El calendario electoral ya sumó siete elecciones provinciales, que suman más de un cuarto del padrón total del país. Pese al escenario nacional de supuesta polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo, hasta el momento se impusieron las opciones alternativas, conformadas por sellos locales o peronismo equilibristas.
El inédito calendario desdoblado de elecciones provinciales lleva hasta ahora siete rounds, que suman más de un cuarto del padrón total del país. Y pese a quienes aventuran un escenario de polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo, la teoría dicotómica implosionó en estas contiendas y hasta aquí han prevalecido las terceras vías, ya sean sellos locales o peronismos que hacen equilibrio entre ambos extremos.
Si bien transpolar comicios locales a la arena nacional tiene cierto grado de especulación porque no contempla realidades particulares, relaciones de fuerzas previas o particularidades del electorado, hay un patrón que está dominando en las urnas: Cambiemos no hace pie siquiera en la región centro –su supuesto fortín–. Por su parte, el kirchnerismo tuvo una suerte dispar: se evaporó en contiendas donde iba al fracaso (como en Córdoba), se integró como actor secundario a otros armados (Santa Fe, por ejemplo) y en distritos como Entre Ríos sí se articuló a la opción ganadora, en un joint venture donde su peso es clave (lo mismo ocurrirá el domingo en La Pampa). En otros pagos perdió ante sellos provinciales.
En el recuento, ya hubo fecha electoral en Neuquén (generales, 10 de marzo), San Juan (PASO, 31 de marzo), Río Negro (generales, 7 de abril), Chubut (PASO, 7 de abril), Entre Ríos (PASO, 14 de abril), Santa Fe (PASO, 28 de abril) y Córdoba (generales, 12 de mayo). La sumatoria supera el 26% del padrón nacional.
Locales
Si bien los electores suelen tener comportamientos distintos en votaciones provincial y nacional, donde gobierna un partido local con armados transversales, esos espacios lograron retener la gobernación.De forma holgada, el MPN consagró la reelección de Omar Gutiérrez; y Juntos Somos Río Negro (JSRN) logró traspasar el mando de Alberto Weretilneck a Arabela Carreras. Esta última elección marcó el piso de Cambiemos, con apenas 6% de los votos. En tanto, el FpV que postuló a Martín Soria obtuvo un 35%, pero el kirchnerismo fue relegado en las listas. El intendente de Roca optó por una construcción con espacios de centroizquierda no afines al Instituto Patria, lo que le valió un pase de facturas inmediato a la derrota.
En el caso de Neuquén, Cambiemos terminó tercero con apenas un 15% pese a haber postulado al jefe municipal de la ciudad capital, Horacio “Pechi” Quiroga, histórico dirigente radical. Y Ramón Rioseco, de la alianza Frente Neuquino - Unidad Ciudadana, se estancó en el 26%, a 14 puntos de Gutiérrez. Rioseco partió en la grilla como un peronista no K (el componente UC era su vice Darío Martínez) pero en el tramo final de la campaña se acercó a Cristina de Kirchner. De hecho, la expresidenta tuvo su única foto con un candidato provincial justamente con Rioseco. No alcanzó.
Más difícil es el caso chubutense, donde administra Chubut Somos Todos del mandatario Mariano Arcioni. En esas PASO, el actual gobernador fue el candidato más votado, pero el frente que se impuso fue el PJ en la suma de sus tres precandidatos. El más cercano al kirchnerismo, el intendente de Comodoro Rivadavia Carlos Linares, se quedó con la interna con 16%, 4 puntos por sobre el peronista ortodoxo Gustavo Mac Karthy. Hubo un tercer contendiente con 3,6%. Cambiemos terminó tercero, con 14%.
Menor
La aplastante victoria del pasado domingo del peronista Juan Schiaretti en el segundo distrito electoral del país mostró la peor cara de Cambiemos, donde siquiera logró conformarse como frente por las internas de los radicales Mario Negri y Ramón Mestre, que fueron por frentes distintos y alcanzaron 18% y 11%, respectivamente. Pero en ese distrito el kirchnerismo directamente decidió no jugar el partido luego de que la expresidenta ordenara bajar la lista que postulaba al diputado nacional Pablo Carro. Ante un electorado que en 2015 dejó clara su postura anti K, se postuló el renunciamiento como un gesto a favor de la unidad, aunque en verdad Schiaretti no lo necesitaba. Si bien dirigentes de Unidad Ciudadana lograron ingresar en las listas del gobernador cordobés, Carro hubiese marchado al fondo de pelotón si hubiera persistido en su aventura por la gobernación.
En Santa Fe, en tanto, se dio una situación similar. Unidad Ciudadana contaba con las de perder en las PASO y buscó integrarse a uno de los dos espacios que se presentaron en la contienda. Aunque, a diferencia de Córdoba, el kirchnerismo sí tiene relevancia. Sin Agustín Rossi en la cancha, las opciones eran el diputado provincial Leandro Busatto o el diputado nacional Marcos Cleri. Sin embargo, en una señal hacia la unidad (en este caso con más asidero), hubo una integración con el senador Omar Perotti, vencedor en la interna contra María Eugenia Bielsa. El PJ se convirtió en el frente más votado, aunque el candidato con más caudal fue Antonio Bonfatti, del Frente Progresista que gobierna la provincia. Cambiemos, una vez más… tercero.
Unidad
Porcentajes parecidos obtuvieron el sanjuanino Sergio Uñac y el entrerriano Gustavo Bordet en las PASO en las que se encaminaron a sendas reelecciones (deberán validarlas en junio en generales). En San Juan fue 55-32; en Entre Ríos, 58-33. Ambos gobernadores lograron articular una ingeniería de unidad que permitió integrarse con sus antecesores José Luis Gioja y Sergio Uribarri, respectivamente, en frentes que contuvieron al total del peronismo de esas provincias.
Sin listas puras de Unidad Ciudadana y con mandatarios que se han sentado en la mesa del PJ Federal, el ensamble mostró victorias por margen amplio. Previsible en San Juan, donde el Frente Todos de Uñac ya había arrasado en las legislativas nacionales de 2017. Allí, el candidato de Con Vos Marcelo Orrego se despegó de Cambiemos, aunque se trató de una alianza con los mismos partidos que en 2017 usaron el sello de la Casa Rosada. En Entre Ríos, en tanto, la diferencia fue mayor a la pensada y esa provincia ofreció el primer gran cachetazo a Cambiemos, ya que había más expectativas en el desempeño de Atilio Benedetti, quien además dos años atrás había salido victorioso en las parlamentarias nacionales.
El pampeano Sergio Zilliotto también encabezará este domingo una estrategia similar de unidad en las elecciones de La Pampa. Y parte como favorito ante el radical Daniel Kroneberger.
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