El canciller británico Johnson dijo que al Kremlin le quedan dos opciones: estar del lado de Siria o trabajar con el resto del mundo para encontrar una solución política para ese país. Lo dijo en la reunión del G-7.
Estados Unidos y el Reino Unido aúnan esfuerzos para mantener una posición de unidad en el G-7 sobre el conflicto en Siria. El ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, dijo que el encuentro de ministros de Exteriores del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Canadá), que comenzó ayer en Italia, discutirá sobre la imposición de sanciones contra el gobierno de Bashar Al Assad y Rusia. El funcionario británico señaló además que a Rusia le quedan dos opciones: estar del lado de Damasco o trabajar con el resto del mundo para encontrar una solución política para la República Arabe. Las declaraciones de Johnson llegaron luego del encuentro que mantuvo con el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, con quien se reunió al margen de la cita de ministros del G-7.
La cumbre de ministros que culmina hoy en la ciudad italiana de Lucca reúne al secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, a sus homólogos de Italia, Angelino Alfano; Alemania, Gabriel Sigmar; Francia, Jean Marc Ayrault; Reino Unido, Boris Johnson; Japón, Fumio Kishida; y Canadá, Chrystia Freeland; y a la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, la italiana Federica Mogherini. Los ocho funcionarios de exteriores celebraron una primera jornada de trabajo que comenzó a primera hora de la tarde de ayer, con una sesión de análisis a la que siguió una foto de familia, una visita turística por el centro de la ciudad toscana y luego una cena.
Las conversaciones fueron a puertas cerradas y versaron especialmente sobre Siria, donde desde el inicio de la guerra en 2011 murieron más de 320.000 personas, según los cálculos más conservadores, y más de 12 millones dejaron sus hogares. La crisis en Siria preocupa a los países del G-7, que también mostraron preocupación por la relación estrecha entre el Kremlin y Damasco, especialmente después del supuesto ataque químico del 4 de abril del gobierno sirio, que fue contestado por Estados Unidos con el bombardeo con misiles de crucero Tomahawk sobre una base militar siria. “El apoyo de Rusia al régimen de Bashar Al Assad centra las conversaciones de estos días”, confirmó el ministro de Reino Unido en Twitter.
A primera hora de ayer, los jefes de la diplomacia de Italia, la UE y el secretario de Estado norteamericano visitaron el mausoleo erigido en memoria de los crímenes cometidos por los nazis en la masacre de Santa Ana de Stazzema, localidad situada en la provincia de Lucca, donde murieron más de medio millar de personas en 1944. Durante la visita, Tillerson afirmó que Estados Unidos pedirá responsabilidades a todos aquellos estados que causen “daños a inocentes” en cualquier parte del mundo y culpó a Rusia de nuevo por no evitar el supuesto ataque químico del régimen sirio que causó la muerte de al menos 87 personas.
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