Las lluvias extraordinarias en la alta cuenca del rio Pilcomayo, llego con importantes riadas a territorio formoseño, generando riesgos a poblaciones, las que finalmente nos e produjeron a partir de una presencia activa y permanente del gobierno con maquinarias, logística y recursos humanos.

Los escenarios más complejos se produjeron en una franja del departamento Bermejo en porciones situadas en los extremos oeste y noroeste. Las zonas pobladas más amenazadas fueron comunidades como El Churcal, La Madrugada y Quebrachito, además de otro grupo situadas en una zona ya lindante con el Paraguay, a la vera de la ruta 86 en cercanías de El Solitario y más arriba incluso.

Así lo certifico el diputado provincial Roberto Vizcaíno, quien reside hace varias décadas en el extremo oeste formoseño y expuso justamente que “los importantes volúmenes de agua que ingresaron generaron algunas filtraciones por debajo de las defensas (aun teniendo hasta más de tres metros de revancha). Esta situación es difícil de observar hasta ya debilitar algún sector de la misma, que fue lo que genero la ruptura a partir de la fuerza del agua”.

Sin embargo destaco que mas allá de la preocupación que esto genero, “la decisión de un “estado presente” a través de las áreas técnicas, sobre todo con maquinarias de Vialidad y de empresas privadas, se pudo reparar todo en menos de 48 horas”.

Incluso expuso que “días atrás se produjeron nuevas filtraciones, pero se logro detectar la situación y se trabajo en reforzar la zona critica, con lo cual se impidió que cediera alguna porción del anillo defensivo”.

Comento que desde el fin de semana ultimo el rio se estabilizo y se aprecia una tendencia a ir descendiendo, con lo cual las perspectivas son mejores, de todos modos se mantiene el constante monitoreo.

Advirtió Vizcaino que “junto a las grandes riadas se observa el arrastre de sedimentos, enormes arboles y ramas, y si bien el agua pierde energía en su ingreso a nuestro territorio, genera otros problemas por el sedimento que decanta y sobre eleva el terreno con todos los problemas que ello genera para que las aguas escurran con normalidad. Estamos hablando del depósito de 120 a 150 millones de toneladas por año lo que decanta en nuestra provincia”.

Grandes inversiones

Aludió a que el escenario antes descrito “exige un trabajo permanente en el mantenimiento de correderas fluviales en una extensión de por lo menos 100 kilómetros para encausar las aguas. Incluso se deben atender las defensas de más de 110 kilómetros, tareas que incluyen correcciones constantes ante esta dinámica de convivir con un rio errático”.

Destaco el legislador que “estos trabajos demandan una enorme inversión que desde hace dos años se viene ejecutando con recursos provinciales. Se trata de una decisión política del gobernador Insfran la de proteger a estas comunidades donde habitan de 2500 a 3000 personas, en las cuales se ha venido acentuando la incorporación de infraestructura y servicios”.

Aunque pondera que demás, “se trata del reaseguro del ingreso de las aguas el bañado La Estrella, del cual se nutren- ya en el sector medio del territorio- los importantes cauces como ser El Porteño, Salado, Pavao, Tatú Piré, Monte Lindo Chico y Monte Lindo Grande, asiento de una biodiversidad propia y particular de este ecosistema acuático, además de todo un esquema productivo en desarrollo”.

Advirtió el legislador que “hasta hace dos años los fondos eran aportados por el Estado Nacional, ya que hablamos de un curso de agua internacional y limite argentino, involucra a nuestro país, Bolivia y Paraguay. Fíjese que las obras se acuerdan en una comisión de carácter trinacional a fin de determinar acciones en común a los países involucrados, por eso interviene la Cancillería Argentina, pero insisto, las inversiones en nuestro caso las viene solventando la provincia hace dos años”.

Canal paraguayo taponado

Recordó Vizcaíno que se colaboro con el Paraguay en todo lo requerido para que el vecino país pudiera recuperar las aguas del Pilcomayo. “Estuvieron trabajando meses atrás varios kilómetros dentro de nuestro territorio para unir su canal con el cauce del rio que se ha desplazado. Pero los resultados no fueron los esperados, ya que percibimos que en los momentos de picos altos ingreso un 20 a 25 por ciento a su territorio, y en estos momentos ya no ingresa más porque su canal se ha taponado de sedimento”.

Admitió que “esta situación no es la que queremos, siempre se insistió en un reparto igualitario, porque así como recibimos la mayor parte de las aguas, en la misma proporción también los sedimentos”.