Se trata de la mujer que acompañó al confeso partícipe en el asalto que terminó la con vida de Adolfo Gallego Moreno. Se presume que podría estar en Mendoza, San Luis, Córdoba o La Pampa. Los lazos con el delito de la prófuga.
Rita y Raimundito se conocen de Palmira desde siempre. Ella es apenas dos años mayor que él pero siempre han vivido a poca distancia, en la barriada del sur de la ciudad.
El 28 de febrero pasado Rita estuvo a un paso de quedar detenida, no por sus antecedentes sino por los de quien la acompañaba: Rubén Antonio Peré Calderón, un pampeano de 52 años sobre el que pesaba un pedido de captura de la Justicia de San Luis por un violento asalto cometido en 2010 contra un estanciero de Justo Daract y que ya había cumplido una condena por un homicidio cometido en 1987.
Ese martes 28 de febrero Peré fue capturado por personal de Investigaciones de la zona Este cuando circulaba por Carril Montecaseros y carril Norte a bordo de un Corsa blanco y acompañado por Rita y el bebé, que es hijo de ambos. Peré había conocido a Rita hacía algunos años atrás y, muy posiblemente, también haya trabado trato con Raimundito, quien sabía cobijarse debajo del ala de personas de peso en el ambiente delictivo.
Sobre Rita ya pesa una orden de detención desde hace varios días y esa solicitud se ha irradiado a otras provincias y se ha puesto en alerta especialmente a las policías de San Luis, Córdoba y La Pampa, territorios que Peré conoce bien y en donde tiene muchos allegados.
“Soy un ladrón, no un asesino”
Fabián Cayetano Vega fue un precoz ladrón para dolor de su madre, quien siempre se esforzó infructuosamente para encarrilarlo. Los registros indican que desde los 12 años comenzó a visitar la comisaría de Palmira, primero, y después también la del centro de San Martín.
En ese tiempo era bajito y delgado y se escurría por cualquier abertura mínima que hubiera en las viviendas y comercios. Siempre su supuso que robó para otros, pero esto nunca se pudo comprobar. A los 16 comenzó a cometer robos con armas y en el prontuario policial también se le adjudican asaltos seguidos de abuso sexual.
Hay una anécdota que quedó el la historia y que lo pinta de cuerpo entero. Cierta tarde, todavía siendo menor, Raimunidto fue trasladado al COSE, un móvil policial de Palmira. Los policías lo dejaron allí y regresaron. Cuando el patrullero reingresaba a Palmira se cruzó en la calle con… ¡Raimundito!, que ya se había fugado y había regresado antes que ellos a la ciudad.
Para el común de la gente su apodo se hizo famoso cuando fue nombrado en la causa Bolognezi. Una versión sostenía (la misma que él mismo declaró en el juicio) que le habían ofrecido plata para hacerse cargo del crimen del Kote. “Yo les dije que no. Soy ladrón pero no asesino”, señaló en su momento.
Fabián Vega cayó preso por robos a mano armada y salió en libertad en 2010. Aseguran que siempre tuvo una figura fuerte que lo protegió en la cárcel y que volvió a delinquir incluso durante sus salidas transitorias, pero se cuidada de cometer robos en la zona Este, ya que estaba “escrachado”.
Joven y con la condena cumplida Raimundito se dejaba ver por las calles de San Martín. Vestía bien y se había ganado cierta simpatía dentro del mundo “legal”. Los ladrones no tienen obra social y por eso era frecuente verlo en el hospital Perrupato para solicitar atención médica para él o para alguien de su familia. Incluso en los días cercanos al asesinato del abogado Moreno había sido visto rondando por allí.
Si bien toda la policía de la provincia estuvo tras de él, fue el personal de Investigaciones de la zona Este quien dio con su paradero en Maipú. Él mismo y sus allegados habían delatado su escondite, mientras buscaban alguien que le brindara asistencia médica por el balazo que tenía incrustado en el omóplato y que cuya bala, supuestamente, había partido de una de las pistolas que tenía Moreno.
El hombre de Rita
Rubén Antonio Peré Calderón (52) está detenido en San Luis. Es la pareja de Rita y padre de su hijo. Según archivos de diarios pampeanos el 14 de diciembre de 1988 Peré fue condenado a 18 años de prisión por el homicidio del productor agropecuario Mario Antonio Yorgoban, ocurrido el 28 de marzo del año anterior.
El cadáver fue encontrado con un disparo en el ojo dentro de su camioneta sobre la ruta provincial 12, a 25 kilómetros al noroeste de Santa Rosa y le faltaban 3.000 australes que nunca fueron recuperados. Por ese crimen también fue condenado como coautor Víctor Hugo Cortez. Luego a Peré se le sumó un año más de cárcel por los delitos de facilitamiento a la prostitución y robo.
El condenado cumplió la mayor parte de la pena en la Unidad 9, de Neuquén y se le dio por cumplida el 6 de mayo de 2006.
El siguiente capítulo en el historial judicial del pampeano Peré se comenzó a escribir en la noche del 28 de mayo de 2010 en el casco de la estancia El Ruiseñor, a 12 kilómetros de Justo Daract. El hacendado Roberto Ruiz (59) y su mujer María del Carmen Muñoz fueron sorprendidos por un grupo de cuatro hombres armados y vestidos de policías que se apoderaron de una suma que superó los $300.000. A las víctimas les pisaron la cara. Además les quemaron el abdomen, los pies y las piernas con el atizador de una estufa.
Increíblemente pocos días después, el 23 de junio, Ruiz volvió a ser asaltado en su casa, con un modus operandi idéntico. Estos dos asaltos sucesivos produjeron el pase a revista pasiva de cuatro jefes policiales y se los sometió a una investigación penal.
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