La Tecla Patagonia te cuenta los principales trabajos inicialmente contemplados por el Ejecutivo Nacional en la región para el año que viene y cuáles son las obras que se dejaron afuera de presentaciones anterior.
A mediados de septiembre, el presidente Javier Milei presentó ante el Congreso el Presupuesto Nacional para el año 2025, con el claro objetivo de alcanzar el déficit fiscal cero. Este anuncio llegó en un contexto donde ya se había implementado una suspensión casi total de la obra pública al inicio de su mandato, generando expectativas de que los trabajos previstos para el año próximo serían significativamente menores.
Como era de esperarse, la cantidad de obras proyectadas para 2025 en las provincias patagónicas sufrió una reducción drástica, con un promedio de supresión de aproximadamente dos tercios de los proyectos en relación con presupuestos anteriores. La región, que históricamente estuvo beneficiaria de grandes inversiones en infraestructura, se enfrenta ahora a un panorama de ajuste severo que deja a muchas de sus necesidades básicas sin cubrir en el corto plazo.
Neuquén
En la provincia de Neuquén, las obras contempladas en el presupuesto 2025 son notoriamente limitadas en comparación con los años anteriores. Entre las más relevantes se encuentra la Autopista de la Ruta Nacional N° 22, que abarca el tramo Chichinales-Arroyito, una vía crucial para la conexión entre las principales localidades neuquinas y las rutas nacionales que atraviesan la región. Esta obra tiene una asignación de $754 millones, una cifra importante pero que palidece frente a lo que se invertía en infraestructura vial en ejercicios anteriores. Otra obra destacada es la construcción del Puente La Rinconada sobre el Río Collón Curá, cuya partida es de $603 millones, cuya construcción inició en 2006 y hasta el momento no se ha concluido. También proyectó la conservación mejorativa de las Rutas Nacionales 237 y 40, dos arterias estratégicas que conectan Neuquén con el resto de la Patagonia, con una partida de apenas $20 millones, lo que refleja una inversión insuficiente frente al deterioro de estas vías por el creciente tráfico y las condiciones climáticas de la región.
Sin embargo, quizás la obra más significativa contemplada en el presupuesto 2025 para Neuquén es la construcción del Sistema de Agua Potable para la localidad de Junín de los Andes, que cuenta con una partida de $2.120 millones. Además, se prevé un monto de $300 millones para el mantenimiento de obras de arte en el 12° Distrito, así como otros $300 millones para la red de mantenimiento del 12° Distrito Malla A (M12A), lo que incluye trabajos de seguridad vial y mantenimiento en rutas claves. En comparación con el presupuesto 2024, que no fue aprobado por el Congreso pero proyectaba una mayor cantidad de inversiones, las partidas de 2025 parecen insuficientes para las necesidades de la provincia.
En ese marco, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, subrayó que muchas obras de infraestructura, paralizadas por la Nación, han sido continuadas con fondos propios de la provincia. "Nosotros no buscamos cerrar el grifo, sino reordenar el Estado para dejarlo abierto", señaló, haciendo hincapié en la necesidad de monetizar activos y continuar invirtiendo en educación, salud y seguridad.
Dentro del Presupuesto además aparece un aval para que Neuquén pueda tomar un préstamo de 20 millones de dólares para la finalización y puesta en marcha del Proyecto Multipropósito Nahueve “Ing. Pedro Salvatori”, cuyas estimaciones señalan que resta solamente un 10% de la obra.
Chubut
En la provincia de Chubut, la reducción de obras públicas para 2025 es igualmente alarmante. Una de las pocas inversiones significativas es la construcción de muelles en el Parque Nacional Lago Puelo, destinada a mejorar la infraestructura turística de la región, con una partida de $1.019 millones. Si bien esta obra apunta a fomentar el turismo, un sector clave para la economía de la provincia, el monto asignado es considerablemente menor en comparación con lo previsto en años anteriores para otras áreas de infraestructura crítica. En 2025, también se prevé el mantenimiento de obras de arte en el 13° Distrito y la red de mantenimiento del 13° Distrito Malla A (M13A), ambas con partidas de $300 millones. Estas obras buscan asegurar la seguridad vial en las rutas provinciales, pero no contemplan la expansión o mejora significativa de la red vial chubutense.
