Esto que se hace público ahora va a generar mucha bronca, tendría que haber una sola pauta de discusión, tanto sea para los ministros, como para los diferentes escalafones de los trabajadores de la Ciudad", aseguró José Luis Matassa, secretario general de ATE Capital luego de que se conociera que el pleno del gabinete macrista y los principales funcionarios porteños aumentaron sus salarios 40% en promedio entre 2012 y 2013.

El debut de la plataforma Data Buenos Aires no resultó como el PRO esperaba. Ayer, el diario La Nación publicó una comparación entre los sueldos que percibieron las principales espadas del oficialismo porteño, que sufrieron un brusco incremento en julio del pasado año. El más favorecido por las subas fue el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, con un 48% de aumento, seguido por Esteban Bullrich, de Educación, y Francisco Cabrera, de Desarrollo Económico, con 45%. Los tres, al igual que todos los demás jefes de las diversas carteras de la Ciudad, perciben un salario bruto de 47 mil pesos y, según el descuento, que se les aplica se transforman en más de 30 mil pesos netos.

Los números son muy similares a los que perciben los legisladores porteños y 20 mil pesos menores a lo que cobra un diputado nacional.

La publicidad de los datos generó furia en varios de los sindicatos que comenzarán a negociar sus paritarias en pocos meses y que para 2013 consiguieron incrementos sensiblemente menores a los cosechados por los funcionarios del macrismo. "En sectores sólo alcanzó el 17% de aumento y en otros anduvo alrededor del 22%", explicó Matassa. "Hay muchas sumas no remunerativas que después no cuentan para el aguinaldo, entonces un trabajador que gana 6 mil pesos, no cobra $ 3000 de aguinaldo, sino entre $ 1500 y $ 1800, y lo denunciamos", amplió el secretario de ATE. "Es una discriminación hacia los trabajadores de la Ciudad", dijo sobre la diferencia entre los incrementos que percibe un empleado porteño en comparación a los principales hombres de confianza de Macri. "No está lejos de lo que era necesario que se aumentara a los trabajadores. Nosotros pedimos en 2013 un 35% y, supongo que si se subieron a cifras similares habrá sido porque manejan números similares a los nuestros", chicaneó Matazza.

"Hasta 2013, para pagar los planes sociales y aumentos salariales de los trabajadores tomaron la inflación del INDEC, pero para pagarle a contratistas y servicios toman índices propios. Es un caso único", se sorprendió el ex legislador Fabio Basteiro. El dirigente de Buenos Aires Para Todos afirmó que "si se aumenta a un funcionario, pero se incrementan también las partidas de Desarrollo Social no habría problemas", opinó.

Roberto Pianelli, jefe de los Metrodelegados, también apuntó a una equiparación de subas. "El planteo es que si evidentemente los ministros se aumentan a ese nivel los sueldos va a generarse un punto de referencia para las paritarias. Si piensan que la devaluación estuvo en torno a esa cifra va a ser un punto de partida para las paritarias" manifestó. Y agregó: "Estas actitudes lo único que hacen es aumentar las expectativas", cerró el dirigente gremial. «