Jorge Capitanich mantuvo varias reuniones para iniciar una gestión que, según su entorno, hará eje en aspectos económicos. En la quinta de Olivos, junto a la Presidenta, comenzó a definir su equipo de colaboradores.
La “profundización del modelo”, el “diálogo con todos los sectores” y fortalecer el rol del Estado como “regulador” de la sociedad ante los “intereses corporativos” serán los ejes del rol que le asignó Fernández de Kirchner, explicó Capitanich a primera hora.
Según el flamante funcionario, los “objetivos a cumplir” planteados por Cristina Fernández pasan por “generar crecimiento económico, oportunidades de empleo, condiciones para la inversión pública y privada, certidumbre y previsibilidad, y preservar el poder adquisitivo del salario”, a través de políticas delineadas por la jefa de Estado.
“El objetivo ahora es lo que nos instruyó nuestra Presidenta: cumplir metas de gobierno con la multiplicidad de instrumentos disponibles, sin grandilocuencias, sino con mucha acción y eficacia en la acción territorial”, planteó el jefe de Gabinete, quien descartó “anuncios grandilocuentes de planes económicos” en favor de “una política económica muy coherente desde el punto de vista fiscal, monetario y cambiario, en la que se utilizarán instrumentos y acciones concretas que se irán viendo a través del tiempo”, para “generar condiciones de previsibilidad y estímulo a la producción nacional, a la sustitución de importaciones, al trabajo y al incremento del flujo de divisas”.
En ese sentido, destacó que “el Estado debe tener capacidad regulatoria para gobernar para todos” frente a “los intereses corporativos de cualquier naturaleza, sean económicos o financieros que, en definitiva, lo que pretenden es defender sus propios intereses”, para lo que el Gobierno realizará “una evaluación muy detallada” de cada cadena de valor “a los efectos de que no haya ningún vivo o par de vivos que se apropien del excedente ajeno” y luego generar “estímulos para producir más y mejor, y que el productor tenga la compensación necesaria, pero que el consumidor pague un precio justo”.
Más tarde, Capitanich recibió a las principales figuras del nuevo equipo económico, encabezado por el ministro Axel Kicillof y el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega. El titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada, formó parte de esas conversaciones. Otro ministro pasó por su despacho: el de Salud, Juan Manzur, cuyo futuro al frente de esa cartera es incierto, ya que debería asumir una banca en el Congreso. Cerca del jefe de Gabinete aclaraban que en el encuentro se discutió de “política” y de “territorio” y no de cuestiones propias a su ministerio, por lo que no puede leerse la reunión como una confirmación del tucumano en su cartera.
Con un temario similar se encontraron dos gobernadores: el misionero Maurice Closs y el chubutense Martín Buzzi. En los próximos días, Capitanich mantendrá encuentros análogos con otros mandatarios provinciales, con la intención de abrir “una agenda bilateral que incluya desde la seguridad pública hasta el desarrollo productivo”. Por su parte, con los referentes oficialistas en el Congreso, Julián Domínguez, Miguel Angel Pichetto y Juliana Di Tullio, acordó mantener una relación fluida y anticipó reuniones con todos los bloques, incluso los opositores.
Todavía le queda pendiente a Capitanich definir su equipo de trabajo, y la toma de juramento quedaría pospuesta hasta después del fin de semana. Mientras que el puesto de vicejefe de Gabinete será para Carlos Sánchez, un funcionario de AFIP que trabajó junto al Coqui durante su paso en 2002 por el gabinete de Eduardo Duhalde, habrá también un lugar en el organigrama para el legislador chaqueño del Frente Grande Fabricio Bolatti. El actual ministro de Planificación de esa provincia, Raúl Codutti, podría viajar para sumarse al equipo ahora o permanecer en su provincia durante unos meses más para continuar con la transición antes de mudarse a Buenos Aires.
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