El mandatario destacó el desempeño de Corti, pero dejó en claro su potestad en las decisiones. Galassi dijo que el próximo ministro “no será ninguno de los que estuvo”.
“Los ministros son brazos ejecutores de las decisiones que toma el gobernador”, añadió esta mañana Bonfatti, en el diálogo que mantuvo durante el agasajo a los periodistas que brindó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
El mandatario reconoció también el desempeño de Corti “porque es una persona que hizo mucho por transformar la política de seguridad en la provincia”.
No obstante, subrayó que “las políticas públicas de todas las áreas las fija el gobernador”, y dijo que la designación del nuevo ministro de Seguridad no depende de un partido de fútbol. “Estamos buscando a aquella persona que reúna el perfil adecuado para un ministerio, no es fácil”, afirmó.
“Como provincia tenemos que poder garantizar un partido de fútbol”, señaló el gobernador al tiempo que dijo que “es mucho más que un encuentro entre dos equipos”, fijando su posición sobre el alejamiento de Corti.
“En sí no es un partido de fútbol solamente porque encierra muchas cosas más, y entonces debíamos encontrar alternativas, y allí optamos para que se juegue un lunes, en lugar de un domingo, para no disputarlo el mismo día que otros encuentros”, ilustró.
Lineamientos
Por su parte, el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, confirmó que el alejamiento de Corti fue por decisión del ex funcionario -y no como consecuencia de una evaluación sobre su gestión-, y que él mismo le pidió que la reconsiderase, pero que no tuvo éxito.
El funcionario tampoco estableció cuándo será nombrado el próximo ministro, y evitó entrar en la danza de nombres que proponían las preguntas periodísticas. Sin embargo, concedió una sola definición, en orden a descartar algunos: “Ninguno de los que estuvo va a volver a estar, más allá de que valoremos la capacidad y el trabajo de ellos, como es el caso de Daniel Cuenca”.
“Este es un equipo de trabajo y el perfil tiene que ser el de alguien capaz de manejarlo, porque la línea sobre la seguridad la maneja el gobernador. Acá no hay ninguna decisión que tome ningún ministro que no lleve la firma del gobernador. Cada uno de los ministros le imponemos nuestra propia impronta al trabajo, pero la decisión de depurar las fuerzas policiales y de establecer la seguridad como una de las prioridades, junto con el hábitat, las tomó el gobernador”, reiteró.
Por lo demás, ratificó la voluntad de depuración de la fuerza de seguridad, pero con la aclaración de que “la gran mayoría de la policía está trabajando muy bien. Son más de 18 mil efectivos y pasaron a disponibilidad 90. De modo que, cuando hablemos de quienes han deshonrado a la fuerza, pongamos el número que corresponde; si no estamos tirando un manto de sospecha sobre toda una institución, cuyos integrantes están en la calle cumpliendo su tarea”.
Galassi reconoció cuentas pendientes en la materia, pero también amplió el nivel de responsabilidades: “Sabemos que los objetivos que había fijado el gobernador no se están alcanzando, que la sociedad demanda más seguridad, que somos conscientes de que esto es un problema. Pero también, y no para sacarnos el tema de encima, debemos remarcar que la inseguridad se combate con la confluencia de todos los actores.
Responsabilidades
“El Poder Judicial es un actor fundamental, pero el Poder Legislativo también puede aportar. No sólo convocando a un ministro a que informe, sino desarrollando trabajo cotidiano. No podemos sentarnos a esperar que se nos informe. Se puede integrar la comisión de seguimiento de las fuerzas de seguridad que tiene previsto un lugar para legisladores, se puede convocar al gobierno nacional a que, más allá de la identificación partidaria que tengamos, trabaje en Santa Fe”, sostuvo.
Al respecto, añadió que “Nilda Garré es ministra de Seguridad de todos los argentinos, no solamente de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Hemos sido testigos de cómo durante días discutieron la seguridad en los subtes. Nos parece perfecto. Pero en Santa Fe también tenemos problemos y desde la Nación podrían aportar recursos económicos y humanos para mejorar la seguridad. Pero lamentablemente ha sido al revés, porque tiempo atrás se llevaron gendarmes para ayudar a custodiar el Gran Buenos Aires”.
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