Inundaciones, contaminación y enfermedades son problemas diarios de la población de la cuenca de los arroyos Las Piedras y San Francisco. El 81% de las muertes producidas en el municipio de Quilmes proceden de residentes en Quilmes Oeste, Bernal Oeste y San Francisco Solano que viven próximos a los arroyos.
En el área metropolitana de Buenos Aires se distinguen 3 cuencas hídricas que desaguan en el Río de la Plata: la del norte, o el río Reconquista; y dos al sur, la del Riachuelo-Matanza y la cuenca de los arroyos las Piedras y San Francisco que alcanza a 600.000 habitantes en 7 partidos del Conurbano sur.
La situación medioambiental del río Reconquista y del Riachuelo son conocidas y los altos índices de contaminación alarman y sorprenden casi a diario, pero a 20 km al sur de la Capital Federal, la realidad no es muy diferente.
Fermentaciones, espumas, aceites flotando sobre un agua negra provenientes de los desechos que tiran las empresas, olores y basura nadando en los arroyos. Enfermedades, abandono, escasos servicios y malos centros de salud, hacen que algunos informes lleguen a hablar de atropello a los derechos humanos en la zona.
El Proyecto de Recuperación del sur del conurbano bonaerense Cuenca de los arroyos San Francisco y Las Piedras, en su Documento Base Grupo de Salud del Sur (GSS), relevó y describió la situación medioambiental en la que se encuentran los pobladores del lugar.
El estudio se centró en Quilmes Oeste por ser la zona más afectada. “En primer término, con la simple observación del aspecto del agua de los arroyos San Francisco y Las Piedras, se puede detectar que el parámetro de calidad visual de las aguas no es satisfactorio debido a que se presentan aguas negras, con fermentaciones y olores. En ninguna de las áreas del cauce de estos arroyos se aprecian aguas claras sin aparente contaminación, aguas débilmente coloreadas con espuma y ligera turbiedad o aguas con apariencia de contaminación y color.” Describe el informe.
Marcelo Benítez tiene 29 años, vive sobre el arroyo San Francisco y las Piedras desde que tiene 13 años. Está casado con María Laura, tiene 3 hijos y asegura que “vivir sobre el arroyo es un tema complicado en todos los sentidos, sobre todo por el olor. Los días que está anunciado lluvia, el olor es insoportable, es un olor muy feo, pero ya me acostumbré”, cuenta resignado. “Si llueve nos inundamos. En la última inundación el agua subió 40 centímetros. El agua que entra es el agua del arroyo, más el agua que está estancada en las zanjas. Al ropero, en un año, lo cambié tres veces”.
El GSS en su estudio explica: “Esta situación pone en evidencia que tanto adultos como jóvenes y niños presenten múltiples problemas de salud”.
Marcelo tiene tres hijos, Rodrigo de 8, Aylén de 7 y Micaela de 5 años. “Aylén tiene todo el cuerpo lleno de granos, es como la varicela. Cuando era más chica le había salido en las orejas una alergia muy fuerte. La llevamos al médico porque ella no podía dormir. Manchaba toda la ropa y la almohada con sangre y pus. El médico me preguntó dónde vivo y el digo al costado del arroyo. Ella se sanó de lo que tenía en las orejas y después se brotó todo el cuerpo, vos le pasás la mano y tiene todo el cuerpo como si tuviera varicela, y le pica y le pica.”
“La experiencia de los médicos que actúan en la zona indica que enfermedades vinculadas a la calidad de aire, del suelo, y de la cuenca hídrica son frecuentes en la población infantil; en particular afecciones alérgicas, diarreas y cutáneas. La comunidad siente además que el número de cánceres y malformaciones son más frecuentes, en concordancia con percepciones similares en áreas comparables”, asegura el informe del GSS.
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