Los concejales oficialistas y de la oposición debatieron el proyecto que determina el cierre del vertedero en 13 meses.
Tras largos años de discusiones, Bariloche avanza hacia el cierre definitivo del basural ubicado en la ruta nacional 40. Los concejales de Juntos Somos Río Negro y de la oposición acordaron el traslado del sitio de disposición final en 13 meses, luego de los constantes reclamos de los vecinos que viven en barrios linderos y que padecen los recurrentes incendios.
Para el próximo martes, los concejales definieron convocar a la vicejefa de Gabinete Marcela González Abdala, junto a otros representantes del Ejecutivo Municipal.
«Se establece un límite para darle certidumbre a los vecinos, para que sepan hasta cuándo tienen que soportar esta tragedia ambiental que implica un basurero a cielo abierto en una ciudad como la nuestra», argumentó el concejal de Podemos, Pablo Chamatrópulos.
Definió como «razonable» el plazo de un año para que el Ejecutivo disponga el cierre del vertedero. «No es un cierre intempestivo. Hablamos de diciembre del año próximo. También se le exige al ejecutivo que informe la solución que se le va a dar. Se llega a esta situación después de muchos años de no tener una solución. Es inevitable hacer mención a los siete años de gestión de la actual administración, sin cargar tintas políticas», indicó.
Chamatrópulos destacó que la concejal Julieta Wallace fue la autora del proyecto de cierre definitivo que, a su vez, invitó a concejales de otros partidos a formar parte de la iniciativa. «Habla de un compromiso de las fuerzas políticas«, subrayó.
El concejal del Partido Unión y Libertad, Gerardo Del Río, presidió la comisión de Gobierno y Servicios y resaltó la importancia de avanzar en una «solución definitiva«. «Están dadas las condiciones ya que la situación no da para más. El vertedero no puede funcionar de la forma en que funciona hoy. Quedó inmerso en todos los barrios del sur«, dijo.
Más allá del traslado del sitio de disposición final de residuos, el proyecto determina la necesidad de que el predio actual sea «remediado y parquizado». «Esas instalaciones quedarán destinadas al recupero, la clasificación y comercialización de residuos sólidos urbanos», leyó Del Río.
La iniciativa establece que el Ejecutivo tendrá 60 días a partir de la promulgación de la ordenanza para elevar un informe al Concejo Municipal sobre las alternativas de localización del nuevo sitio de disposición final. A su vez, el Concejo deberá resolver por la más adecuada en una plazo máximo de 90 días. Finalmente, el Ejecutivo tendrá 180 días desde la promulgación para iniciar las obras de adecuación del nuevo sitio de disposición final.
Según el proyecto, el gobierno municipal podrá buscar alternativas de financiamiento pública o privada, gestionar adelantos de coparticipación -con autorización del Concejo Municipal- o gestionar «cualquier otra forma de financiamiento que permita cumplir con los objetivos de la ordenanza».
A su turno, el concejal de Juntos Somos Río Negro, Carlos Sanchez, aclaró que el vertedero «no es un tema que murió o está fuera de agenda». Insistió en la necesidad de buscar otro espacio en el corto plazo y aseguró que «va a ser fácil ponernos de acuerdo«.
El concejal oficialista recordó también que durante el primer gobierno de Gustavo Gennuso, las gestiones «no dieron los resultados esperados. En la segunda gestión hubo una intención más fuerte de intervención». Puso como ejemplo el proyecto «con un pliego de licitación para el manejo de los residuos sólidos urbanos, a través de la recuperación, su tratamiento y lograr un porcentaje alto de recuperación y generación de energía, a través de residuos orgánicos y húmedos».
Admitió que, en la búsqueda de soluciones, cambió el rumbo del proyecto. «Lo dijo el intendente cuando se hizo presente en el Concejo Municipal y ya lo había anticipado Eduardo Garza: dijo que no era el lugar, que no podía ser que el destino final de residuos. En su momento, cuando se pensó, no se sabía que la ciudad iba a crecer tanto», agregó.
Recordó que Gennuso propuso dos lotes a donde podría trasladarse el sitio de disposición final de residuos a fin de «dejar de incomodar a los barrios aledaños al vertedero». Valoró los «plazos de cumplimiento y la definición de metas», pero advirtió la necesidad de saber «si esos tiempos son de posible cumplimiento«. Manifestó la necesidad de ser cuidadosos para «no poner un sitio de disposición final donde en un futuro, pueda haber nuevos barrios».
Otro concejal del oficialismo, Gerardo Ávila, insistió con la necesidad de evaluar detalladamente los plazos para evitar que «el procedimiento se termine frustrando”. “Si esto se vota en noviembre o diciembre, en febrero tendría que estar el informe; para junio, el Concejo tendría que sancionar algo para implementar el cierre del basural y, entre julio y diciembre ya debería estar aplicado. Hay que tener en cuenta que la nieve puede complejizar la situación. Estamos llevando a dictamen algo y hay que ser responsables en buscarle una vuelta de redacción”.
Comentá la nota