“Este proyecto es un respaldo a una empresa del Estado (ARS) y es importante para generar y consolidar empleo con una visión estratégica como son la energía eólica y las posibilidades que se vienen en el país”, indicó Breitenstein y destacó “la diversificación de la producción hacia este sector económico promisorio y dinámico”.

Por medio del contrato, la ANPCYT adjudica un subsidio de más de 23 millones de pesos y el Consorcio aporta el monto restante hasta cubrir el costo total del Proyecto, cercano a los 50 millones.

Además ponderó que el ministerio de Producción haya incorporado el concepto de ciencia y tecnología con “el objeto de complementar y fortalecer las políticas científicas tecnológicas nacionales, que es una política de Estado y una de las mejores banderas que ha tenido la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”.

El Consorcio -conformado por la cartera productiva; la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); el Ente Administrador del Astillero Rio Santiago y la Empresa Metalúrgica Calviño S.A.- permitirá el desarrollo, prototipeado y producción seriada de aerogeneradores de alta potencia que ubicará a Argentina y al Mercosur como un competidor en el mercado internacional de la energía eólica.

El proyecto Polo Eólico Buenos Aires es un ejemplo, no sólo de articulación público-privada, sino también de la vinculación exitosa entre el sector productivo y el académico. Asimismo propiciará la generación de empleo calificado, la sustitución de importaciones, el aumento de exportaciones, la profundización de la integración MERCOSUR y la incorporación de energía renovable en la matriz energética del país.

Participaron además los presidentes del directorio de la ANPCyT, Armando Bertranou y de ARS, Héctor Scavuzzo; el subsecretario de la Pequeña, Mediana y Microempresa, Rúben Geneyro; la directora provincial de Planeamiento, María Apólito; el presidente de la UNLP, Fernando Tauber y el titular de Metalúrgica Calviño, Gastón Guarino, entre otras autoridades.