El Intendente recibe a los máximos referentes del oficialismo en San Isidro para la campaña. Ha sido punta de lanza en temas claves de la comunicación del gobierno. Llegó como aliado y se afianza como un referente clave de la región. Variadas especulaciones sobre su futuro político.
“Escuché al Intendente Posse, que estuvo muy bien. Suscribo a todo lo que dijo. Entre todas las reformas que tenemos que hacer en la Argentina del futuro, debemos ir hacia un sistema donde tengamos elecciones cada cuatro años, donde los que gobernamos podamos dedicarnos cada minuto a resolver los problemas de los ciudadanos, sin tener que interrumpir cada dos años varios meses haciendo campaña”.
Las palabras pertenecen al presidente Mauricio Macri, y las pronunció en un diálogo con el concejal de San Martín y periodista de Radio Mitre, Daniel Mollo. Las declaraciones sirven para entender cómo evolucionó el rol del intendente de San Isidro Gustavo Posse dentro de Cambiemos. Cada vez más alejado de la función de aliado político, y cada vez más un referente puro del círculo político del oficialismo.
Las relaciones se estrecharon hace mucho más de dos años pero se formalizaron en la contienda electoral del 2015. Aún así, Posse tuvo que enfrentar en internas a una lista del PRO y luego mezclar las candidaturas. Venció al entonces ministro Guillermo Montenegro y la batalla unió a la estructura política del territorio con los dirigentes amarillos más puros. La relación evolucionó al punto de que hoy las candidaturas se definieron a través del consenso y se evitaron las urnas. El intendente aparece mimetizado en la ingeniería partidaria de Macri, y los referentes partidarios locales aceptan la estrategia nacional.
Pero más allá de lo electoral, Posse estuvo siempre a la vanguardia de la estrategia mediática y política. En cada actividad de gestión durante estos dos años, el Jefe Comunal se animaba a decir ante la prensa, algunas semanas antes, lo que se transformaría luego en contenido comunicacional de Cambiemos. El ejemplo sobre la necesidad de hacer elecciones cada cuatro años es el más claro de todos.
El intendente encontró un lugar donde moverse con comodidad. Incluso eligió participar casi como un militante más en estas elecciones. No se involucró demasiado en las negociaciones para armar listas, prefirió evitar disputas internas, y lanzó el mensaje para que la prioridad sea fortalecer al gobierno y dejar las discusiones para otro momento. Es cierto que su espacio político pone en juego pocos lugares en estos comicios, pero su postura fue bien recibida: sumar sin generar problemas.
En el medio, Posse acompaña a la gestión provincial desde el Parlamento. Una de las principales espadas es Walter Carusso en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, y Fernando Pérez.
Otros interpretan que en realidad se trata de una estrategia a largo plazo, y que Posse apuesta a una proyección mayor en 2019. Allí aparecen interrogantes. ¿Qué pasará con Daniel Salvador, representante en el Ejecutivo bonaerense de la pata radical? ¿Será el Intendente el máximo referente de la UCR dentro de dos años en algún cargo electivo? Depende de Macri y de Vidal. Si el presidente busca la reelección lo mismo sucederá con la gobernadora y la posibilidad de especular con un nuevo compañero de fórmula. Pero si Mauricio abandona la Rosada, la moronense podría mudarse a Balcarce 50 y la discusión por la conducción de la provincia se renueva. Retomando el párrafo anterior: Posse ayuda en la batalla electoral de este año casi como un militante, pero avisa que dentro de dos años buscará un rol protagónico. ¿Será así?
En el medio hay más especulaciones. En las calles de San Isidro se dice que desde Cambiemos quieren retribuirle a Posse con el ofrecimiento de algún cargo importante en el Ejecutivo. El intendente aceptaría pero el lugar lo podría ocupar alguien de su confianza. Y aquí empiezan las hipótesis territoriales. ¿El presidente del Concejo Deliberante Carlos Castellano se puede mudar? ¿O si aparece un ofrecimiento será otro el elegido y el concejal continuará en el deliberativo? ¿Andrés Rolón, quien hoy encabeza la lista, puede ser el hombre para defender la gestión en el deliberativo local en un futuro cercano? ¿Y qué pasará con Guillermo Montenegro? Si Posse se pone definitivamente la camiseta del macrismo, el embajador en Uruguay debería defender la insignia possista en el distrito.
Entre tantas posibilidades hay algo cierto: Macri, Vidal y ahora el candidato Esteban Bullrich, visitan asiduamente San Isidro. El oficialismo hace campaña en el distrito. Muestra la gestión y Posse infla el pecho. La comuna ofrece una gran cantidad de logros administrativos, programas e infraestructura para que el gobierno pueda capitalizar políticamente. El intendente llegó como un aliado y se afianza como un soldado. El futuro en Cambiemos lo espera con calidez.
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