El presidente de Agua Potable de Jujuy dijo que el mantenimiento del servicio es muy elevado ya que la mayoría de las cañerías y piezas especiales que emplean son importadas, por lo que se cotizan en dólares. Destacó la importancia del convenio firmado con una consultora israelí que permitirá diseñar el plan de manejo de aguas en toda la provincia para los próximos 20 años.
Por: Laura Ballatore.
¿A la luz de las acciones encaradas a partir de su llegada a la empresa estatal puede entenderse que la gestión del agua es política de Estado en Jujuy?
Con letras grandes la política de Estado número uno del gobernador Carlos Sadir es el agua en todas sus formas. Esas han sido las directivas que tengo para trabajar: cuidar el agua en todas sus formas y hacer que el sistema funcione lo mejor posible y hacer dentro de las posibilidades todas las obras que estén a nuestro alcance.
En el caso de que llegase a aparecer financiamiento internacional, tenemos proyectos de gran envergadura para mejorar muchísimas cosas. En una intervención mínima para mejorar el sistema estamos hablando de 10, 15 o 20 millones de dólares. Acá las cifras no tienen nada que ver con lo que uno está acostumbrado en la vida diaria. Una intervención pequeña en agua potable cuesta entre 80 y 100 millones de pesos.
Entonces muchas veces puede haber queja de la tarifa, pero hoy estamos pagando 168 pesos los 1.000 litros de agua puestos en la casa en forma segura y permanente.
En función de costos relativos, el agua es lo más barato. Y el costo de mantener el servicio es muy elevado porque las plantas de agua trabajan con elementos químicos para el tratamiento que son importados y en dólares. La mayoría de las cañerías y piezas especiales que se usan son importadas y se pagan en dólares. Nosotros también hemos sufrido un 70% de incremento del costo energético que nos deja temblando. Es un cúmulo muy grande de inversión para que el agua llegue a la casa.
Estamos en un delicado equilibrio financiero porque las cosas van cambiando minuto a minuto, los aumentos de todos los días. Todo es monstruoso en tema costos y uno tiene que tomar conciencia de que las intervenciones tienen que ser lo justo y necesario para esta época. Pero más caro nos sale tener un riesgo de rotura de un puente que hacer la intervención y aparte si beneficia 345.000 jujeños, no se duda en hacer. Y si tenemos que beneficiar a 10 vecinos, tampoco se duda en hacer porque acá no es que solamente apuntamos al cúmulo gigante, hemos intervenido en lugares como San Miguel de los Colorados, en la Puna adentro, donde las crecientes de los arroyos destruyeron el sistema de agua. Fuimos con nuestra gente, hoy ya está repuesto.
Nosotros intervenimos en todos lados y cada zona de la provincia tiene su particularidad en el sistema. Hay lugares donde hay 200 personas, nosotros asistimos igual. No hay discriminación de ninguna naturaleza, el agua es para todos y la política del gobernador Carlos Sadir es que llegue a todos los jujeños.
Recientemente se firmó un convenio con una consultora israelí. ¿Podría brindar detalles del acuerdo?
El 3 de abril el gobernador de la provincia firmó un convenio con el Consejo Federal de Inversiones y una consultora israelí para generar el plan de manejo de aguas en toda su naturaleza en la provincia para los próximos 20 años. Es una política de Estado trascendente de Carlos Sadir que va a permitir tanto al sistema de producción, de industria, de riego y lo que es agua potable y saneamiento cloacal, nuevos reservorios, nuevos sistemas de conducción y organización.
Es un tema apasionante y nosotros tenemos también una parte importante de lo que es la planificación de las aguas porque de aquí va a surgir la necesidad de las obras que hay que hacerse para los próximos 20 años para que el sistema pueda tener disponible el agua y el saneamiento cloacal para el conglomerado del Gran Jujuy y de toda la provincia.
Esto no es solo Yala, San Salvador, Alto Comedero, Palpalá, esto tiende a unirse con Perico, lo que no es menor.
Con el telón de fondo de las restricciones en materia de obra pública dispuestas por el Gobierno nacional, cómo se maneja la empresa que usted conduce para encarar los trabajos que se requieren en procura de brindar un servicio tan vital como es la provisión de agua.
El sistema de agua tiene su tiene su complejidad. Hay puntos de rotura que son recurrentes, lo que se llama en estadística, y eso significa que si hay una ocurrencia con un tiempo muy corto de accidentes de rotura, ese punto tiene que ser tratado en una reingeniería.
