Por: Javier Garbulsky.

Brian Castaño no pudo cumplir el sueño de los matanceros, y de parte del país que lo sigue y alienta. El púgil de Isidro Casanova, quien fue noqueado por el estadounidense Jermell Charlo, fue patrocinado por el municipio conducido por Fernando Espinoza, quien copó la transmisión televisiva del combate, mientras en la logística del bonaerense resaltaba el eslogan “Capital del deporte social”. 

Boxeo y política han ido, desde siempre, de la mano; no solo en Argentina, sino en muchos países en los que la popularidad que da este deporte ha servido de terreno partidario. 

En esta tierra, la llegada de la televisión impulsó la democratización del deporte, antes reservado a las clases bajas, y le dio una visibilidad nunca antes vista. Así, aún resuena aquella frase que lanzó a Juan Domingo Perón el recordado José María “Mono” Gatica, emblema del peronismo: “General, dos potencias se saludan”, en una imagen que ratificó la pasión que el expresidente tenía por este deporte. 

Si bien Gatica fue el emblema deportivo del peronismo, no menos importante fue la figura del estilista Pascual Pérez, el primer pugilista argentino en obtener la corona mundial. Peón rural y de origen humilde, encajó a la perfección en una “Nueva Argentina” que surgía, con el emblema de la movilidad social y el progreso de los más humildes como banderas centrales de las políticas del peronismo. 

Al ganar el título del mundo ante Yoshio Shirai, en Tokio, el popular “Pascualito” le dijo al periodista Manuel Sojit: “El recuerdo del general Perón, su estímulo, su cariño por todos los deportistas fue el acicate y el pensamiento que mantuvo mi fe, aun en los momentos más difíciles de la pelea”. Y cerró con un “Cumplí, mi general”. Perón, amante del deporte de los puños, estuvo sentado en la primera fila en aquella recordada pelea en el Luna Park de Buenos Aires.

LA MIRADA HACIA 2023 

Un excampeón con varias ofertas: Maravilla deshoja la margarita

El excampeón de peso mediano Sergio “Maravilla” Martínez está en la mira de varios sectores políticos. Y aunque el propio deportista asegura que es pronto para decidir, varios son los dirigentes que se le han acercado en los últimos tiempos. Días atrás estuvo en Azul, junto al alcalde “independiente” de ese distrito, Hernán Bertellys, quien se comprometió a apoyar la producción de “El Búfalo. El golpe final”, incluso convocando a los azuleños a inscribirse para papeles de extras, cuando se filme, en los últimos días de mayo. “Estamos realmente orgullosos de que hayan elegido nuestra ciudad para filmar parte de esta importante película, y vamos a poner todo a disposición para que puedan trabajar de la mejor manera”, aseguró Bertellys. 

Cabe recordar que Cristian Ritondo lo habría tentado para ser candidato del ala dura PRO en Quilmes, donde Diego Santilli tiene a su propio postulante: Martiniano Molina. Otros recuerdan que en la previa de las PASO del año pasado, Maravilla llamó a respaldar al candidato radical de Dar el paso, el neurocirujano Facundo Manes.

El malvinense con banca que llegó a lo más alto

Con una carrera profesional que comenzó a los 20 años, Pablo Gómez es el campeón sudamericano de la categoría Gallo, tras derrotar a Leandro Silva. El combate tuvo lugar en el Polideportivo Municipal de Malvinas Argentinas, distrito en el que reside. El boxeador bonaerense se entrena en las instalaciones públicas y recibe un considerable apoyo por parte de la Comuna. 

El vínculo con el Municipio comenzó durante la gestión del intendente (en uso de licencia) Leonardo Nardini, hoy a cargo del Ministerio de Infraestructura provincial, y continúa con la jefa comunal interina, Noe Correa.

