Existen diversos rumbos que se debaten dentro del equipo económico, que serán dirimidos por el Presidente. Cumbre entre Feletti, Kulfas y Guzmán para lograr acuerdos.
Dentro del Gobierno se esbozan dos modelos diferentes para combatir la inflación. Si bien esto generó ciertos desacuerdos, ahora en las áreas económicas claves le ponen paños fríos al asunto, lo que se tradujo en la cumbre entre el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, con los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el de Economía, Martín Guzmán.
Consultoras privadas pronostican que este año no crecerá la capacidad de compra de las familias, más con una aceleración de las remarcaciones que se registró en los últimos días. "La lapicera la tiene y la tendrá el Presidente de la Nación", volvió a dejar en claro Cristina Kirchner una semana atrás. La decisión de la forma en llegar al objetivo común de que los salarios recuperen poder adquisitivo se encuentra en manos de Alberto Fernández.
El mediodía del jueves el encare de precios recibió un golpe del lado de la Secretaría de Comercio Interior, al renunciar Débora Giorgi del cargo de vice. Desde su entorno plantearon que, a 52 días de haber asumido, el decreto presidencial con su designación no había sido firmado, por lo que se retiró.
Esto llegó días después de que Feletti planteó un aumento en las retenciones a la carne y su superior, Kulfas, salió a cruzar con que “pensar en voz alta no es lo más apropiado”. Lo cierto es que el año próximo se espera que los commodities continúen la escalada alcista y dentro del Ejecutivo un grupo plantea imponer una barrera entre el precio internacional y el local, como los derechos de exportación. Del otro se apela a acuerdos con el sector privado, como lo pueden ser los cupos o fideicomisos.
Por lo primero, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se reunirá el jueves próximo con el sector de la carne para establecer un nivel de exportación para 2022 acorde a las existencias actuales. Las cámaras frigoríficas buscan que sea muy superior al actual, lo que colude con la intención de aumentar el consumo interno de carne. Sin embargo, adelantan desde el Gobierno a este medio que pretenderán establecer una cantidad que habiliten volver a la demanda de los 55 kilos anuales por habitante del kirchnerismo.
Un fideicomiso propuesto por las compañías fue el ejecutado para el aceite. Allí crearon un programa voluntario que implicó US$ 190 millones que se están por agotar. Ante esto, las empresas ofrecieron adicionarle US$ 28 millones para que se compensen los precios internos con los exportados hasta el 31 de enero, la fecha en que vence. Con esto se elevó el total a US$ 218 millones. No obstante, el cumplimiento para el stock interno se encuentra debajo del 55%, en particular en el caso del girasol, confirmaron a El Destape quienes recibirán en los próximos días una auditoría que heche luz sobre qué eslabón especuló con el almacenamiento.
En el medio queda el debate por la suba de las retenciones. La casa matriz de una importante aceitera, de hecho, le pidió a su filial argentina que le plantee al Gobierno oficializar ese fideicomiso como un alza en las retenciones (de aproximadamente el 3%), lo que le resulta más sencillo de explicar a sus accionistas foráneos que la tasa a distribuir con las empresas que no exportan.
Dentro de este contexto, el sábado Guzmán recibió a Kulfas y a Feletti con su secretario de Política Económica, Fernando Morra. Se trabaja en el diseño de políticas de acuerdos de precios para el año próximo. “La preocupación es garantizar los alimentos evitando que impacte la suba de los internacionales; cómo se hace es lo de menos”, plantearon desde la Secretaría de Comercio Interior a El Destape.
Desde Economía coincidieron en que será importante fortalecer los acuerdos de precios en 2022 para atacar el componente de inercia en el proceso inflacionario y que contribuya como un ancla más en el proceso de reducción de la inflación. “Los acuerdos constituyen un elemento que complementa un esquema de política macroeconómica consistente para atacar el problema de la inflación”, confiaron desde el Palacio de Hacienda a este medio.
El tema de los acuerdos de precios está incluido en las discusiones que tienen lugar con el staff del FMI en las negociaciones por un programa que permita refinanciar las deudas del programa fallido de 2018. “Se espera que en 2022 haya un proceso de trabajo continuo y articulado entre el Gobierno nacional y el sector privado en pos de tener acuerdos de precios que resulten efectivos y sostenibles, entendiendo que en el contexto macroeconómico actual alcanzar la estabilidad de precios es una tarea colectiva con beneficios sociales difundidos para la situación de los consumidores y de los empresarios”, resaltaron desde el entorno de Guzmán.
En el de Feletti destacaron a la reunión como “buena”. “Hubo acuerdo en la necesidad de continuar con una canasta regulada y tener una política de precios que permitan cuidar los ingresos y los salarios”, apuntaron.
El programa + Precios Cuidados contiene 1.432 artículos congelados, sobre los que el secretario de Comercio realizará en los próximos días unos cambios consensuados con las empresas, por lo que quedarán 1.200 hasta el 7 de enero. La siguiente etapa que planifica en diálogo con los fabricantes y distribuidores para 2022 probablemente contará con modificaciones menores en la canasta, pero busca que sus precios sean actualizados de acuerdo a las fluctuaciones de los sueldos, en lugar de un porcentaje trimestral arbitrario.
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