Desde Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hasta los radicales Gerardo Morales o Facundo Manes nutren la tropa propia para posicionarse en la carrera por la Casa Rosada
La competencia interna entre las figuras de Juntos por el Cambio por llegar a la presidencia en 2023 ya comenzó. Luego de que la principal coalición opositora doblegara al kirchnerismo en las legislativas pasadas, los referentes de la fuerza palpan que se acrecentaron las chances de volver al poder. Por eso, los dirigentes de JxC que aspiran a pelear el año próximo por la sucesión de Alberto Fernández avanzan con la conformación de equipos técnicos, incorporan a nuevos socios y recorren el país para fortalecer sus proyectos presidenciales.
A sabiendas de que para llegar a la Casa Rosada se requieren “ganas”, recursos y construcción política, Horacio Rodríguez Larreta exprime cada vez más su agenda para fortificar su plan presidencial. Puso al frente del equipo que confecciona su armado nacional a Diego Santilli, su principal ladero, y reclutó a Jorge Macri, quien se encargará de promocionar el “buen gobierno” de la Ciudad en todo el país. La tropa que teje el proyecto presidencial de Larreta ya tiene un staff más o menos fijo: desde Federico Di Benedetto, el gurú discursivo del alcalde, hasta Fernando Straface -a cargo de la agenda internacional- y Eduardo Macchiavelli, entre otros, ocupan una silla en la mesa chica del alcalde. A ese grupo podría sumarse Emilio Monzó, quien fue aliado de la UCR y Facundo Manes en las últimas legislativas. Cristian Ritondo, escudero de María Eugenia Vidal, colaborará con el armado bonaerense, donde el diputado mide fuerzas con Santilli y Jorge Macri. El larretismo también tiene terminales en el Congreso: Álvaro González y Guadalupe Tagliaferri son las espadas legislativas del alcalde.
La jefa de asesores de la Ciudad, Julia Pomares, trabaja desde hace meses en una “narrativa” (una suerte de “relato”) para el proyecto del alcalde. Apuntan, sobre todo, a seducir a los jóvenes y sectores populares. Si bien habla con economistas de todo el espectro político –desde Domingo Cavallo hasta Pablo Gerchunoff-, Larreta suele poner como referencia al exministro Hernán Lacunza –también dialoga con Luis Caputo-. Gustavo Ferrari, a quien intentó incorporar al Gabinete porteño, lo asesora en temas judiciales. Su ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, es su nexo con las organizaciones sociales y Martín Mura, titular de la cartera de Hacienda, suele armarle encuentros con el círculo rojo.
Con menos recursos que Larreta, pero con el sostén de la estructura partidaria de Pro, Patricia Bullrich también aceleró el armado de su plan presidencial. Envalentonada con los números de las encuestas y el feedback de sus recorridas -desembarcará hoy en Córdoba-, la titular de Pro se rodea de leales e incorpora aliados en su “cruzada” por llegar a la Casa Rosada en 2023.
Con Gerardo Milman como principal armador, Bullrich comenzó a mover sus fichas y busca mostrar destrezas para la construcción política. Por un lado, se exhibió junto a potenciales socios internos en la pulseada con las “palomas”, como Ricardo López Murphy o Miguel Ángel Pichetto. Y, a su vez, cuida sus lazos con la UCR: pese a los últimos cortocircuitos, mantiene la buena sintonía con Gerardo Morales. Es más, en su reciente visita a Mendoza, estuvo en la casa de Ernesto Sanz, en San Rafael. Sin embargo, Alfredo Cornejo es el dirigente radical con el que siente más afinidad.
Bullrich, además, se jacta de haberse quedado con un tercio del Pro bonaerense, donde tiene al intendente Javier Iguacel como aliado, tras amenazar a Jorge Macri con forzar una interna. Para Larreta, que cosechó el respaldo de los jefes municipales para las legislativas, el armado bonaerense es el principal déficit de la exministra. “Patricia no estaba sola, como decían”, replican cerca de la exministra, que apostará al despliegue territorial -se dedicará, sobre todo, a Buenos Aires- y a la presencia mediática para posicionarse.
En el mundillo de los economistas, Bullrich no oculta su predilección por Carlos Melconian, con quien compartió un almuerzo con empresarios en Punta del Este. “Quiere que Melconian sea su futuro ministro de Economía”, dicen cerca de la exministra.