MARCELA “TIGRESA” ACUÑA

“A diferencia de la política, en el ring no se permiten golpes bajos”

Marcela Acuña ingresó a la política de la mano del exintendente de Tres de Febrero Hugo Curto, y llegó a ocupar una banca en el Concejo Deliberante. Conocida popularmente como “la Tigresa”, la púgil sostuvo que “hay muy pocos políticos que se dan a conocer con el deporte, está bueno que sea con el boxeo, que es considerado una actividad de pobres. Los boxeadores son considerados ignorantes, y yo creo haber dejado claro que no es así, y hasta tenemos un mayor tacto con la gente, somos más humanos”. A punto de retirarse del profesionalismo, Acuña cree que “no todo es rédito, aunque acá todo se cataloga como que si me sirve lo hago y si no, no lo hago. Y no tiene nada de malo si un político deja ver que le gusta un deporte; incluso está bien que sean sponsors de deportistas, porque si no fuese así, muchas actividades no se podrían realizar, sobre todo para los boxeadores amateurs. 

El boxeo ya no solamente es algo recreativo, hoy cumple una función social, una inclusión”. Acerca de su experiencia consideró que “la política es mucho más difícil de lo que uno ve de afuera; vos pensás cambiar el mundo y cuando entrás te das cuenta de que es complicado. Menos mal que soy boxeadora, porque aguanté todos los golpes; yo recibí más en la política que arriba de un ring. Aparte, en el ring, a diferencia de la política, no están permitidos los golpes bajos”. Finalmente señaló: “Sigo militando en el distrito, pero no descarto volver a presentarme para algo. Más ahora, que estoy pensando en colgar los guantes, y si tengo la posibilidad de estar el año que viene, voy a dedicarme de lleno a la política”.

SALTO EN BRANDSEN

Látigo y la política tras los guantes

El excampeón mundial Juan Martín Coggi dejó la práctica profesional para internarse en los senderos de la política. Años atrás fue candidato a intendente de Brandsen, ciudad en la que reside, por el Partido Vecinal, un espacio que apoyó al kirchnerismo, y al que llegó luego de su ruptura con el Frente para la Victoria. En octubre de 2011, el entonces candidato peronista, Gastón Arias, alineado con el sciolismo, derrotaba en las elecciones locales a Daniel Cappelletti (hoy alcalde del distrito), y Coggi participó de los festejos del flamante jefe comunal. Sin embargo, los caminos del excampeón se alejaron de Arias para recalar en las filas de Kolina, la agrupación comandada por Alicia Kirchner. 

El salto se produjo en 2013, de la mano de la dirigente local Sandra Gallardo, con la idea de desarrollar proyectos vinculados al deporte para los niños y los jóvenes del distrito.

LOS INTENDENTES Y EL BOX

De todos los colores, de todas las épocas, junto a sus “créditos”

Muchos son los alcaldes, entre ellos los bonaerenses, que se han acercado al boxeo por medio de sus “créditos” locales, sin distinción de colores partidarios. En algunos casos por afición y localía, en otros, porque siempre aseguran difusión mediática, con esponsoreo del Municipio en muchas ocasiones. Por caso, el veterano alcalde peronista de José C. Paz, Mario Ishii, recibió a Jesús Cuellar tras la defensa del título de campeón mundial en Las Vegas (el púgil se entrena en el CERMUN, un centro deportivo municipal). 

Otro caso es el del ultramacrista Camilo Etchevarren, jefe comunal de Dolores, quien supo reunirse en varias ocasiones con Jonathan Eniz, dolorense que enfrentó al campeón del mundo César Cuenca en Mar del Plata. También el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, ofreció un reconocimiento a Marcelo “Toro” Domínguez, excampeón del mundo de la categoría Crucero, en el transcurso de un festival de boxeo amateur realizado en el Club Social y Deportivo El Fortín de aquella ciudad. Domínguez, en tanto, ofreció una clínica gratuita, gestionada por la Subsecretaría de Deportes y Recreación de la Comuna. 

En la lista hay que contar también al intendente de Marcos Paz, Ricardo Curutchet, quien homenajeó a Facundo “Topo” Arce, nacido en dicho distrito. Lo mismo ocurrió tiempo atrás en Junín, donde el alcalde PRO, Pablo Petrecca, reconoció a Nicolás de León, tras adjudicarse el título argentino en peso ligero, a quien el jefe comunal nombró como “embajador de la ciudad”.