Una de las inversiones más importantes que se mantiene es la recuperación y mantenimiento de la Ruta Nacional 40, con una asignación de $3.840 millones, lo que representa una de las mayores partidas dentro del presupuesto de obra pública para la provincia. Además, se proyecta la construcción de un Nodo de Cuidados en Red en Trelew, con un presupuesto más modesto de $38 millones. A pesar de la inclusión de estas obras, los proyectos más ambiciosos, como la terminación de la autovía Rada Tilly-Caleta Olivia y el recambio de cañerías del Acueducto del Lago Musters, no fueron contemplados en el presupuesto 2025. Este hecho generó una fuerte reacción por parte del gobernador Ignacio Torres, quien ha exigido al gobierno nacional que estas obras sean incluidas en las negociaciones finales del presupuesto.
Río Negro
En Río Negro, la situación no es mejor. El presupuesto 2025 contempla la pavimentación de la Ruta Nacional 23, con una partida de $643 millones. Esta ruta es esencial para el transporte de productos y personas, sobre todo en una provincia donde la geografía montañosa y los rigores del clima hacen que las vías pavimentadas sean un recurso estratégico. Otra obra de gran relevancia es la readecuación del Centro Atómico Bariloche, con una inversión de $842 millones, una de las pocas obras vinculadas al desarrollo científico y tecnológico en la región patagónica. Asimismo, se destinarán $650 millones para la conservación mejorativa de la Ruta Nacional 40, que atraviesa la provincia de norte a sur y es fundamental para la conectividad interprovincial.
En ese sentido, uno de los proyectos más importantes es la construcción de una Planta Piloto para la Producción de Electrolitos de Baterías de Ion-Litio en Pilcaniyeu, con una inversión total de $5.523 millones.
Otras partidas incluyen $300 millones para el mantenimiento de obras de arte en el 20° Distrito y la construcción del Nodo de Cuidados en Red en Cipolletti, con $38 millones. Sin embargo, el ajuste en Río Negro es visible al comparar estas inversiones con las que estaban previstas en el presupuesto 2024. Sobre esa línea, el gobernador Alberto Weretilneck advirtió que las provincias deberán asumir muchas de las responsabilidades que antes eran cubiertas por el Estado Nacional, como los subsidios al transporte y los aportes para obras de infraestructura clave. “Vamos hacia una gran crisis si no logramos financiamiento externo", aseguró, mencionando la necesidad de recurrir a instituciones multilaterales como la CAF y el Banco Mundial para compensar el retiro del Estado nacional.
Santa Cruz
En Santa Cruz, la provincia patagónica que recibe la mayor inversión en 2025, las partidas se concentran en dos grandes obras. Por un lado, se destinarán $635.000 millones para el apoyo a la construcción de las represas hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, Cóndor Cliff y La Barrancosa, uno de los proyectos energéticos más importantes del país. Por otro lado, se asignarán $15.614 millones para la construcción de obras menores en la Autopista RN 3, en el tramo entre Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia.
A pesar de estas inversiones, el ajuste también es evidente en Santa Cruz, donde obras importantes proyectadas en 2024, como la construcción de un Polideportivo en Caleta Olivia, con una partida de $2.347 millones, fue eliminada del plan para 2025. Además, otras inversiones en infraestructura eléctrica y vial, que habían sido negociadas en el presupuesto anterior, no fueron contempladas este año. El gobernador Vidal destacó que, a pesar de las dificultades presupuestarias, la provincia también logró la inclusión de YCRT. Sin embargo, en concordancia con sus pares sureños, Vidal también expresó su preocupación por la falta de inversiones en otras áreas críticas, como la infraestructura sanitaria.
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