La secretaria General cree que la declaración sobre Francia fue un acto deliberado para torpedear el viaje de Javier Milei a París. Y en el Gobierno redoblaron las críticas, mientras la vicepresidente mantuvo el bajo perfil en Catamarca, una provincia peronista
Por Facundo Chaves
Cuando a las 19:50 del jueves Infobae recibió la confirmación de que la secretaria General, Karina Milei, había ido de urgencia a pedir disculpas a la Embajada de Francia por la acusación de “país colonialista” lanzada por Victoria Villarruel, la relación política con Javier Milei ya estaba, otra vez, lastimada. La del presidente y su vice es una sociedad inestable, donde cada tanto reaparece la desconfianza. Más allá de las diferencias que existen entre ambos, admitidas por el propio jefe de Estado, lo que está latente es la sospecha de que hay, en el fondo, mala intención en algunas de las acciones de la titular del Senado.
El propio Milei habló sin medias tintas del episodio: “No fue un tuit feliz. No podés, por una cuestión deportiva, generar un quilombo institucional en términos diplomáticos. Pero, ya está, ya lo arregló Kari (...) No podés hacer esa mezcla. Ya está, cosas que pasan... Nosotros tenemos diferencias, ¿cuál es el problema? Sigamos para adelante. ¿Qué, le tengo que contar las costillas? Seguramente hay cosas que yo hago que a ella no le gustan. En el 95% de las cosas vamos para el mismo lado”, le dijo a su amigo Alejandro Fantino, en la charla de dos horas que transmitió por Youtube.
Aunque Javier Milei pareció querer poner paños fríos y dar por superado el episodio, la andanada de críticas contra Villarruel no se detuvieron. Reapareció el recelo que se remonta a fines de noviembre pasado -cuando todavía el gobierno libertario no había asumido- y este medio publicó por primera vez que había en el seno del oficialismo la sospecha de una traición. Ese recelo inicial, lejos de disiparse, reaparece de manera crónica cada tanto.
Hasta hace un mes, cuando al presidente se le preguntaba por su relación con la vicepresidente, la respuesta era inequívoca: “Con Victoria todo bien”. Pero después de eso se acumularon desencuentros: desde el freno a los ascensos militares que propuso el Gobierno, al faltazo al Pacto de Mayo y, ahora, el posteo en la red X sobre Francia.
¿Pero qué generó tanta bronca? La interpretación que hay en el Gobierno es que la Vicepresidente publicó ese tuit agresivo contra Francia con el objetivo de complicarle el viaje de Milei a París, donde tiene previsto no sólo participar el viernes próximo de la espectacular ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos -habrá una fiesta con desfile náutico por el Sena- sino también mantener una reunión con el presidente anfitrión, Emmanuel Macron.
Macron representa a una de las economías de mayor peso en Europa y en el mundo y en el jefe de Estado que tiene influencia en tres instituciones que son clave para la Argentina: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Club de París.
Según la versión que dio el Gobierno, en la prensa y el gobierno galo había caído pésima la defensa que hizo Villarruel de Enzo Fernández, el volante de la Selección que transmitió un vivo donde se escuchó un canto racista y homofóbico contra los jugadores franceses. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la Argentinidad”, expresó Villarruel en su cuenta de la red social X.
“Fue a propósito. Fue un tiro de ella que logramos desactivar”, dijeron a Infobae el sábado funcionarios de la Casa Rosada que tuvieron diálogo en las últimas horas tanto con el Presidente como con Karina Milei. La frase expone lo que hay en el seno del oficialismo: la sospecha de que algunas acciones de Victoria Villarruel buscan dañar al presidente.
Del lado de Victoria Villarruel hay un calculado silencio. Mientras mantiene fijado en su cuenta el posteo que generó la controversia, se mostró en Catamarca junto al gobernador peronista Raúl Jalil, uno de los dos mandatarios electos por el PJ que mejor sintonía tienen con la Casa Rosada. Seguirá allí hasta el martes para descansar y hacer turismo y participará de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, donde nadie descarta que tenga alguna declaración al pasar sobre los cortocircuitos con el Presidente. Como cuando habló en una entrevista de su relación con Karina Milei y el Presidente y lanzó la frase del “jamoncito”.
Lo cierto es que después de que estalló la interna, desde su entorno aclararon que “no la llamaron de la Embajada Francia, ni recibió ninguna queja”, y buscaron bajarle los decibeles. Además, negaban cualquier intención aviesa para complicar el viaje presidencial a la inauguración de los Juegos Olímpicos en París o la reunión con Macron, un mandatario que tiene pésima relación con Giorgia Meloni, la premier con quien mejor se lleva Milei.
Igual, se sorprendieron por la agresividad que recibieron no sólo de los seguidores libertarios de las redes sociales sino también desde las entrañas del gobierno. Entienden que hay sectores interesados en profundizar las diferencias y esperan qué decisión va a tomar la Vicepresidente, que tiene previsto reanudar sus actividades el miércoles en el Senado. Allí se acumulan temas de interés para el gobierno de Milei y donde el equilibrio de fuerzas puede desempatarse con un simple acto administrativo.
La Vicepresidente ya mostró que puede ser un dique contra los intentos de los kirchneristas por derrotar al Gobierno o hacer valer el reglamento de la Cámara alta. Por las dudas, avisan: “El Senado es un poder independiente y los poderes se necesitan unos a otros”.
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