El primer trabajo de reingeniería que hicimos fue sobre el acueducto de 400 que estaba sobre el cauce del arroyo las Martas, en Palpalá, que este año furioso de tempestad en veinte días tuvimos cinco roturas consecutivas que no nos daban tiempo al terminar una que caía la otra entonces. En diez días se genera una reingeniería, sacar el cauce el acueducto y olvidarnos del problema.
Y empezamos luego un desafío importante en el puente Paraguay que es una obra emblemática, la segunda reingeniería que comenzamos.
Se diseñó y planificó con el cuerpo de ingenieros de la empresa. Todo el objetivo era que la intervención principal -que era la colocación de la cañería y extracción de la vieja- estaba prevista en 24 horas duró 16 horas. Era muy compleja la intervención porque no era solamente cambiar un caño, era operar todo el sistema para que la gente sufra de la menor cantidad posible de falta de agua.
Esta rotura debe haber tenido más de 7 años, había pérdida de agua y era complejo. Se hizo sin problemas. Ha tenido un trabajo de planificación muy importante. Gracias a Dios salió todo bien y hoy está funcionando a pleno. Hemos aprovechado para poner más elementos de seguridad y de control.
En los hechos concretos, ¿esta obra implicará una mejora en la provisión del servicio, el vecino podrá notarla, por ejemplo, en la presión del agua?
Todas las obras de acueductos que se hacen no se ven, pero son las que se usan y disfrutan a cada momento todos los ciudadanos de la provincia. No hay nadie que no use el agua.
Lo que va a tener la gente ahora es una mejora en presión en muchos puntos que faltaban.
Al haber una pérdida permanente había falta de agua y hoy vamos a tener un caudal disponible mejor. La influencia de esta obra era sobre 345.000 personas, no es menor.
Entonces lo que el ciudadano va a ver en su casa es que el agua le va a llegar permanentemente y a buena presión siempre. Por supuesto que falta hacer un montón de intervenciones pequeñas, pero que son de apoyo al sistema.
Al margen, el saldo disponible de caudal me permite habilitar zonas que hoy estaban comprometidas con los caudales y vamos a poder distribuir más agua y habilitar nuevos servicios.
En el marco de la ampliación de los servicios a nuevos barrios, la gente a la hora de comprar un terreno debiera cerciorarse de que dispongan estos servicios elementales porque después hay inconvenientes.
La misma ley de loteo dice que para la venta de los lotes tiene que estar todo habilitado. Hay de todo digamos en el mercado, hay prácticas de hace muchos años que se hacían lotes, se los vendían y después se transfería prácticamente el problema al Estado. Yo no voy a criticar a nadie, pero si la gente va a comprar un lote sin servicios, es un problema serio. Nosotros no es que vamos a resolver los problemas a la gente que hace el loteo, nosotros vamos a ampliar las redes en función del crecimiento real.
Es una realidad, todos los días nacen chicos, las familias se van agrandando. En diez o quince años una situación familiar cambia totalmente y quince años pasan volando.
Entonces cada vez hace falta proveer más servicios. Hay que buscar nuevas fuentes y seguir manteniendo los aportes de caudales para el sistema. Este es un sistema evolutivo, dinámico, todos los días cambian las condiciones operativas y las condiciones de crecimiento. Y el movimiento económico de la propia ciudad tiene que ser acompañado con servicios de agua potable, cloacas, luz.
El Estado no puede ignorar esta situación y es por eso que la empresa de agua también tiene su planificación. Cuando hace las obras son mínimamente planificadas a 20 años.
¿Considera necesario que las casas dispongan de tanques de agua? ¿Es real que contribuyen a mejorar la presión?
El tema del tanque de agua es absolutamente necesario porque no solo mejora el sistema de producción en el hogar, sino también permite que la empresa de servicios pueda siempre disponer de buena presión para que el tanque funcione y asegure la calidad del agua.
El tanque en hoteles, en todo establecimiento industrial, es súper importante para que tengan la continuidad porque roturas del sistema va a haber siempre, eso es inmanejable. La edad de todo el sistema de producción de agua en todas las provincias ya tiene muchos años, tiene materiales frágiles y las roturas son absolutamente probables. Entonces la posibilidad y probabilidad de que un sector quede sin agua por algunas horas es absolutamente alta, por lo tanto tener un tanque de agua evita muchos inconvenientes.
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