Conceptos como followers (seguidores) o like (me gusta) forman parte del lenguaje cotidiano de los argentinos. Y los políticos no son ajenos a esta moda, arrastrados por el tsunami comunicativo que significan las redes sociales.

Todos quieren estar, todos buscan mayor visibilidad, como parte de su estrategia; para lo cual acumulan perfiles y páginas en los tres principales soportes: Twitter, Facebook e Instagram.

Una observación no demasiado profunda permite descubrir que funcionarios del Ejecutivo de María Eugenia Vidal, legisladores e intendentes destinan tiempo y dinero a la dura tarea de participar del debate diario en las redes; algunos con más éxito y otros evidenciando poca

preocupación por estar al día en la interacción con sus seguidores y/o seguidos.

Con algunos autoexcluidos, la batalla electoral también se libra en la red de redes, y este año será particularmente activo. Algunos, ya largaron y otros analizan distintas estrategias.

Consejo de experto: actuar siempre con una estrategia

“Las redes sociales no te van a hacer ganar una elección, pero te van a aportar; eso, seguro. Y mal usadas te la pueden hacer perder, porque son un arma de doble filo”, manifestó el director de Academia ID, Federico Vulcano. El experto en redes recomendó a los políticos “trabajar siempre con una estrategia, con objetivos bien claros. No para comunicar lo que a nosotros nos parece”.

Además señaló que en el caso de un perfil en Facebook conviene “no publicar más de dos o tres cosas por día. En Twitter, en cambio, podemos hablar un poco más y, al ser un microblog, debemos renovarlo con más frecuencia”.

En cuanto a los intendentes, “también tienen las redes sociales institucionales, y ahí depende de las acciones que se quieren mostrar”, expresó Vulcano.

Por último, el consultor aseveró a La Tecla que “Twitter es la red donde los políticos parecen sentirse más cómodos, porque pueden interactuar con otros políticos, con los ciudadanos y hasta con los periodistas”.

Felipe, la chancha y los pollitos

Uno de los temas más comentados en redes fue el boom de Felipe Solá. El exgobernador

cuenta ahora con el asesoramiento de Juan Courel, con pasado en la gestión Scioli. “Felipe, siempre, fue un tipo mordaz, disruptivo, y creímos que tenía que volcar esa forma

de hablar a sus redes sociales”, aseguró a La Tecla el analista.

Acerca del éxito obtenido indicó que “tuvo un buen resultado porque muestra genuinamente lo que él representa. No es un político acartonado. ni que se cuide demasiado de lo que dice”. En ese marco, Solá comenzó la saga de la chancha Pelota, su mascota; además de los

cinco pollitos que, según confesó, encontró una mañana en la cama matrimonial.

“En el caso de la chancha, el caso no es que usó las redes para publicar sobre eso; el éxito es

porque realmente tiene una chancha en su casa. Es decir, el personaje no está inventado, es la realidad; por eso tuvo un gran nivel de alcance, de retuiteo”, expresó Courel. Y aclaró que no sólo se trata de la chancha por la chancha misma, sino que “aprovecha para bajar

una línea política, como la unidad del peronismo”. Reconoció además que se busca llegar a quienes, por edad, no conocen tanto al exgobernador.