Al igual que Larreta, la titular de Pro avanza con el armado de sus equipos de gestión. Días atrás, incorporó a Andrés Hatum, profesor de Management de la escuela de negocios de la Universidad Torcuato Di Tella, a quien le encargó organizar a sus equipos técnicos. Además, orbitan cerca de la exministra referentes expartidarios, como el filósofo Santiago Kovadloff y el médico Carlos Kambourian, quienes se mostraron junto a Bullrich en su tour por la Costa Atlántica.
Los radicales, sobre todo Morales y Manes, también juegan sus cartas e intentan posicionarse en la carrera por la presidencia. Si bien tienen distintas estrategias, Morales, Manes y Cornejo comparten el mismo objetivo: que la UCR se encolumne detrás de un candidato a presidente para enfrentar al Pro en las PASO.
Abocado a su nuevo rol como jefe de la UCR, Morales busca cohesionar a las distintas tribus de la fuerza. La puja interna de poder con Martín Lousteau sigue latente, más allá del acuerdo que sellaron en diciembre pasado para la conformación de la nueva conducción de la UCR. De hecho, aún no hubo avances para reunificar la bancada en Diputados. “Habrá que ver cómo juegan tácticamente la Capital y Mendoza en 2023″, dicen en el entorno de Morales.
El jujeño sabe que deberán encontrar un mecanismo para definir el postulante de la UCR, pero su prioridad es fortalecer al partido para la pelea con el macrismo: “Sin eso, ningún radical tendrá chances de llegar”, aventuran cerca del gobernador de Jujuy, quien volvió a coquetear con una posible fórmula con Bullrich.
Al igual que sus rivales de Pro, el jujeño recorre distintas localidades del país para instalarse como presidenciable. Ya visitó Entre Ríos y tiene previsto viajar la semana próxima a Santa Fe, donde participará de la reunión de los bloques parlamentarios de la UCR, y el Sur. En marzo estará en la cumbre de intendentes radicales en Parque Norte. En sus viajes a la Capital, Morales le dedica tiempo a “la rosca”. Días atrás, se mostró junto a Monzó, quien tomó distancia de Manes y volvió acercarse al proyecto larretista. Colaboradores de Morales le reconocen al extitular de la Cámara de Diputados sus dotes de articulador y capacidad para sumar peronistas.
Parado sobre la estructura partidaria -la Fundación Alem es una fuente de consulta-, Morales aún no tiene un bosquejo de equipos de campaña ni designó a un armador con miras a 2023. Tiene diálogo frecuente con economistas radicales de larga trayectoria, como Javier González Fraga, o Eduardo Levy Yeyati. En la UCR también tiene ascendencia Alfonso Prat-Gay.
Con otra táctica, Manes también comenzó a edificar su proyecto presidencial. Con su hermano Gastón como principal armador político y Maximiliano Abad, jefe de la UCR bonaerense, como fuente de consulta, el neurólogo activó sus recorridas por el país para competir por la sucesión de Fernández. El médico mantuvo a la politóloga Ana Iparraguirre, su exjefa de campaña, en su mesa chica. A ese equipo se sumó la exdiputada Josefina Mendoza, quien fue designada como jefa de despacho de Manes en el Congreso -es su asesora parlamentaria- y trabajará en el armado territorial del neurólogo en La Matanza, el distrito más poblado de la provincia.
La cantera para los equipos técnicos del neurólogo será “Con Argentina”, su think tank. Entre sus hombres de consulta están Levy Yeyati -lo acompañó días atrás a una reunión con la cúpula de la UIA-, Fernando Stefani (Ciencia) y Augusto Salvatto (jóvenes).
Descreído de los “acuerdos de cúpula”, el neurocientífico apuesta por “hacer docencia”: quiere visitar distintos rincones del país para explicar sus ideas, no solo ante militantes o dirigentes partidarios del radicalismo. Manes confía en generar un cambio “desde abajo hacia arriba” e insiste en que JxC debe discutir un acuerdo programático, con una serie de coincidencias básicas para enfrentar la crisis económica. Los próximos días volverá a Mar del Plata, donde presentará su último libro, y tiene previsto viajar a Mendoza y Córdoba.
Si bien aspira a pelear por la Casa Rosada, Cornejo aún no activó la conformación de un equipo ni tiene previsto realizar una gira por el interior. Coincide con Morales en que el radicalismo debe tener un candidato a presidente potente, pero quiere enfocarse en la discusión de un programa económico. Sin un plan, dicen cerca del mendocino, el próximo gobierno no logrará sacar al país de la crisis.
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