La administración de Mauricio Macri ya tiene asegurados al menos unos 40 votos para sancionar este miércoles en el Senado el controvertido presupuesto 2019 y el paquete legislativo con el que intentará compensar a las provincias por el ajuste fiscal.
Sin embargo, todas las miradas estarán puestas en Miguel Pichetto (Río Negro) y su capacidad para mantener la unidad de un Bloque Justicialista sometido a la cada vez más feroz interna peronista.
Con el kirchnerismo fogoneando en las sombras una rebelión interna para propinarle un fuerte golpe político a uno de sus principales detractores dentro del PJ , el rionegrino tendrá esta semana el que tal vez será el desafío más duro desde que llegó a la jefatura de la bancada peronista, hace casi 16 años atrás.
La vara para medir este round será la cantidad de senadores que apoyen a Pichetto y su prédica de colaborar con el Gobierno, a cambio de conseguir concesiones para las provincias gobernadas por el peronismo, aún a pesar de reconocer que la situación de "emergencia" que vive el país es en gran medida responsabilidad de la mala praxis económica de la gestión macrista.
Los números por el momento no son muy favorables para Pichetto. Hoy por hoy, unos 12 senadores del interbloque Argentina Federal (Justicialistas más peronistas de La Pampa y Chubut) votarían el presupuesto. Es apenas la mitad de los 24 miembros del conglomerado peronista que conduce el rionegrino.
El Poder Ejecutivo tomó nota de esta situación y esta semana volvió a activar las negociaciones con los mandatarios provinciales peronistas para tratar de reducir al mínimo posible el descontento peronista.
Al frente de esas conversaciones, como lo hiciera cuando el presupuesto se votó en Diputados, estuvo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio , quien en la última semana mantuvo reuniones con varios gobernadores, como Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Domingo Peppo (Chaco), para satisfacer sus reclamos de fondos y obras públicas y de supuestas promesas incumplidas por parte del Poder Ejecutivo.
Es que en algunos despachos del Gobierno perciben que en el partido aparte que jugará el peronismo en el debate del presupuesto en el recinto del Senado se juega mucho más que la estabilidad política de Pichetto como líder de la principal bancada de oposición. "En juego están dos estilos de oposición: la racional y dispuesta a sentarse a negociar y la radicalizada que encarna el kirchnerismo, que apuesta al viejo y ya conocido apotegma del cuanto peor, mejor", admitió un vocero con despacho en la Casa Rosada.
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La tensión que vive el PJ en el Senado quedó al desnudo de manera descarnada la semana pasada, cuando Pichetto debió soportar, con la comisión de Presupuesto y Hacienda como escenario y Frigerio como invitado de lujo; la rebelión pública de José Mayans, vicepresidente de su bancada y hombre del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
"No hables en nombre del bloque porque no todos estamos de acuerdo con apoyar este presupuesto que blanquea el endeudamiento al que nos somete este Gobierno", se indignó Mayans, fuera de micrófono, interrumpiendo a Pichetto mientras justificaba en las ventajas que había obtenido para las provincias peronistas su apoyo al presupuesto de ajuste fiscal que impulsa el Gobierno.
"Yo soy dueño de mis palabras, yo hablo por mí", replicó un Pichetto que, de manera proporcional a los gritos de Mayans, fue levantando temperatura. "Lo que pasa es que algunos gobernadores se compraron el traje cubano de la revolución", agregó el rionegrino en clara dirección a Insfrán, cuya mano ve detrás de los ataques públicos y cada vez más virulentos del senador por Formosa.
La intervención de Mayans descolocó a más de un senador peronista. "Pareció sobreactuado", comentó a este diario un veterano legislador del centro del país, coincidiendo con la reprimenda con la que Esteban Bullrich (Pro-Buenos Aires) intentó callar al formoseño. "Deje de actuar", le espetó el presidente de Presupuesto y Hacienda en el momento más escandaloso de la reunión.
Sin embargo, más allá de las negociaciones del Gobierno y de si los modos de Mayans transparentan un clima de genuino malestar dentro del peronismo, Pichetto tendrá que ajustar su estrategia para sumar voluntades en los días que quedan hasta el miércoles.
Por el momento, conseguir el apoyo de una docena de senadores parece un resultado bastante pobre y podría poner en peligro la estabilidad de una bancada que se encuentra sometida a tanta tensión política que cada vez puede disimular menos los crujidos de fractura.
Operativo para evitar nuevos incidentes
La vicepresidenta Gabriela Michetti convocó a sesión para tratar el presupuesto para las 14 del miércoles y definió medidas para evitar que se repitan los incidentes que rodearon la sesión en Diputados.Además del operativo de las fuerzas de seguridad en las calles aledañas al Congreso, se entregarán acreditaciones especiales para quienes pretenden ingresar a la Cámara alta para presenciar la sesión.
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