La emergencia del Coronavirus expuso una situación delicada de los sanatorios, que reclaman medidas paliativas urgentes. El caso de Swiss Medical, un ejemplo de las contradicciones del sistema.
Más allá de la siempre delicada situación de la salud pública y sus hospitales, es otro eslabón del sistema santiario -no menos imporntante en volumen- el que está en una situación compleja y amaga con romperse: las clínicas privadas. La llegada del Coronavirus empeoró el panorama y alumbró una problemática acuciante.
En ese marco, según publicó el portal INFOBAE, la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA) le envió una carta al Ministro de Trabajo, Claudio Moroni. La misiva era para pedir una reunión "urgente".
En el texto, los empresarios del sector hablan de una “gravísima crisis económica y financiera que sumada a la situación de emergencia que ha generado el virus COVID-19, le impiden contar con los recursos para afrontar cualquier negociación de recomposición salarial que se plantee, con una propuesta mínimamente conducente”.
Los dueños de los establecimientos tienen el próximo 19 de marzo una reunión con la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad para la negociación de la revisión del acuerdo salarial celebrado en 2019.
Jorge Cherra, presidente de la Asociación, según consigna la misma fuente, advirtió: "El tratamiento de esta crisis requiere compromisos y responsabilidad de todos los actores sociales y políticos en aras del bien común, aún cuando la aceleración de los hechos nos obliga a solicitar medidas para atemperar el impacto económico en que nos vemos insertos”.
Los sanatorios privados, explican, aproximadamente, el 50% de las atenciones e internaciones, y de ahí su trascendencia. Como ya informó INFOCIELO, en el ámbito bonaerense la situación es identica. Son unos 350 establecimientos en total, casi todos en una situación crítica.
Desde FECLIBA y ACLIBA, las principales entidades que las nuclean en la Provincia, los tarifazos, los aumentos del dólar y el revalúo inmobiliario, explicaron desde el sector, dejaron a estas instituciones al borde del nocaut.
Según sus propios cálculos, las clínicas tienen un atraso del 48% con respecto a lo que gastan –en promedio- por paciente y lo que reciben de las obras sociales (estatales como IOMA o PAMI o sindicales) y prepagas.
La contracara de esto es la situación de las prepagas que mantienen una posicisión dominante en el mercado. Como ya explicó este portal, un claro ejemplo de esto es Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt.
Concentra unos 860 mil afiliados, lo cual la ubica segunda en el ránking de instituciones, y tiene unos 20 mil prestadores, con lo que se ubica tercera a nivel país, según datos oficiales -Superintendencia de Servicios de Salud- correspondientes a 2018.
El de las prepagas es uno de los pocos rubros que ganó en los años de macrismo. No todas, claramente, pero sí aquellas que son formadoras de precios. Sin ir más lejos, en 2019, luego de un fuerte lobby mediático, lograron una autorización de aumento de entre 12% y 17%. Pero Swiss Medical actualizó sólo el 5% los valores a sus prestadores.
“Las prepagas es el único sector de la salud que se le ha permitido aumentar sus ingresos por encima de la inflación”, explicó Daniel Gollan, actual Ministro de Salud, en dicimbre. Sólo el año pasado, fue de 61%.
De acuerdo a los cálculos de las empresas del sector -según un informe publicado por El Cronista-, cerca del 15% de los afiliados al sistema se cambiaron a planes más baratos y alrededor del 5% directamente se dio de baja por las subas indiscriminadas.
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