La vuelta de Oscar González a la Legislatura revolvió las aguas, al punto que ante una versión lanzada por LA MAÑANA sobre su posible pedido de licencia, para que el ex jefe de Gabinete continúe manejando la Provincia durante las ausencias de José Manuel de la Sota, fue inmediatamente descartada, según información que circula con asiduidad por los pasillos del Palacio Legislativo.
A favor y en contra de Lawson
La designación de Jorge Lawson como ministro de Comunicación (una nueva cartera creada en el reciente cambio de Gabinete provincial) levantó cierto revuelo dentro y fuera del Centro Cívico, a favor y en contra del ascendente funcionario.
“No es lo mismo promocionar un BonoBon que a un político”, dijo un dirigente que integra la camada de los recién ingresantes al Gobierno provincial, haciendo referencia a los antecedentes del ministro como asesor empresarial. Y puesto a criticarlo, destacó que durante la conferencia de prensa del jueves pasado “tres veces dijo Ministerio de la Producción en lugar de Ministerio de Industria”.
Desde otro wing, un funcionario delasotista resaltó que el gobernador “ahora va a tener quien ponga la cara a diario”, lo que, según estimó “evitará el desgaste de José”. De hecho, con Lawson, el gobernador José Manuel de la Sota retoma la figura del vocero-todo-terreno, que ya había probado con Marcelo Falo.
Juez, optimista
La profunda crisis que atraviesa el Gobierno provincial puso al Frente Cívico de Luis Juez en estado cuasi deliberativo, ya que el líder del espacio, Luis Juez, considera que se trata del comienzo del fin del delasotismo en particular y de Unión por Córdoba en general, y consecuentemente, una posibilidad de renacimiento político del juecismo.
“Éste es nuestro momento”, se lo escuchó decir al senador nacional la semana pasada, cuando los cordobeses hacían cola para criticar y “pegarle” al mandatario con cuanto medio tuvieron a mano. Como primera medida, Juez quiere evitar más bajas en el bloque legislativo del Frente Cívico, del que recientemente se fue el socialista Roberto Birri. La posibilidad de que José María Las Heras y un tercer legislador dejen el bloque con rumbo al kirchnerismo, habría hecho que Juez tome cartas en el asunto y llame directamente al ex ministro de Finanzas de De la Sota, para hacerle ver los buenos tiempos políticos que podrían volver para el Frente. Por ahora, todo indica que “Pepe” no quedó muy convencido, y que la bancada del Frente para la Victoria podría ampliarse antes de fin de año.
Bajas con consecuencias
Más allá de las perspectivas políticas que según Luis Juez se abren para el espacio ante lo que considera “el fin” de Unión por Córdoba como consecuencia de la crisis de los acuartelamientos y los saqueos, la eventual baja de un legislador del bloque preocupa por cuestiones más pragmáticas.
Es que si José María Las Heras, quien ganó su banca representando al departamento Capital, rompe con el Frente Cívico, el espacio quedaría empatado once a once con la Unión Cívica Radical en número de legisladores. Hay que recordar que Juez ya perdió un representante en la Unicameral, su ex amigo Rubén Borello, a poco de comenzar el actual período legislativo. “Si el juecismo y la UCR quedan con once legisladores, el radicalismo va a querer hacer valer los resultados de la elecciones legislativas de octubre, para ser encumbrada como primera minoría en el Poder Legislativo”, indicaron en el edificio de Deán Funes y Rivera Indarte. Ante esta versión, los de Juez recuerdan que los únicos datos que cuentan son los de las elecciones de agosto de 2011, donde Frente Cívico quedó en segundo lugar, detrás de Unión por Córdoba. “Por lo tanto, seguiríamos siendo la primera minoría, le guste a quien le guste”, indicaron.
Distinto sería el panorama si, junto a Las Heras, partiera otro parlamentario, como indican algunos corrillos. En ese caso, el Frente Cívico quedaría con diez hombres en la Unicameral, y perdería su condición de primera minoría, lugar que ocuparía la UCR. “Esa situación provocaría cambios en las autoridades del cuerpo, donde el juecismo tiene la Vicepresidencia primera, y en las comisiones”, advierten en la Legislatura.
Dos Marías y un David
La vacante que deja la renuncia de la jueza María Ester Cafure de Battistelli al Tribunal Superior de Justicia lanzó una incipiente guerra de nombres. Ayer, algunas versiones que circularon en las redes sociales indicaron que la actual fiscal General Adjunta, a cargo del Ministerio Público Fiscal, María Marta Cáceres de Bolatti, sería impulsada por el gobernador De la Sota para la vocalía vacante del máximo Tribunal. La versión se sustenta en las palabras siempre elogiosas del gobernador para con la jefa de los fiscales, a quien puso a cargo cuando finalizó el período constitucional de Darío Vezzaro.
En tren de rumores, los mismos comentan que en reemplazo de Cáceres de Bolatti desembarcaría en la Fiscalía General un eterno candidato al puesto: Héctor “Chirola” David, un abogado que es amigo personal del gobernador, viene de desempeñarse como Defensor de los Niños y Adolescentes, pero supo tener una fuerte influencia en el segundo gobierno de De la Sota como ministro de Justicia.
A su vez, Cáceres de Bolatti conoce de cerca la familia judicial, ya que está emparentada con el juez de Cámara, Daniel Ferrer Vieyra, a la sazón, el esposo de su hermana.
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