¿Cuáles fueron las razones de los desacuerdos? Política del Sur indagó en los motivos. Insaurralde, que comanda la liga habría bajado la convocatoria. Kicillof divide las aguas. Cómo se cuenta el poroteo de cara al próximo encuentro en febrero.
Por: Ricardo Carossino
Había una reunión de intendentes de la Primera y la Tercera Sección para este fin de semana pasado, pero se postergó a último momento. La pregunta es qué pasó. Según pudo indagar Política del Sur, sucedieron varias cosas, pero la fundamental fue la carrera electoral.Ahora se habla de un gran encuentro en febrero en el marco del PJ bonaerense con la presencia del diputado y presidente del Justicialismo, Máximo Kirchner. Y surgen otras preguntas: ¿habrá fumata blanca entre el gobernador Axel Kicillof y los jefes comunales? ¿Será de la partida el alfil bonaerense de Cristina Fernández de Kirchner?De cara a las elecciones 2023, el jefe de Asesores, Carlos Bianco, opinó que Kicillof “probablemente conoce como nadie la provincia y tiene un programa de gobierno para los próximos años”. Además afirmó que “lo más natural y lógico” es apuntar a una relección aunque sometió esa decisión a “las consideraciones sobre la estrategia y la táctica política que se vayan a llevar adelante”.
No es un tema fácil la Provincia de Buenos Aires. Es nada menos que el 37% del padrón electoral nacional y en ese porcentaje, el conurbano manda. Por esa razón, ya en el comienzo de un año electoral, donde el peronismo está contra las sogas como nunca lo había estado desde 1999 (cuando entre la Alianza y Domingo Cavallo, se llevaron el 59% de los votos, contra el 38% de Eduardo Duhalde), lo ánimos en lugar de calmarse para encontrar estrategias de unión, se tensan al calor de las ambiciones.Pero esas ambiciones no son antojadizas, sino todo lo contrario, porque nadie asegura un triunfo hoy en la Provincia, ni Axel Kicillof ni el diputado nacional Diego Santilli. Y ahí parece estar la madre del borrego. Hay encuestas que dan una paridad cerrada entre ambos contendientes (exceptuando las de Clarín que hasta publicó que Gustavo Posse podía vencer al primer mandatario bonaerense), por lo que los varios intendentes tienen una mirada distinta a la del gobernador.El empate técnico (por el momento) se conoció hace una semana a través de una muestra de la Consultora CB. La encuesta midió un escenario donde se juegua un mano a mano entre Santilli y Kicillof. En esa elección, según la foto de enero, el candidato del PRO mide 33,1% y el representante del FDT, llega a 32%.
Dada la polarización que ya se empieza a vislumbrar, entre un kirchnerista y un macrista que tensan la elección desde los extremos, los intendentes ven otro escenario posible y esa es la razón por la que se suspendió el encuentro, según confió a PDSur una fuente cercana a un ministro bonaerense.A nivel nacional, se habla (llegado el caso de que la inflación baje) de ir a una elección moderada por el medio, donde Horacio Rodríguez Larreta se enfrente a Sergio Massa. Desde esta perspectiva, los jefes comunales leen esta receta también en sus territorios por eso, muchos opinan que un jefe comunal sin tanta exposición K, tendría que ser el candidato para pelearle a Santilli.Como ya había publicado Política del Sur hace un mes, adelantando de alguna manera la jugada de Martín Insaurralde, el jefe de Gabinete sería la figura elegida para moderar el escenario electoral y completar la estrategia anti grieta.Se esperaba para la semana pasada que existiera un consenso un poco más amplio del que hay, para que los poderosos alcaldes del conurbano se sentaran en una misma mesa, pero Kicillof, está dividiendo el tablero provincial y hay intendentes que empiezan a jugar para él.Desde hace tiempo, varias fuentes del peronismo provincial, insisten a PDSur que Kicillof encabezando la boleta de senadores nacionales sería la táctica ideal para asegurar los votos kirchneristas a nivel nacional dado que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no será candidata, pero otros como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, aún no dan a la dama por caída y eso confunde el escenario para todos.La idea de la Liga de Intendentes parece estar suspendida. Insaurralde tampoco termina de lanzarse o de alentar los rumores de su candidatura. En su entorno no están seguros si la precaución puede jugarle a favor o en contra al intendente con licencia de Lomas de Zamora, que por el momento al ver la sorpresiva división que operó el gobernador, habría arbitrado para que la liga no se reuniera.
En el poroteo inicial, por el lado del gobernador se estarían contando los apoyos de Juan José Mussi (Berazategui), Lucas Ghi (Morón), Federico Achaval (Pilar), Fernando Espinoza (La Matanza), Gastón Granados (Ezeiza), Julio Zamora (Tigre) o el ultracristinista Mario Secco de Ensenada, además de sectores gremiales como Camioneros, ATE, la CTA de los Trabajadores y SUTEBA. También habría alcaldes del interior de la provincia como Gustavo Barrera (Gesell), Pablo Zurro (Pehuajó), Sergio Bordoni (Tornquist) y Jorge Paredi (Mar Chiquita).Por el lado de Insaurralde, estarían la mayoría de los dueños distritales peronistas restantes, sin la definición categórica por ahora, del ministro y hombre fuerte de San Martín, Gabriel Katopodis y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Un caso aparte es el de Juanchi Zabaleta de Hurlingham que operó una nota con el diario La Nación en la que salieron perjudicados sus pares del conurbano y ahora no se sabe bien para qué bando se inclina, ya sea dentro o hasta por fuera del Frente de Todos, pero se lo cuenta con enfrentado a La Cámpora por lo tanto del lado de Kicillof.
De todos modos, según transcendió desde el kirchnerismo de la Primera Sección Electoral, por una fuente del massismo de Morón que dialogó con este diario web, MI contaría con el apoyo “casi cantado de Máximo (Kirchner) y Sergio (Massa)”, sabiendo ambos que “Axel levantaría mucho la boleta nacional con el voto K, si fuera candidato a senador nacional por la Provincia”.En el mientras tanto, la precaución reina en las filas del FDT bonaerense porque al tiempo que Insaurralde mantiene un silencio zen respecto de sus ambiciones, el gobernador se refirió a su reelección y dijo en su recorrida por la costa atlántica la semana pasada: “Estoy para hacer otro mandato porque me gusta. Creo que armamos un muy buen equipo, pero las candidaturas se resolverán en conjunto”.La falta de un primer borrador de consensos y acuerdo electorales fue lo que hizo suspender el encuentro de la Liga de Intendentes y se planea para febrero una foto peronista con Máximo, una imagen más acorde a Insaurralde que a Kicillof, a menos que para ese momento el gobernador tenga ya una proyección nacional para aportar votos K.
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