Un portazo dentro del Partido Justicialista es otro síntoma de las discrepancias internas que anticipan más dificultades para el tiempo electoral que se aproxima.
Esta vez el ruido se escuchó en los espacios deliberativos de la Avenida del Líbano, donde los legisladores vecinales ya buscan espacios y comienzan a moverse de acuerdo a las perspectivas del año que se inicia.
Algunos de ellos no parecen estar muy conformes con el resto del bloque al que representan y optaron por decir adiós sin mayores remordimientos.
Pese a la inminencia del cierre del año en el Concejo Deliberante capitalino, las sorpresas y los acomodamientos políticos tan propios del comienzo de ciclo, se dieron a pocas horas del cierre de sesiones del período ordinario.
El alejamiento del concejal Gustavo Serralta del bloque justicialista muestra claramente uno de esos síntomas en el estado de ánimo filas adentro del partidario y que vienen cumpliendo ciclos cada vez cortos y devastadores para la performance partidaria, sobre todo en la ciudad.
El extrovertido concejal Serralta, que llegó a la banca con la lista del justicialismo, dio a conocer la determinación de alejarse del bloque por "diferencias internas", aunque no explicó si esas diferencias se dieron con sus colegas Frida Fonseca y Gastón Galindez, quienes hoy quedaron como únicos integrantes del bloque que en otras épocas supo contar con ostentosas mayorías.
La determinación de Serralta es irreversible ya que también anunció que trabajará con el monobloque "Compromiso Justicialista", aunque el nombre se parezca a una justificación más nostálgica y semántica, que a un compromiso partidario.
Pero lo que también deja el alejamiento de Serralta es un detalle histórico y una lectura POLÍTICA contundente: nunca el PJ tuvo tan pocos ediles en un bloque del Concejo Deliberante de la ciudad de Salta.
Algunos recuerdan y hacen un paralelismo con el Partido Renovador, que comenzó con un proceso similar y que hoy no solo se quedó sin concejales capitalinos, sino que también se quedó sin nombre propio en el esquema político de la provincia.
Una muestra de cómo los objetivos van perdiendo espacio dentro de la vida partidaria, son los resultados electorales que se vienen repitiendo con asombrosa frecuencia en cada elección y que dejan al PJ con menos representantes en una sangría electoral que se cumple en forma irrestricta cada dos años.
Este declive es demasiado notable aunque las autoridades del PJ pretendan ocultar la realidad con ausencia de autocríticas y poniendo la responsabilidad de la crisis en la dirigencia nacional.
Al menos esa es la sensación que dejó el Congreso Partidario que se desarrolló hace unos días en la localidad de Moldes.
No hubo autocríticas cercanas, pero si manifestaciones que apuntaron al peronismo a nivel nacional porque "está disgregado", argumento que sirvió para justificar que el movimiento en Salta está en emergencia por este motivo.
No se habló de candidaturas y se expuso un discurso eufórico que sólo ofreció fanatismo y militancia, pero sin objetivos concretos.
A tal punto que no hablaron de candidaturas, ni de alianzas, ni posiciones con respecto al año electoral que vendrá con los primeros meses de 2017.
Los congresales, 79 presentes, aprobaron el balance anual, el informe del consejo provincial, de la Comisión de Acción Política (CAP) y de la labor de legisladores nacionales y provinciales. Apenas un trámite administrativo.
Manuel Santiago Godoy encendió la mecha en uno de los discursos: "Y si hay que abrir el partido para que otros vuelvan, lo haremos. Y si hay que criticar a los otros porque hacen mal las cosas lo debemos de hacer", agregó Godoy.
En ese punto, dirigentes del interior volvieron a pedir mayor representatividad partidaria y la respuesta fue la misma: "Surgirá del consenso del partido".
Por lo bajo, algunos de los presentes recordaron, para el caso, que el PJ en la Cámara baja de la Provincia cuenta con cinco diputados por Capital, cuatro de los cuales finalizan su mandato el año que viene, entre ellos el propio Manuel Santiago Godoy.
Sólo Lucas ("Luquitas") Godoy, su hijo, tiene la banca asegurada hasta 2019.
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