El gobierno provincial publicó el llamado a licitación. La obra, que quedó al 46% de avance, tendrá un plazo de ejecución de 540 días.
El gobierno provincial publicó esta semana el llamado a licitación pública para la obra de terminación del nuevo hospital de alta complejidad en Santa Rosa con un presupuesto oficial de 613 millones de pesos. El sobre con la oferta económica de las empresas interesadas se entregará a las 10 horas del 28 de abril.
Según se publicó en el Boletín Oficial, la obra tiene un presupuesto oficial de 613.823.278,41 pesos y un plazo de ejecución de 540 días corridos. La capacidad de contratación anual requerida es de 409.215.518,94 pesos, el monto de garantía de oferta de 6.138.232,79 pesos. Las empresas tiene que abonar 50.000 pesos para retirar el pliego de la Dirección General de Obras Públicas hasta cinco días hábiles antes de la apertura de la licitación. Los oferentes deben estar inscriptos en el Registro permanente de Licitadores dependiente del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de La Pampa.
En diciembre, el gobernador había autorizado a llamar a una licitación para terminar con el 54% de lo que resta del nuevo centro de salud. Ahora se publicó la licitación.
La UTE originalmente a cargo de la obra, iniciada en el Gobierno de Oscar Jorge, estaba conformada por las empresas Eleprint, Iaco Construcciones, Tecma y Iaco Construcciones . La obra se adjudicó en febrero de 2014 por un monto de $ 335.437.233 (a valores del mes de noviembre de 2013) y el plazo original de ejecución era de 700 días corridos
El 5 de julio del año pasado el gobernador Carlos Verna firmó el decreto Nº 1704 /16, por el cual se dispuso rescindir el contrato de la obra por los incumplimientos contractual de la contratista y los atrasos en las tareas. De la documentación de la obra surgió que las falencias constructivas se vieron reflejadas a lo largo de toda la obra, y que sólo pudieron cumplir con los plazos de obra estipulados contractualmente cuando el avance mensual se preveía en 3% promedio, y por el contrario, cuando los planes de trabajo presentados por esa misma contratista estipularon un avance superior al 3% mensual, evidenciaron una falta de capacidad para poder cumplir con lo establecido.
La obra tenía previsto como plazo de finalización el 7 de junio del año pasado, y al mes de mayo se encontraba con un avance físico acumulado real del 46,57%, lo que necesariamente derivó en el incumplimiento de su ejecución en el plazo contractual convenido, por responsabilidad de la contratista.
La empresa intentó justificar su incumplimiento contractual excusando que se había producido porque las devaluaciones del mes de enero de 2014 y de diciembre de 2015 habían producido un quebranto en la ecuación económica del contrato. Sin embargo, el gobierno determinó que la devaluación del año 2014 se produjo antes de que la obra fuera adjudicada, inclusive antes de la firma contrato de obra pública el 26 de febrero de 2014. “Con ello, la pretendida causal de quebranto del contrato se produjo con anterioridad a que la contratista asumiera a sabiendas y voluntariamente sus obligaciones contractuales, por lo que se desvirtúa totalmente esta hipótesis”, fundamentó en el decreto.
En las explicaciones se expresó que inclusive, con fecha 30 de junio de 2015, se le otorgó una ampliación de plazo de 109 días corridos y se formalizó un nuevo contrato a esos fines, y en ese convenio de partes, la empresa no requirió ni dejó expresada la necesidad de modificar el monto de la obra, aunque sí renunció expresamente a “… cualquier reclamo por gasto improductivo general por la tramitación de plazo contractual”.
Respecto de la devaluación del mes de diciembre de 2015, a ese momento la empresa llevada un avance físico de obra del 37.84%, cuando debería haber llevado según el Plan de Trabajos Original un 87.17%. Según el decreto de rescisión, la tendencia constructiva de la obra anterior y posterior al mes de diciembre de 2015 no reflejó ningún cambio luego de la devaluación de diciembre de 2015, es más, se mantuvo la proyección negativa de curva de trabajo, del modo que se veía produciendo con anterioridad a ese hecho, situaciones todas que acreditan la responsabilidad de la empresa en el incumplimiento del contrato oportunamente suscripto con el Estado Provincial.
Es una obra de 22.500 metros cuadrados de superficie, de dos plantas, más las instalaciones de servicio en las terrazas, al norte del Hospital Lucio Molas. La obra es complementada con una nueva Subestación Transformadora. Contará con 180 camas de internación con los distintos servicios y está diseñada para que el frente que da a la calle Raúl B. Díaz tenga una rotonda interna que da al predio del hospital, lo cual hace que tanto los micros de línea como taxis o remises van a poder ingresar al predio del establecimiento y dejar a la gente allí, evitando la peligrosidad de cruzar una calle de gran tránsito.
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