece un ataúd de cartón escrito con fibrón negro “muere la enfermería por la indiferencia política, gremial, los medios de comunicación social y la baja calidad de la formación”. Algunos metros más adelante, una joven de ambo agita el micrófono en el centro de la ronda que se forma alrededor de un parlante: “no es justo que tengamos que embolsar a nuestros compañeros y colegas que han sufrido lo mismo que todos».
En la mañana de sol que inaugura octubre, cientos de enfermeros y enfermeras con ambos de diferentes colores marcharon desde el Congreso Nacional hasta la Legislatura porteña exigiendo su reconocimiento dentro de la ley 6.035 de Profesionales de la Salud. Como quedó en claro desde el día uno, los aplausos que porteños y porteñas desperdigaban desde balcones y ventanas a las nueve de la noche no servían más que para lavar culpas. Así, a más de seis meses de iniciada la cuarentena, les profesionales de la salud se encuentran cada vez más sobrecargados y vulnerables: al 6 de septiembre, se contabalizaron 8 mil profesionales de la salud diagnosticados con COVID-19, 5500 cursando la enfermedad y 98 fallecidos. Hace una semana, la Asociación de Licenciados en Enfermería relevó 84 enfermeres muertos durante las pandemia.
El principal reclamo de les enfermeres porteños es que se los integre a la ley 6.035 sancionada en 2018 en la Ciudad de Buenos Aires, que no reconoce la carrera de enfermería como una disciplina profesional. Además, exigen la apertura de paritarias, mejores condiciones sanitarias y un sueldo acorde a la categoría de “trabajadores esenciales” que les fue asignada desde el comienzo de la pandemia. “Estamos en primera línea, cubrimos la mayor parte del hospital pero no somos profesionales para el Gobierno de la Ciudad. Hoy por hoy estamos por debajo de la línea de la pobreza, así es imposible seguir. Estamos trabajando muchas horas por poco sueldo y por las horas extras nos pagan a razón de $50. Si bien los hospitales no están colapsados, siempre están llenos y nos dan los materiales para protección en cantidad pero no en calidad”, explicó a El Grito del Sur Margarita, licenciada en enfermería con especialización en vacunas del Hospital Tornú. Todes les manifestantes portaban barbijo, a diferencia de quienes concurrieron a las últimas marchas «anti-cuarentena».
En este momento, les enfermeres son considerados “personal técnico-administrativos” y cobran sueldos de entre 23 y 52 mil pesos con jornadas que oscilan las 36 y 40 horas semanales. Además aseguran que sus títulos de grado y de posgrado no son reconocidos, y exigen el paso a planta permanente de les contratades.
“La mayoría somos licenciados y tenemos posgrados, pero no nos reconocen en lo económico. Nosotros no hacemos tareas administrativas, atendemos a los pacientes, trabajamos con el corazón y no somos reconocidos”, agregó otra de las enfermeras.
“Desde Salta hasta Ushuaia los enfermeros cobran un sueldo miserable que no alcanza para la canasta básica”, contó indignada Ludmila, instrumentadora y licenciada en Enfermería del Hospital Gutiérrez. La especialista señaló además que los nosocomios están pasando una realidad compleja por las malas decisiones del Ejecutivo porteño. “El año pasado, la Ley de Salud Mental buscó unificar el (hospital neuropsiquiátrico) Moyano, el Borda y Tobar García para reducir las camas y eliminar espacios como salud de día y las internaciones. Ahora los tres tienen pabellones enteros de pacientes con COVID y los psicólogos, los psicoterapeutas y las asociaciones que realizaban actividades no pueden ingresar por el tema del distanciamiento”, aseguró.
La cuantiosa multitud llegó a la fachada totalmente vallada de la Legislatura porteña alrededor de las 14 horas. Molestos y a los gritos, volvieron a exigir una respuesta por parte del Jefe de Gobierno. Frente a este mismo edificio, hace una semana atrás, la Policía de la Ciudad reprimió a las y los enfermeros movilizados.
En la Ciudad de Buenos Aires existen dos proyectos de ley para que se integre a enfermeros y enfermeras a la ley 6.035. Ambos fueron presentados por legisladores de la oposición: Gabriel Solano (Partido Obrero) y Juan Manuel Valdés (Frente de Todos). Éste último acaba de presentar también una iniciativa para que se incluya a les enfermeres en la asignación extraordinaria de la ley 6.035. Por su parte, el legislador del Partido Obrero aseguró que es necesario que la nueva ley incluya no solo a los licenciados en enfermería, sino a todes les que la ejercen permitiendo que quienes no tienen título se formen en su propio horario de trabajo.
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