La policía reprimió en los vestuarios

La policía reprimió en los vestuarios

Los jugadores de Belgrano denunciaron a los efectivos de golpearlos y lanzarles gases lacrimógenos en el camarín. Una locura.

Los gritos retumbaban en la intimidad de esa mole de cemento que es el estadio Malvinas Argentinas y el eco ganaba los pasillos. Se oían golpes e insultos por doquier y el aire se impregnaba de un olor raro.

El encuentro entre Godoy Cruz y Belgrano terminó de la peor manera, con los futbolistas enroscados en una pelea a golpes por una supuesta cargada del ecuatoriano Kevin Mercado que desató la locura de los jugadores celestes. Los más sensatos pensaron que la salida del volante del Expreso era lo más sensato, pero los jugadores cordobeses también bajaron y volvieron a cruzarse en la zona mixta, donde volvieron los empujones y los insultos.

Claudio Pérez era un de los más exaltados y nadie podía pararlo. Efectivos policiales hicieron su entrada en escena para ponerse en medio de la discusión e iniciaron otra con los visitantes a partir de la forma en que decidieron que era tiempo de que se metieran en los respectivos camarines. “Nos empujaron y le pegaron un palazo en la cabeza a Zielinski”, decía un allegado al plantel.

Juan Carlos Olave, absolutamente desencajado acusaba a los policías de haber lanzado gases lacrimógenos. La confusión era absoluta y el arquero cordobés pedía que las cámaras registraran lo que estaba pasando. Carlos Suraci, Presidente de la Liga Mendocina, fue uno de los más afectados por esta situación. Ante la consulta, reconoció que los efectivos lanzaron gases lacrimógenos en el vestuario visitante. 

En los incidentes debieron intervenir autoridades de ambos clubes y hasta se sumó la terna arbitral para intentar calmar los ánimos. 

José Mansur, presidente de Godoy Cruz, iba y venía desencajado y sin poder explicar que era lo que había sucedido.

Ricardo Zielinzki, DT de Belgrano y uno de los más afectados por los golpes y los gases, se retiró con los ojos visiblemente afectados y sin querer realizar declaraciones. Mientras, algunos integrantes del plantel decidieron hablar con la prensa y dejaron en claro que todos fueron protagonistas del papelón. “Hay que bajar los decibeles”, dijo Olave. Ojalá. 

 

El Gato acertó en el planteo táctico.

Conformismo. Satisfacción.  Daniel Oldrá respira tranquilo y mucho tuvo que ver el buen rendimiento colectivo del equipo frente al Pirata. 

El entrenador sabe que su elenco superó el mal trago de la Copa Argentina y se levantó del golpe.

El Gato destacó que trabajo sólido de sus muchachos contra un rival que llegó cerca de la punta. “No hay dudas que los volantes, en la mitad de cancha, jugaron un gran partido y también en la parte defensiva mostramos un gran trabajo. Es importante para todos no recibir goles, porque da confianza en todo aspecto. El equipo estuvo sólido en general”,  analizó el adiestrador tombino.

La victoria toma mayor relevancia por el elenco que estuvo enfrente, pensando que Belgrano es uno de los animadores del campeonato. “Le ganamos a un gran equipo y este es un resultado que nos permite en parte olvidar lo de Español. Hay que rescatar que dejamos atrás a uno de los mejores del torneo”.

Sobre los incidentes del final, el DT remarcó: “A veces se dicen cosas de la boca para afuera, pero acá quieren ganar todos y por ahí no ven la manera ni la forma. Esto se hace difícil. Lo que podamos decir públicamente, prácticamente en su mayoría es mentira. Lamentablemente, estamos viviendo en un momento muy difícil del país mismo”.

Y agregó: “En mi época que yo jugaba, por ahí no había tantas presiones, tanto profesionalismo y se manejaban otros códigos y ahora lamentablemente, se ha perdido todo eso. Es una lástima que pasen estas cosas”. 

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