Gracias a su gran talento, unos diseñadores de la ciudad rusa de San Petersburgo convierten residuos plásticos en bienes útiles: desde mochilas hasta bicicletas. Su empresa encontró una manera para reducir montañas de basura y contribuir de este modo original a la protección del medio ambiente.
Los jóvenes rusos que trabajan en la compañía 99Recycle descubrieron una nueva forma para reciclar materiales desechables. En lugar de tirar plásticos al vertedero, prefieren fabricar accesorios, decoraciones de interiores y otros bienes a base de residuos reciclables.
Los diseñadores hacen una gran variedad de cosas: desde bolsas y estuches de lápices hasta patinetas y bicicletas. Pero la preparación de materiales lleva bastante tiempo, explican.
"El proceso de preparación de los materiales es más complicado que en caso de los materiales ordinarios. La preparación ocupa la mayor parte del tiempo, porque tenemos que limpiarlos [los materiales], hacerlos uniformes, seleccionarlos, rechazarlos", explica Olesia Kulik, una de las diseñadoras de la marca 99Recycle.
A primera vista, su empresa se parece a cualquier otra fábrica, donde unas costureras cosen mochilas u otros accesorios. La única diferencia es que los materiales que se utilizan son reciclados.
La compañía incluso encontró una manera de fabricar bicicletas de plástico reciclable, para lo que utiliza las tecnologías de la impresión 3D.
No es simplemente una afición, para los fundadores de esta empresa se trata de salvar el medio ambiente. "A nivel mundial, la humanidad debe resolver el problema de la basura", argumentó Antón Rykachevski, cofundador de 99Recycle.
"Asumimos el papel de los chicos que inspiran a todos los que nos rodean, tomamos algo que parece ser basura. Ahora la gente lo llama material reciclable, es bueno. Y creamos unas cosas inusuales y excepcionales…", enfatizó.
La idea es hacer que esta moda sostenible sea financieramente viable, piensan los diseñadores. Y los compradores, como Anna, son cruciales para esta iniciativa. Por ejemplo, la joven se compró una bolsa y un par de pendientes. Explica que le gusta esta idea que da una segunda vida a objetos. Pero, además, se puede ver cómo se usan los materiales que se recolectan, señala.
La empresa 99Recycle colabora con las organizaciones benéficas que le ayudan a recoger los materiales que necesita. Una de ellas es Covers for Kindness (Cubiertas para la bondad, en español), que reúne viejas tapas o cubiertas de plástico y las entrega a los diseñadores. Pero, primero, ordenan residuos según el color.
"La clasificación de colores nos permite hacer productos de alta calidad. Si entregamos una mezcla no ordenada, tendremos un color marrón o negro al final", explicó María Kutúzova, jefa de este proyecto benéfico ambiental.
Hasta ahora, los voluntarios de esta organización han recogido una enorme cantidad de plásticos que en otro caso habrían sido tirados a los vertederos. "Ya entregamos más de setenta toneladas de tapas de plástico", comentó la joven.
Los activistas ambientales apoyan esta iniciativa de reciclaje. Así, Anastasía Kuvshínova, coordinadora de la organización Recolección de basura separada en San Petersburgo, afirmó que si el proceso de reciclaje fuera más fácil, más individuos lo harían.
"Creo que la mayoría de las personas tienen motivación y no tienen información sobre cómo hacerlo, ni tienen confianza en que el sistema funciona, que se recogen materiales reciclables en un contenedor, y que se enviarán para ser reciclados", señaló. La reutilización debería suponer convertir objetos viejos en algo nuevo, pero si es imposible, reciclar materiales es la mejor opción, enfatizó.
Mientras tanto, en julio del 2020, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advirtió que la situación con la contaminación por productos desechables empeoró en medio de la pandemia del coronavirus.
Comentá la nota