Afuera hacían varios grados bajo cero, pero adentro del obispado de esta ciudad, un recinto pequeño y caluroso, la presidenta Cristina Kirchner calentó el ambiente. Durante el acto de firma de adjudicación para la construcción de las represas Néstor Kirchner y José Cepernic, aseguró que el polémico proceso de licitación tuvo una "absoluta transparencia", luego de dos intentos frustrados en 2008 y 2010, por falta de financiamiento.
Tanto la Presidenta, como en la cartera de De Vido y en el grupo ganador, Electroingeniería, de Gerardo Ferreyra, cercano al Gobierno, aseguran que las dos empresas ganadoras previamente no contaron con el financiamiento adecuado.
La relación de Ferreyra con el secretario legal y Técnico, Carlos Zannini, siempre fue motivo de rumores en el mundo empresario. Especialmente luego de que quedó fuera de la competencia Lázaro Báez, de Austral Construcciones, quien se adjudicaba las mayores chances antes del estallido del escándalo de supuesto lavado de dinero vinculado con el Gobierno.
"No hay secretos, la oferta nuestra fue mejor. El costo de mantenimiento y de operación es mejor: seis dólares el megavatio hora promedio contra 17 dólares de Lázaro", dijo un vocero de Ferreyra. Además, señaló que el costo de la obra era de 22.900 millones de pesos contra más de 27.000 millones de Báez y que el financiamiento de Electroingeniería es para el 121% de la obra a un 6% anual en dólares contra el 110%.
"La oferta está en un sobre cerrado y ganamos nosotros", dijo el empresario a LA NACION. Confirmó que en un mes y medio se firmará el contrato de financiamiento y de garantía con un grupo chino Gezhouba y que en diciembre comenzarían las obras.
"El proceso de adjudicación se hizo con total transparencia", dijo Cristina Kirchner. "Hace cuatro o cinco meses hay constantes denuncias contra empresas que podían resultar adjudicatarias de esta obra", señaló.
Pidió no intentar ganar "haciendo lobby" contra otras empresas que compiten por la misma obra y exhortó a "tener una buena conducta empresaria". También defendió el modelo económico, comparó los índices contra los de Australia y Canadá, desestimó las críticas de la prensa y los analistas económicos y se dirigió al electorado de las elecciones del 27 de octubre: "Sueño con que en la Argentina estemos bien informados para que nadie les meta el perro, haciendo creer que en realidad es un gato".
La Presidenta está convencida de que la derrota electoral en las primarias obedece a que el 74% de la gente que votó contra el Frente para la Victoria está influida por la prensa crítica.
"A mí no me importa quién gane la obra sino que la represa se haga", dijo la mandataria. "Si les doy la lista de quienes ganaron la mayoría de las adjudicaciones de obras, no tienen nada que ver con los K, eran preexistentes a la llegada de los K al gobierno", aseguró.
"Necesitábamos extender la línea de alta tensión para conectar a toda la Patagonia Sur con el resto del país", dijo. Y anticipó que esa conexión se terminaría en septiembre, lo que va a implicar la "eliminación del 6 por mil de recargo que se paga en las facturas para Santa Cruz que fue tan cuestionado".
"El crecimiento económico demanda cada vez más energía: por el crecimiento industrial, el consumo y la movilidad ascendente", elogió al modelo. Y defendió para ello "un endeudamiento virtuoso que se hace para capitalizar" y que redunda en beneficio de la sociedad. Señaló que va a aportar 1740 megavatios de energía, un 4,5% más en el sistema hidroeléctrico, "absolutamente renovable, limpia y constante durante todo el año", y que generará 5000 puestos de trabajo.
Por último, se reunió con intendentes y candidatos de Santa Cruz para acelerar los giros de fondos para obras y apuntalar así la campaña electoral local con miras a octubre..
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