La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que "sin lugar a dudas el voto secreto y obligatorio fue el punto de partida para todas las conquistas que vinieron después" al referirse a la Ley Saenz Peña durante el acto que recordó los 100 años de su sanción.
Cristina Fernández de Kirchner encabezó esta tarde el acto por los 100 años de la Ley Sáenz Peña en el Museo de la Casa de Gobierno, donde subrayó que antes de esa norma, "el voto era fraudulento" en la Argentina. Previamente, hizo un repaso histórico de la Ley y sus efectos el titular de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera.
Durante su discurso, la Presidenta destacó también la ampliación del cupo femenino, al indicar que "hoy estamos excedidas de ese 33 por ciento y vamos por más, como siempre”, dijo con una sonrisa y puntualizó: “éste uno de los países con mayor participación de la mujer en nuestras Cámaras y tiene dos integrantes la Corte Suprema".
También puso de relieve la perspectiva del voto para los menores de 16 años porque es un paso a "la ampliación de la sustentabilidad de la democracia", señaló Cristina quien al cerrar su mensaje sostuvo para resaltar el valor del sufragio que "cuando las cosas se hacen se hacen mal la gente toma su decisión".
"Cuando uno vota se entremezcla el derecho a elegir, y la obligación de hacerlo pensando en la Argentina por sobre todas las cosas", añadió la Presidenta.
La mandataria señaló que muchas veces la democracia "no solo se construye con la voluntad, sino con las relaciones de fuerzas entre los sectores populares y los sectores que no son tan populares ni democráticos.
Reconoció en ese sentido además, que siempre se “aprende mucho más sabiendo perder que ganando sin saber porqué se ganó", y en tal sentido destacó la importancia de conmemorar la Ley Sáenz Peña que estableció en la Argentina el voto universal, secreto y obligatorio.
Asimismo, Cristina sostuvo que "todos los golpes militares que tuvieron lugar contaron con apoyo de sectores de la sociedad civil; hay que decirlo porque sería colocar únicamente como chivo expiatorio a las Fuerzas Armadas en lo que constituyeron verdaderos golpes cívicos a la democracia".
"La historia hay que contarla completa con sus claros y oscuros, virtudes y defectos, con esos momentos difíciles que vivimos de jóvenes que hoy permiten tener una democracia sólida y sustentable", expresó Cristina.
Finalmente la jefa de Estado aseguró que cuando "los ciudadanos vamos a depositar nuestro voto, es donde están depositados nuestros sueños, convicciones e ideales", y que cuando se vota "no es el único día en que se ejerce la democracia, la democracia se ejerce todos los días y debe ser legitimada por autoridades y ciudadanos en la comprensión de un contrato social que desde aquel 30 de octubre de 1983 hemos decidido respetar".
Luego, la mandataria hizo un repaso por los cien años de la sanción de la Ley Saenz Peña que instauró en Argentina el voto universal secreto y obligatorio, recordó que antes de esta ley el voto era minoritario y cantado con "resultados fraudulentos".
Recordó la ley 1420 de educación gratuita y laica "que ha hecho tradición en la República Argentina convirtiéndonos en un país con maravillosos recursos humanos que nos han distinguido en toda la región ", y la irrupción de la mujer en política: "no me imagino en esas épocas donde la mujer no podía votar ni participar", acotó.
Previo al discurso de la jefa de Estado, el titular de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera, expresó que “hoy es un día especial”, ya que “hace un siglo la Argentina empezó a sentar las bases” que consolidaron su democracia.
Indicó que la Ley Sáenz Peña es un “hito insoslayable, expresión de un nuevo paradigma que condujo a la inclusión de las grandes mayorías a la actividad política y terminó con el régimen conservador”.
El funcionario afirmó que esa ley fue el “punto de partida de una constante expansión del cuerpo electoral” y, por eso, remarcó que “es más por lo que supo proyectar que por lo que efectivamente prescribía”.
“La democracia real se produjo décadas después, con la inclusión de la mujer durante el primer gobierno de Perón”, dijo y resaltó también el posterior reconocimiento de los sufragios de los argentinos que residen en el exterior y el de aquellos que se encuentran privados de su libertad.
Corcuera señaló, entonces, que “tenemos que aprender a disfrutar de nuestros éxitos”, en referencia a la integración social y cultural del país; y subrayó que los desafíos con los que se encontró la integración social hace un siglo “deben ser los mismo de hoy: más educación y más participación política”.
Además destacó que con la implementación de las elecciones Primarias, a través de la Ley de Reforma Política (2009), “los ciudadanos pueden elegir no sólo a las autoridades, sino también a quienes conforman la oferta electoral”, y añadió que trajo “equidad” en la participación de todos los partidos en los medios audiovisuales.
“La pretensión de ampliar el campo electoral –agregó- ha sido una política de Estado sólo interrumpida por quienes se sabían impotentes ante la verdad del pueblo; impotencia de ciertos sectores que recurrieron a su supresión para conservar el poder”.
“Por eso las elecciones son un acto de soberanía; ese día el pueblo manda”, manifestó Corcuera y concluyó: “En las urnas los ciudadanos depositamos nuestras más genuinas expectativas, la esperanza de contribuir a que nuestros hijos puedan vivir en un país mejor que el que habitamos”.
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