Hubo una mejora en la compra de productos de la canasta esencial, pero se mantiene la contracción en bebidas y productos elaborados.
Por Claudio Zlotnik.
Las empresas ya advirtieron que, al menos durante este año, nadie puede cantar victoria antes de tiempo. Sucedió en un par de empresas elaboradoras de bebidas: después de un comienzo de año muy flojo, los gerentes creyeron ver el piso de la crisis a fines de mayo. Pero no fue así: tras un junio prometedor, con alzas en las ventas, julio devolvió la amargura, con una caída en las ventas.
Distinto es el caso de los alimentos básicos: ahí sí se evidencia una mejora, leve, pero un alza al fin.
En productos como fideos, arroz, aceites, harinas y sus subproductos se nota una luz en el consumo. En dos de las principales fábricas de alimentos de la Argentina aseguran que sus ventas mejoraron entre junio y julio.
La mejora, según los distintos artículos, fue de 2% a 4%, mes contra mes.
No pueden decir lo mismo en relación con lo que ocurría en julio del año pasado: contra aquel momento, las ventas estuvieron entre 6% y 7% por debajo.
En rubros más sofisticados, como snacks o congelados, todavía no hay ninguna señal superavitaria. Contra julio del año pasado, los volúmenes de ventas fueron entre 25% y 30% por detrás.
Preocupación en el Gobierno por este dato clave sobre consumo: precios de la carne
De acuerdo a lo relevado entre frigoríficos por la consultora que dirige Andrés Costamagna, en julio se notó una mejora en el consumo de carne vacuna.
Hubo un repunte cercano al 10% en los últimos dos meses, lo que habría llevado el consumo a un ritmo de 51 kilos por persona por año.
Esa mayor demanda fue acompañada por un alza en los precios, que por ahora resulta leve en comparación con otros rubros.
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En el caso de la carne, el alza promedio de los precios fue del 5% durante julio. Hay que tener en cuenta que se trata de un nicho donde los precios se mantienen estables desde el otoño.
Después del vértigo post devaluación, en donde el kilo de asado llegó a valer $8.000, luego los precios se estabilizaron. En realidad, cayeron en forma sensible. Y hoy en día, el kilo de asado se consigue por menos de $7.000 en la mayoría de los supermercados y carnicerías de barrio.
Según Costamagna, las mayor alza en los precios se evidencian en los cortes más premium, como vacío, colita y lomo.
Inflación en la carne alerta a Luis Caputo
El consultor y director de la Rural cree que los próximos meses se notará una suba adicional en los precios de los cortes cárnicos. Y no exclusivamente en el rubro vacuno.
Costamagna apunta, en diálogo con iProfesional, que se espera un alza promedio del 6% en los precios para las próximas semanas. Se trata de un típico movimiento estacionales, que se profundiza a medida que avanza el año, rumbo al verano.
La carne de cerdo ya mostró un alza en los precios, producto de la mejora en las ventas. Había quedado como el corte más económico; el consumo creció en los últimos meses y ahora reaccionó el precio.
El aumento en la carne de cerdo fue del 31% en las últimas semanas. De todas formas, el kilo todavía se quedó como más económico que la carne vacuna.
La dinámica puede ser preocupante para el Gobierno: Luis Caputo está jugado a que el índice de precios vaya en una clara dirección a la baja en los próximos meses. Se trata de la carta que se juega el ministro para evitar presiones para una devaluación mientras el "crawling peg" se mantiene en el 2% mensual.
La inflación de agosto
Transcurrida casi una quincena del mes, las principales consultoras dan cuenta de una inflación totalmente dominada.
Analytica, por caso, midió apenas 0,5% en la primera semana de agosto. En la primera de julio había relevado un 2,1%, tras el agrandamiento de la brecha cambiaria.
Ahora, consultoras como Eco Go o LCG apuesta a que el IPC de este mes no superará el 4%.
En línea con lo que el Indec dará a conocer mañana mismo. El BCRA ya evaluó que la inflación del mes pasado sería del 3,7%. Ver para creer.
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