Hace ya varios días que los vecinos están manifestando su descontento con la falta de recolección de residuos por algunas zonas de la ciudad, y aunque la data de esa basura en la calle se agrava con el conflicto entre los recolectores y el Municipio la desidia de los vecinos es la clave.
Durante la semana hubo innumerables reclamos vecinales por la falta de recolección de residuos en la ciudad, los cuales distaban de ser exagerados considerando que hay barrios que no contaron con el servicio durante más de una semana, por lo cual están literalmente tapados de basura. Desde las puertas mismas del taller 1 hasta los límites con la ruta 6, la basura va tapando la ciudad.
Si bien desde el Municipio dan varias razones por las cuales se produjeron los inconvenientes, incluido el paro de municipales, los reclamos de los frentistas de diferentes zonas no cesan ya que cuestionan que haya tanta basura en las calles, considerando que precisamente el alto valor de las tasas municipales que se pagan, y a decir verdad poco importa los inconvenientes del ejecutivo.
Barrios como Pueblo Nuevo, Cortines, Villa del Parque, Parque Lasa, San Pedro y Sarmiento entre otros no tienen recolección desde los principios mismos del conflicto, con lo cual ya son mas 20 días que, aquellos que no tienen medios o posibilidad de dirigirse al predio de Servicios a depositar los residuos, deban convivir con la basura.
También elevaron sus quejas varios vecinos de la zona céntrica que, aún cuando no hay conflictos gremiales deben soportar la mugre que provocan los emprendimientos gastronómicos mal controlados en la zona basilical.
Pero todo ello no justifica que la mal llamada “viveza criolla” se ponga en marcha y la falta de respeto por el projimo saque a relucir sus mejores galas haciendo de la propiedad ajena un basural para algunos que no soportan ver su frente lleno de bolsas, que en muchos casos son desparramadas por los animales, convirtiendo así a la ciudad en un gran basural. Tampoco ayuda el conflicto municipal con sus trabajadores, quienes se saben dueños de la espada de Damocles con el control del servicio de recolección de basura y mantienen a la población como rehenes de sus reclamos.
Ingreso al basural municipal bloqueado por descargas de camiones no identificados impiden el ingreso
Es hora de poner las cosas en su lugar y evitar un mal mayor, porque de continuar las alimañas que rondan los desperdicios aumentarán su actividad y pondran en peligro la salud de los habitantes, deberá primar la cordura y el sentido común, tanto en la clase dirigente como en los trabajadores con su reclamo, al fin y al cabo ambos sectores protagonistas de una misma realidad.
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