Polarización o nada: Sergio Massa busca dos millones de votos para llegar al ballotage con Javier Milei

Polarización o nada: Sergio Massa busca dos millones de votos para llegar al ballotage con Javier Milei

La matemática de Unión por la Patria en cada distrito para alcanzar el 33%, el número mágico. La clave bonaerense y el argumento político de los asesores de Lula para ir a todo o nada.

Por Gabriela Pepe

“Es un riesgo que hay que tomar”. La definición se selló en el equipo de campaña, cuando los asesores brasileños que mandó Luiz Inácio Lula Da Silva para auxiliar a Unión por la Patria (UP) plantearon que había que llevar a Sergio Massa a la polarización total con Javier Milei en las elecciones del 22 de octubre. A todo o nada. A perder en primera vuelta o meterse en el ballotage.

 

El peronismo jugó a fondo en esa dirección. A fuerza de cruces potentes, Massa y Milei se las ingeniaron para marginar de la discusión pública a Patricia Bullrich, que no logró colarse en la disputa ni siquiera en medio del caos de esta semana. Aún con la crisis económica y la corrida cambiaria e inflación del 12,7% mensual, varios sondeos de opinión coinciden en pronosticar que el ministro-candidato está a las puertas de meterse en el ballotage contra le libertario. Algunas encuestas hasta arriesgan un virtual empate. Un verdadero “milagro” electoral, dicen en UP, que busca dos millones de votos a lo largo y a lo ancho del país.

Según las cuentas, el oficialismo debe obtener más del 33,34% de los votos para asegurarse, como mínimo, el segundo lugar en las elecciones. El objetivo final es alcanzar casi 8,4 millones de votos, dos millones más que en las PASO del 13 de agosto. Para llegar a ese objetivo, proyectó un aumento de participación del electorado al 75%, cinco puntos por debajo de las presidenciales de 2019 y cinco más que en las primarias 2023.

 

 

Cuadros, planillas, mapas con diferentes colores. En el comando de campaña de UP circulan estudios que muestran con una precisión quirúrgica cuántos votos debe sumar Massa en cada provincia, municipio y comuna para llegar al número mágico que deposite al candidato en el ballotage.

La estimación de las posibilidades de crecimiento en cada distrito se hizo cruzando los números que consiguió en Frente de Todos (FdT) en 2021 con los votos de las PASO 2023. A eso se agregaron datos que proporcionaron las elecciones locales. ¿UP, que juntó 386.865 votos en Santa Fe, podrá acercarse a los 481 mil que cosechó Omar Perotti como candidato a diputado? Las cuentas de UP estiman que, para que Massa quede cerca del ballotage, deberá sumar cerca de 229 mil.

El mayor desafío en términos de cantidad está en la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo saldrá a buscar 900 mil votos para llegar al número mágico de 3,7 millones de votos sobre los 13 millones que tiene el distrito que gobierna Axel Kicillof. En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, necesita un crecimiento de 118 mil votos, un número similar al que apunta a tener en Mendoza. Massa visitó la provincia este viernes. Pero las mayores expectativas están puestas en las provincias del Norte Grande, donde se esperan mayores cosechas en términos de porcentaje. Rankean alto La Rioja, Formosa, San Juan y Santiago del Estero. Los gobernadores mandan mensajes alentadores desde todas las provincias. Aseguran que Milei cayó en los sondeos a expensas del crecimiento de Massa y del desmoronamiento de Bullrich.

Una corrida que se anticipó

El impacto de la corrida cambiaria en la búsqueda de los dos millones de votos todavía está por verse. La mesa chica de la campaña asegura que “la sociedad ya le sacó la ficha a Milei”. Cree que el libertario quedó ante la ciudadanía como responsable de la espiralización del valor del dólar. Los voceros de UP y la CGT lo tildaron de “irresponsable, temerario, pirómano y peligroso para la estabilidad del país”. Con operativos en cuevas, anuncio de medidas, ajuste de los controles y causas judiciales, el ministro de Economía logró mostrar un cierto control de la situación, aunque lo hizo cuando los “agentes de la desestabilización” ya habían logrado que el dólar cruzara la barrera psicológica de los mil pesos.

Sería difícil, en ese contexto, que Massa saliera indemne, aunque su fuerza de voluntad y su esfuerzo vayan a contramano. En la campaña hay voces menos optimistas que creen que será el candidato más perjudicado por la corrida. El titular del Palacio de Hacienda ya ensayó todas las explicaciones posibles para desmarcarse del número de inflación y ahora debió enfrentar una crisis cambiaria casi sin herramientas de defensa. Con las reservas en rojo, cuatro millones de dólares fueron suficientes para armar un descalabro, con el consiguiente impacto en los precios.

