El proyecto podría volver a tratarse el miércoles. Ya lo aprobó Diputados y en Senado logró sanción en general.
El traspié que sufrió el miércoles en el Senado el proyecto de creación de las policías locales de Daniel Scioli -fue aprobado en general, pero naufragó en particular- desató ayer nuevos cruces entre el oficialismo y la oposición, mientras el FpV-PJ afina el lápiz para intentar conseguir el voto que le permita inclinar la balanza en la sesión del miércoles a las 11 para garantizar la conversión en ley.
En primer lugar, desde el bloque oficial dirigen la mirada a dos legisladores que mostraron un comportamiento díscolo: Omar Foglia (GEN-FAP) y el exintendente de José C. Paz, Mario Ishii.
Foglia lo rechazó en general y en particular, a diferencia de sus socios del Frente Amplio UNEN (los radicales Carlos Fernández, Horacio López y Gustavo De Pietro), que votaron en contra en general y luego se abstuvieron, en un juego que, más allá de las críticas, favoreció al Gobierno.
Ishii, por su parte, forma un monobloque aliado al oficialismo, pero en este caso sus cuestionamientos lo alinearon con el massismo y pensaba rechazar artículos en particular.
Un viraje en pos de la abstención o de la ausencia de Foglia o de Ishii permitiría llegar a la paridad de votos que sueña el oficialismo, con un desempate a favor de Scioli por parte del vicegobernador, Gabriel Mariotto.
Las mayores esperanzas estaban cifradas ayer en Foglia. "Cuando vuelva Margarita Stolbizer de Holanda y se entere de que con su voto Foglia fue funcional a Sergio Massa, el escenario cambiará, leyó ayer un legislador justicialista.
Pero de fracasar esa vía, como plan "extremo", en el FpV apuestan -como anticipó ayer este diario- a convocar al secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, para que ocupe su banca de senador provincial para inclinar las fuerzas en la sesión del miércoles y garantizar la conversión en ley de la iniciativa.
Para ello Berni -senador provincial y vicepresidente de la Cámara en uso de licencia- debería renunciar a su cargo en el gabinete nacional, en una medida drástica que no descarta si se lo pide expresamente Cristina de Kirchner.
El esfuerzo pagaría doble: el FpV-PJ sumaría en ese caso no sólo el voto de Berni, sino además cobraría por la salida de quien hoy lo reemplaza en el recinto, Fabio Sorchilli, que viste ahora ropaje del Frente Renovador. Ello permitiría un triunfo en particular, sin la necesidad del desempate.
La reacción de Sorchilli no se hizo esperar. "Berni puede volver a la banca cuando él crea que corresponde", dijo, aunque remarcó que "si uno toma una responsabilidad institucional, tiene que cumplirla".
El plan Berni se da de la mano del reñido escenario para el oficialismo en la votación en particular, ya que si bien el Frente Renovador dio quórum y avaló la ley en general, anticipó su rechazo en particular.
La relación de fuerzas en esa instancia fue la que hizo caer la sesión del miércoles: el FpV-PJ contabilizó a favor sus 19 legisladores más dos de Nuevo Encuentro y la denarvaísta Unión Celeste y Blanco (21 en total), contra los 20 del FR, que sumando a Ishii y a Foglia reunían 22 voluntades a favor.
De todas formas esa votación nunca se llegó a concretar: el oficialismo pidió un cuarto intermedio con el argumento de intentar sentar en sus bancas a los tres senadores radicales que rechazaron la ley en general y se abstuvieron en particular, con críticas al proyecto. Ante la certeza de un traspié, los legisladores del FpV-PJ no volvieron al recinto y cayó la sesión.
En este delicado marco, Scioli ayer remarcó que espera que no haya "una cuestión política en la demora" de la aprobación del proyecto que alienta la creación de policías locales en distritos de más de 70 mil habitantes, y que ya tiene sanción en Diputados.
En esa línea, metió presión a Mariotto, al enfatizar que "confía" en que "va a encontrar los caminos para que esta ley salga".
"Espero y confío en la buena voluntad y el apoyo de todos los senadores para debatirlo y aprobarlo", se esperanzó ayerMariotto.
En la vereda del Frente Renovador, en tanto, el jefe del bloque de diputados nacionales del Frente Renovador, Darío Giustozzi, aseguró que lo ocurrido en la Legislatura bonaerense "fue un hecho bochornoso y antidemocrático" porque "como no tenían los números para la votación hicieron caer la sesión".
Giustozzi consideró que el proyecto del sciolismo no crea policías municipales, sino "un equipo de guardaplazas".
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