Se multiplicaron las consultas en los talleres de la ciudad y las instalaciones crecieron cerca de un 30%. El valor está alrededor de 35 mil pesos y se estima que en nueve meses se recupera la inversión.
La instalación de equipos de GNC volvió a resurgir. Los incesantes aumentos en el precio de la nafta llevaron a muchos marplatenses a evaluar la posibilidad de colocar un equipo de gas en su vehículo. Lo afirman en los talleres de instalación: las consultas se multiplicaron y también crecieron las ventas.
Si bien el incremento en las instalaciones se empezó a percibir el año pasado, en los últimos meses tomó mayor impulso. En lo que va del año, las ventas crecieron entre un 20 y un 30% respecto al 2018, según contó el propietario de uno de los talleres y distribuidor de equipos en la provincia de Buenos Aires, Emiliano Duffo.
Las consultas de los clientes en los últimos meses auguran un invierno favorable para los talleristas. “Hay muchísimas consultas por todos los medios: redes sociales, teléfono o personalmente”, contó y celebró que vienen de un año de “crecimiento sostenido”.
En los primeros meses del año, el incremento del precio de la nafta sumado al contexto inflacionario comprometió la economía de muchas familias.
“El 99% de los que lo instalan es gente laburante que usa mucho el auto. Familias que llevan a los chicos a la escuela y que van a trabajar”, explicó.
En Karpic, uno de los talleres pioneros en instalación de equipos de GNC en la ciudad, coincidieron con el aumento en las ventas. “Se han incrementado mucho las consultas y también las instalaciones, aunque no en la misma medida”, explicó Leonor y admitió que “veníamos de un tiempo de poco trabajo, pero ahora en los últimos meses empezó a levantar de manera considerable”.
“A la gente le cuesta mucho mantener un auto a nafta y con el gas busca ahorrar”, argumentó.
En GNC Constitución también advirtieron un crecimiento en la instalación de equipos. “Siempre que sube la nafta, nosotros tenemos más trabajo”, relató Lucas, trabajador del taller y agregó que el incremento más significativo se dio en el último mes. “Se nota que hay más consultas por presupuesto y han aumentado la instalaciones”, apuntó.
Los costos
Instalar un equipo de GNC cuesta alrededor de 35 mil pesos en promedio. El precio varía si se trata de un equipo de cuarta o quinta generación y van desde los 29 mil a los 39 mil pesos. Según las estimaciones de los talleristas, una familia que utiliza el auto con mucha frecuencia, recorre unos 15 mil kilómetros durante el año. Con ese ritmo, se calcula que en nueve meses ya se recupera la inversión inicial. “A partir de ahí, es todo ahorro. Por cada carga se ahorran unos 300 pesos”, explicó Duffo.
El resurgir de la instalación de equipos de GNC significa un alivio para los talleres de la ciudad después de un par de años de caída en las ventas. El incremento en el precio del gas a partir de 2016 provocó un gran retroceso en las ventas, ya que el valor no distaba demasiado de la nafta. Sin embargo, al dispararse el precio del combustible en el último año, la opción del GNC volvió a ser tentadora.
“Desde 2016 en adelante para nuestro sector fue durísimo. Subió mucho el precio del gas de golpe y se acercó al de la nafta. Se achicó mucho la diferencia por lo que la gente tardaba más en recuperar la inversión”, recordó Duffo.
Cae la venta de nafta
En lo que va del 2019, el precio de la nafta tuvo un aumento del 13% y está previsto un nuevo incremento para el 1 de junio como parte de los aumentos trimestrales establecidos por ley.
El incremento en los precios que se aceleró en los últimos meses produjo una caída en las ventas. La demanda de combustibles se redujo en marzo en un 3,28%, impulsada por una fuerte caída de los productos premium, y contribuyó a que el primer trimestre del año cerrara con un negativo del 2,13%, tendencia que se registra desde mediados del año pasado.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía y de la Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha), en marzo las ventas de gasoil G2 aumentaron 1,03%, mientras que las de nafta súper se incrementaron en un 5,89%.
Por el contrario, los productos premium de ambas variedades sufrieron en el tercer mes del año una retracción interanual del 10,13% en el gasoil y del 23,78% en la nafta, caídas que no fueron compensadas por los otros combustibles.
En el resumen trimestral de las ventas de combustibles, se repiten las tendencias ya que el gasoil G2 aumentó 4,86% y la nafta súper un 5,25%; en tanto el gasoil premium cayó 6,68% y la nafta premium un 24,13%, lo que refleja la retracción general del 2,13%.
Las cifras de febrero habían arrojado un leve repunte en la demanda de combustibles del 0,78%, lo que se explicaba por el alza interanual del gasoil como insumo para el agro.
A pesar de los aumentos, la Federación de Expendedores de Combustibles (Fecac), advirtió que el precio de los combustibles está atrasado 15 por ciento, y cuestionó que por los aumentos hubo una baja en las ventas del sector.
“Al tomar como referencia el crudo, el dólar y los biocombustibles, el sistema estadístico nos permite ver si hay un atraso que lo pueden llevar a la práctica las petroleras”, argumentó el presidente, Gabriel Bornoni y señaló: “Ese atraso nos marca aproximadamente un 15 por ciento”.
En ese sentido, el titular de Fecac recordó: “Los que aumentan los precios son las petroleras, los expendedores sólo trasladamos el aumento al precio final. Nosotros no subimos los precios”.
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