El CEO de Morixe Hermanos, que produce en 14 plantas y da trabajo a 600 operarios, analizó el papel del empresario en la Argentina. Hace pocos días, anunció la inversion de 250 millones de dólares en tres nuevos proyectos. Criticó a los dueños de Molino Cañuelas y Garbarino.
Pocos empresarios se animan a tener contacto directo con la gente desde las redes sociales. Ignacio Noel, presidente de Sociedad Comercial del Plata y de Morixe Hermanos no se calla nada desde su cuenta de twitter @ignacionoel1 y obtiene muy buenos resultados ya suma 14.200 seguidores. Hace menos de un mes se despachó contra un competidor Molino Cañuelas que pidió su concurso preventivo de acreedores. Ahora analiza el papel de los empresarios, mientras lanza una harina proteica.
Morixe Hermanos produce en 14 plantas y da trabajo a 600 operarios, cinco son propias. Produce una gran variedades de harinas, pan rallado, rebozador, aceite de oliva, harina para arepas, harina de mandioca, avena, aceite de girasol, aceto balsámico, galletitas, aceitunas y polenta, entre otros productos. Exporta el 20% de lo que produce y vende a 20.000 puntos en Argentina y 30.000 en Brasil. Hace pocos días anunció una inversión de 250 millones de dólares para generar energía de residuos de los olivares, crear premezclas y construir una planta de papas fritas congeladas para exportar.
Apasionado por los negocios, Noel contó a BAE Negocios: “Cuando tomamos Morixe Hermanos a fines de 2017 estaba en default, debía cinco meses de sueldos, cinco años de obra social, ni hablar de las deudas a proveedores que no compartían el mismo techo. La empresa estaba parada, nosotros hicimos dos suscripciones de capital en los últimos cuatro años. Morixe cotiza en Bolsa desde 1960, hace cuatro años tenía 1000 accionistas, hoy tiene 6.000. El primer ejercicio fue de 8 millones de dólares, en los próximos meses facturaremos 90 millones de dólares, multiplicamos la cifra más de 10 veces. Lanzamos más productos y somos primeros en participación de mercado en varias categorías”.
Define el caso Morixe: “Modestia parte, somos un buen ejemplo de capitalismo bien entendido donde los accionistas aportan capital y meten la mano en el bolsillo para que la empresa crezca en forma responsable cumpliendo con sus obligaciones. Estamos en Precios Cuidados e hicimos un aporte importante para que los consumidores puedan ahorrar en la pandemia. Lo hicimos a pulmón, poniendo plata y compitiendo lealmente contra otros que han defaulteado sus obligaciones”.
Noel apuntó los cañones contra Molinos Cañuelas: “Es un caso de empresario rico, empresa pobre. Si uno mira la evolución patrimonial de los accionistas no sólo no se empobrecieron, sino que se enriquecieron. Compraron miles de hectáreas de campo. Intentaron colocar la empresa en la Bolsa y quedarse con la mitad de lo obtenido 150 millones de dólares, cuando la empresa tenía deudas de 1.700 millones de dólares. Le deben 300 millones de dólares a los bancos oficiales. Yo no puedo poner mi marca al lado del paquetito de harina de un señor que no paga sus deudas”, dijo a BAE Negocios.
De paso aprovechó a analizar el papel de los empresarios: “Después los empresarios tienen mala imagen en la sociedad. Los empresarios deben meter la mano en el bolsillo y ponerle el pecho a las balas. Pagar los sueldos, insumos, impuestos y si sobra cobran dividendos los accionistas. Pero algunas empresas son más de los acreedores que de los accionistas porque las leyes y la Justicia no funcionan y una convocatoria dura 20 años y se licúa. El tipo que se mandó el zafarrancho, dejó un tendal y sigue viviendo como un rey. Los dueños de Molinos Cañuelas se hicieron hasta una cancha de golf en Cañuelas. Ese es un capitalismo prebendario, los empleados son rehenes del empresario y se lo tiran al Estado para que nos fundamos todos. Crecer está en nuestro ADN, pero quiero hacerlo en una economía competitiva en la que todos juguemos en la misma cancha”.
Sabe que el caso de Molino Cañuelas no es el único caso y apunta contra Carlos Rosales, tesorero de San Lorenzo y quién se hizo cargo de la cadena Garbarino hace un año y cerró locales, adeuda seis meses de sueldos y no hay miras de que la solución mejore. “Morixe no puede sponsorear ni a Sacachispas y veo a Garbarino sponsorear a Boca. Uno se siente un estúpido, cuando necesito la plata la pongo y mi competidor defaultea. Si estamos jugando un partido de fútbol, pido que nadie la toque con la mano. Los empresarios se tienen que hacer cargo de sus errores, sino es muy fácil ser empresario. Soy hincha de Boca, es el sueño del pibe ser sponsor de Boca, pero no puedo ni ponerle una letra a la camiseta. No podemos seguir con un ‘capitalsocialismo’ donde si los empresarios ganan son capitalistas y cuando pierden son socialistas. Así empobrecen a toda la sociedad”.
Sobre su activo papel en redes Ignacio Noel sostuvo a BAE Negocios: “Las redes son un muy buen medio para llegar a la gente, además me parece, que la sociedad argentina debería ser menos hipócrita en sus opiniones. Muchos empresarios piensan lo mismo que yo de Molino Cañuelas pero nadie se anima a decirlo en público. Esta es una sociedad donde el mensaje público es uno y el privado es otro. Escuchas opiniones que no son realmente lo que piensa la gente. Si lo que hicieron Molino Cañuelas o Garbarino hubiera pasado en una empresa estatal sería un escándalo, pero como es privado, nadie dice nada. Esta es una sociedad muy corporativa, los empresarios se cubren entre ellos, es difícil que un sindicalista denuncie a otro porque se cubren entre ellos. Después caen todos en la misma bolsa y no se puede separar la paja del trigo. Cada vez hay menos gente empleada, más movimientos sociales en la calle, es un tema pendiente de la política argentina”.
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