En un encuentro en Río Gallegos, pidió “autocrítica” a los empresarios y sindicalistas. También dejó en claro que no se modificarán el cepo cambiario ni la política que restringe importaciones.
La Presidenta dijo que no habrá marcha atrás con el cepo cambiario ni en las restricciones a las importaciones, pese al reclamo de los referentes de los distintos sectores que estuvieron sentados dos horas ayer en Río Gallegos con la Jefa de Estado.
La jornada de actos y reuniones que encabezó la Presidenta comenzó al mediodía con la adjudicación del complejo hidroeléctrico sobre el Río Santa Cruz, donde se mostró firme en su discurso destinado al empresariado y sector bancario. Cristina anticipó lo que después sería la reunión a puertas cerradas: una defensa del modelo económico y una exposición del crecimiento en la actividad industrial, comercial y de la construcción.
En su discurso reclamó que las críticas siempre se vuelcan sobre el sector público y por eso pidió al sector privado una autocrítica de su desempeño durante estos diez años: “ no creo que los privados no se hayan equivocado ”, desafió la Jefa de Estado, y dedicó unos minutos para ironizar sobre los “empresarios K”. “ Si son los que ganaron plata en esta década, acá diviso muchos que les ha ido bien ”, sostuvo.
La Presidenta consideró a los cuestionamientos por la situación económica como una “realidad agrandada mediáticamente y que poco tiene que ver con la realidad” y comparó a la Argentina en materia de reservas, crecimiento del PBI, relación reserva-deuda, con Canadá y Australia (Ver Página 8). Dijo que la situación local es mejor que la de esos dos países. “ No estamos en el paraíso pero no estamos mal, todos reconocieron el crecimiento de la actividad y los números de la economía”, remarcó después de la reunión con empresarios y sindicalistas.
Del encuentro con Cristina y su equipo económico participaron el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, el representante de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss, por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estuvo su titular Osvaldo Cordine, por la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), estuvo Jorge Brito, por la Confederación General Empresaria (CGERA) participó Marcelo Fernández.
La extensa reunión fue calificada por la Presidenta como un “diálogo sincero y puntual”, en el que cada sector expuso su punto de vista sobre varios temas. Cristina aclaró que “como Gobierno explicamos claramente los aspectos fundamentales de la economía argentina”. Fueron invitados a la discusión la CGT oficialista, liderada por Antonio Caló; Hugo Yasky de la CTA, y también representantes de mecánicos, obreros de la construcción y metalúrgicos.
Al finalizar la “mesa de diálogo” los referentes de cada sector coincidieron en que la Presidenta se mostró “más permeable a las sugerencias y abierta al diálogo” que en otras ocasiones. Sin embargo, hubo desacuerdos en temas sobre los cuales “se seguirá trabajando con el Gobierno para llegar al mejor acuerdo”, planteó Méndez. Los empresarios protestaron por el freno a las importaciones y los funcionarios resistieron esa calificación.
Cristina dijo que hay “sobrestock” de insumos en las industrias.
La suba del mínimo no imponible en Ganancias encabezó el planteo del empresariado y los sectores gremiales (Ver “Ganancias...”). Caló y Cornide dijeron a la prensa que vieron “voluntad política para discutir la modificación del impuesto, pero sin plazos”. Por su lado, Weiss explicó que el problema ante la baja del impuesto a las Ganancias era ver cómo se financia: “Hay que tratar de ingresar por otras vías lo que no va ingresar por este impuesto y eso se está hablando”. “ Hablamos del tema, pero lo importante es no desfinanciar al Estado ”, dijo la Presidenta.
Comentá la nota