El desempeño de los principales partidos en la Capital, donde se concentra el 30 por ciento del electorado, impactó en el resultado general. La Renovación mermó su caudal y creció exponencialmente el radicalismo, que sueña con un triunfo.
Es que en relación con los comicios de 2011, cuando se eligió intendente y la Renovación fue con varios sublemas, los dos más importantes sacaron individualmente más que lo que obtuvo el único sublema presentado ahora. En ese entonces, Orlando Franco obtuvo su reelección con 33.139 votos, seguido por el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Losada con 33.091. En total, el oficialismo sumó 86.307, con un aporte de 3.881 votos del ahora concejal Julio Vivero, único representante renovador en estas elecciones. Así, al oficialismo se le fugaron más de 50 mil votos, que le alcanzarían para sumar dos diputados con comodidad.
En cambio, el radicalismo, que había sacado doce mil votos en 2011 -16.676 en total en el FUD-, ahora en soledad trepó a más de 30 mil, duplicando su caudal y peleando palmo a palmo los últimos votos sin contar, con la esperanza de conseguir una tercera banca en la Capital y, si se replican los votos a diputados, una más en la Legislatura, con lo que alcanzaría cinco bancas, restando una más a la Renovación.
En 2007 la Renovación se había alzado con el 25 por ciento de los votos y en 2009 con el 61.5, cuando seis de cada diez posadeños eligieron al oficialismo. Con los datos del domingo, están por debajo del porcentaje de hace seis años, con el 24.60 por ciento de los votos.
Los dirigentes radicales insisten en que los resultados pueden ser incluso más favorables, ya que quedan 110 mesas sin cargar y en Posadas, según sus cómputos, están 457 votos arriba en la categoría concejales de Posadas, lo que le permitiría acceder a la tercera banca en detrimento del partido por la Salud, la Educación y el Trabajo. De las mesas que quedan sin cargar en el Correo, 32 son de Posadas y 22 de Eldorado, donde el radicalismo obtuvo un rutilante triunfo.
Si los votos se traducen en la categoría diputados, estiman, estarían en condiciones de pelear una quinta banca, haciendo peligrar el ingreso de la novena de la Renovación.
El partido Trabajo y Progreso hizo su autocrítica por el bajo caudal obtenido en Posadas, donde desde que se fundó se hizo fuerte. “Observamos que algunas otras fuerzas políticas han crecido electoralmente de manera importante, han podido captar de mejor manera que nosotros la atención y el voto de un electorado descontento, pero este nuevo escenario plantea desafíos distintos, y vamos a trabajar duro para seguir avanzando, creciendo y, como siempre, proponiendo”, dijo Victor Kreimer, el diputado de TyP que seguirá acompañado por Claudio Wipplinger, pero sin tanto respaldo: de ser la segunda fuerza en 2009, hoy en día se ubica como cuarta fuerza, detrás de su ex partido Unión Pro.
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