La idea parecía la síntesis y la solución para unir dos espacios separados por las vías del tren: un edificio puente que alojara oficinas de un organismo internacional y comunicara la villa 31 con la Recoleta. Se anunció en julio del año pasado, pero por ahora los vecinos de uno y otro lado, se oponen
La obra es parte de los trabajos que lleva adelante el gobierno porteño para urbanizar la villa más antigua de la Argentina en donde residen unos 40.000 habitantes. Se complementa con los trabajos en la autopista Illia.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y expresado así por si titular Luis Alberto Moreno, hombre de negocios y ex ministro de finanzas colombiano nacido en Estados Unidos, es injusto que una comunidad de bajos recursos como la Villa 31 esté separada -en este caso por las vías del tren- de otra comunidad, la de Recoleta. Y aseguró durante el anuncio de la obra que: "No hay futuro posible mientras no tengamos la capacidad de integrar esas sociedades. Este edificio puente puede ser un laboratorio que sirva como referencia para el resto de los países de América Latina".
Sin embargo, hay voces que no opinan lo mismo. El primer cuestionamiento sobre este proyecto, dicen los vecinos, es que es inconsulto: "Se nos presenta hoy como un hecho consumado, con maqueta, tiempos de construcción y los vecinos sólo podemos opinar, para cumplir con una formalidad necesaria para la cesión de tierras para un proyecto ya decidido. Es cierto lo que dice el arquitecto Aravena [autor de la obra del puente peatonal] sobre las iniquidades sociales, pero precisamente para paliar la inequidad en el desarrollo entre el sur y el norte de la Ciudad la Ley 2930 prevé que las obras que generen actividad y desarrollo se realicen en el sur de la Ciudad", indicó Andreína Luca de Caraballo, presidenta de la Fundación Ciudad durante la audiencia pública celebrada hace unas semanas.
"Repetimos con este proyecto el error de construir en el próspero cinturón ribereño norte. Se hizo ya con el desangelado Centro de Exposiciones y Convenciones, desatendiendo al Plan Urbano Ambiental que decía que debía implantarse preferentemente en la zona sur", agregó la titular de la ONG.
El puente se construirá sobre el Parque Thays, al costado de la Facultad de Derecho y servirá también como conexión con la estación de la línea H de subte.
Andrés Borthagaray, urbanista y representante del Instituto para la ciudad en movimiento en América Latina le dijo a Infobae: "Lo más grave me parece seguir concentrando inversiones en el Norte, cuando lo que se quiere revertir es la desigualdad. La contradicción entre superar barreras en teoría y construir otras en la práctica (como los tramos paralelos de la autopista Illia), la falta de diálogo con los beneficiarios en nombre de quien se propone hacer el proyecto, además de la falta de articulación entre el proyecto y los programas en el marco de las leyes vigentes, demuestran problemas de base en cómo se ha formulado el proyecto en cuestión".
En el gobierno porteño saben de estas diferencias. Consultadas por Infobae las autoridades responsables de la urbanización indicaron que se tomó nota de lo acontecido en la audiencia pública y creen que con diálogo se limarán las asperezas. El proyecto tiene que pasar aún nuevamente por la Legislatura que debe aprobar el proyecto en segunda lectura.
En la villa 31 algunos vecinos se oponen fuertemente: "Con respecto a la concesión del predio para el BID, una diputada del Pro decía que le iban a ceder el terreno porque la construcción la iba a hacer el banco. ¡Mire qué casualidad! Los vecinos ya construyeron las viviendas, ya las armaron; las hicieron desde cero. ¡Y no estaban los del BID o los de su partido! Fueron los vecinos quienes hicieron el barrio desde cero; fueron los vecinos los que llevaron los caños de agua, de luz y las cloacas al barrio. ¡No fue ninguno de los bancos a los que ustedes pretenden darles la concesión a 100 años!", sostuvo Walter Alberto Giracoy, vecino de la villa y participante como orador de la audiencia pública.
Mirta Rodríguez, también expresó su opinión: "Como vecina de la Villa 31 y 31 bis, rechazo al BID porque le están regalando las tierras, a 100 años, del polígono de la urbanización en la Villa 31; es un espacio que actualmente, en parte, está ocupado por viviendas familiares. Dado que la construcción de este edificio implica el desalojo de un gran número de viviendas, la mayor preocupación reside en determinar el número de viviendas en la Manzana 104 que serán afectadas, algo que resulta imposible por la escasa información de los planos entregados".
Detalles técnicos
Las características técnicas de la obra entregadas a Infobae dan cuenta de que el edificio puente contará con 3.800 m2 de espacios para oficinas y generará más de 500 empleos.
"Esta obra es la primera oficina del BID en la Argentina y la más grande de Latinoamérica. Además refleja la confianza que estamos volviendo a lograr a los ojos de organismos internacionales. Por otro lado, posibilitará que todos los vecinos de la Ciudad tengan mayor movilidad y accesibilidad. Este nuevo edificio va a tener oficinas para el BID y en su cubierta tendrá un puente peatonal que pasará por encima de las vías del tren permitiendo la conexión con el Parque Thays, el Centro de Exposiciones y Convenciones, y la Estación Facultad de Derecho de la Línea H", indicaron en la Secretaría de Integración Social y Urbana porteña, a cargo del plan de urbanización del denominado barrio 31.
"La construcción del edificio generará más de 1.000 empleos durante su periodo de construcción y una vez finalizado más de 500 personas, entre mantenimiento y equipamiento, llegarán a trabajar al barrio. Otro de los beneficios que tiene la obra es el tiempo de viaje que tienen los vecinos del barrio para llegar a sus destinos, hoy en día se demoran alrededor de una hora y cruzar el puente demorará tan solo unos minutos", agrega el comunicado.
Comentá la nota