Según el informe que elaboró el economista Martín Kalos, “en los últimos 365 días el dólar CCL multiplicó su precio por 3,1 y el MEP por 2,9. Sigue la salida de capitales de FCI (medida en dólares, hoy hay 14% menos capital colocado en FCI que el lunes 2 de octubre) y plazos fijos (U$S 55 millones menos en lo que va del mes)”. Resta ver si el impacto positivo inicial de las medidas para el bolsillo que dictó el ministro de Economía - que lo habían empujado hacia arriba en las encuestas - no quedó enterrado por zozobra financiera.

Massa no lo esperaba. El Gobierno daba por descontado que, como es habitual, la corrida se generaría después de las elecciones del domingo 22. Para entonces, el ministro ya habría anunciado la activación del segundo tramo del swap con China por 5 mil millones de dólares. El escenario se adelantó: para los voceros de la campaña, porque Milei vio desmoronarse en sus últimos días sus chances de ganar en primera vuelta y necesitó azuzar el escenario de caos para golpear al oficialismo. La corrida no hubiera tenido el mismo efecto con las reservas engrosadas gracias al gigante asiático.

Los contactos entre el oficialismo y dirigentes conocidos que rodean al libertario, como Guillermo Francos o Guillermo Nielsen parecen no tener efecto. En UP dicen que el libertario toma decisiones en la cúpula solo junto a su hermana, Karina Milei. Las negociaciones que normalmente haría la política tradicional en una instancia tan delicada para el país no tienen lugar.

Con la mira en un eventual ballotage, UP ya se encargó de empezar a filtrar mensajes que podrían erosionar la figura del libertario. Massa propuso en el canal de streaming Generación Z "que tres universidades hagan una evaluación psicológica y psiquiátrica de los candidatos”. El equilibrio mental y emocional de un eventual presidente empezó a ser tema de conversación. Algunos operadores de la campaña lo consideran un error. Podría interpretarse como una subestimación a los votantes de LLA. En otro tono lo dijo el abogado, entrevistador e influencer Tomás Rebord después del debate presidencial: “Votá el tipo normal. Hay uno del panel que no es un alien. La vara nunca estuvo tan baja”. El oficialismo celebró la frase y se encargó de replicarla en redes.

Milei y la duda del electorado joven

Si la idea inicial de UP había sido transmitir un mensaje de esperanza, la situación se tornó tan frágil que, a esta altura, más allá de los méritos de Massa como candidato, solo el temor hacia la figura de Milei y a las políticas que podría implementar en su eventual gobierno, empujarían al electorado a optar por el oficialismo. Algo empezó a vislumbrarse en las encuestas. El estudio en tiempo real que hizo el observatorio Pulsar.UBA durante el segundo debate presidencial mostró que al libertario empezó a mostrar puntos débiles, incluso entre los electores de LLA.

Según uno de los informes, Milei fue el emisor de dos de las frases que generaron mayor impacto negativo durante el debate. El libertario “tuvo rechazos entre todos los segmentos de votantes” cuando se refirió al cambio climático. “Nosotros no vamos a adherir a la agenda 2030, no adherimos al marxismo cultural, no adherimos a la decadencia”, dijo. Luego agregó: “No niego el cambio climático. Lo que yo digo es que existe en la historia de la tierra un ciclo de temperaturas”.

“Tocó temas que el electorado joven no se siente cómodo defendiendo, como la venta de órganos y el cambio climático. La apreciación inicial, después de ver grupos focales, es que hay un electorado que conoce su posicionamiento en cuestiones económicas, pero no en temas sociales o morales. Eso aparentemente le impactó negativamente en el electorado”, explicó Augusto Reina, director de Pulsar.UBA. Massa tuvo entre los jóvenes valoraciones más positivas que negativas.

En el comando de campaña de UP leyeron las últimas acciones de Milei en ese contexto. “Sabe que, si no gana en primera vuelta, no va a poder entrar con una motosierra al Gobierno para hacer las reformas económicas que quiere. Ganar el ballotage por dos o tres puntos no es suficiente para el plan motosierra, porque significa que la sociedad no le dio todo el poder”, analiza un operador del peronismo. Una encuesta de la consultora Clivajes reveló en los últimos días que el 57,3% de la población no está de acuerdo con “dolarizar la economía para frenar la inflación”.

También en esa línea se inscribe el plan de polarización de UP. Lejos de los argumentos ligados a los estudios de opinión pública que suelen invocar los consultores, los enviados de Lula lo explicaron en clave política cuando en el comando de Massa le planteó que el riesgo de esa estrategia era que Milei se llevara todo el voto opositor y ganara en primera vuelta, como agita La Libertad Avanza (LLA). “Aun perdiendo, hay que hacer la mejor elección posible en la primera vuelta, que es la que define diputados, senadores y poder territorial”, expusieron. Según la mesa de campaña, fue esa estrategia lo que le permitió al espacio despegar del 27% de las PASO, crecer por encima del 30% y hasta ilusionarse con un virtual empate.

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