El ministro Randazzo presentó una web con los aportes al transporte en todo el país. En Bahía, los fondos que iban a la firma capitalina los recibirán San Gabriel, Sapem y Fournier. No obstante, habrá una reducción por un menor gasto de combustible.
El gerente operativo de Bahía Sapem, Adrián Saschrgorodsky --firma que está a cargo de las líneas 502, 504 y 519A-- ratificó que "el cuadro de subsidios se mantiene, porque el cambio de prestataria no modifica los montos".
De esta manera, el dinero que mensualmente recibían las empresas capitalinas (a Plaza le giraban unos 2.700.000 pesos cada 30 días y a Mayo, 1.200.000) será destinado de manera proporcional a Bahía Sapem, San Gabriel (tomó las 503, 506, 509, 512, 516, 517 y 518) y Rastreador Fournier (operaba las 500, 507, 514 y 519, y sumó las 505 y 513)
Dichos fondos llegan de manera mensual --"y transparente", amplió Saschrgorodsky-- por acreditación en cuenta bancaria.
La línea directa que viene desde Nación es mediante el Sistema de Transporte Automotor (SisTAu) --aporta la menor cantidad-- y la indirecta y principal --con la Provincia como agente pagador--, a través de las Compensaciones Complementarias Provinciales (CCP), más allá de subsidios para gasoil.
Para el destino de los aportes oficiales se tienen en cuenta cinco parámetros: kilómetros recorridos, pasajeros, valor de la tarifa, cantidad de personal y número de unidades.
De todas maneras, se espera una reducción en el monto global --aunque no en la proporción-- porque las unidades 0km que sumaron San Gabriel y Sapem tienen un menor consumo de gasoil que las que utilizaba Plaza y Mayo.
Según Saschrgorodsky, "los colectivos Puma de Plaza (de 6 cilindros) consumían 53 litros cada 100 kilómetros, mientras que los nuestros (4 cilindros), 30 litros cada 100. Por ese motivo seguramente habrá un ajuste".
De la página. La web oficial presentada en la víspera, que se puede observar a través de www.mininterior.gov.ar, informa que, de los más de 34 millones de pesos que llegaron a las empresas locales entre enero y junio últimos, casi el 70% fue dirigido a Plaza y Mayo.
El resto se repartió entre Lemos y Rodríguez SA (Fournier), con 10.120.255 pesos, y Dante Raúl Lange (transporte a Cabildo), con 274.279,36 pesos.
En el listado no figura la Sapem --pese a que comenzó a funcionar con la 502 desde el 11 de abril-- por los trámites burocráticos de alta de líneas y verificación de recorridos.
"Recién vamos a cobrar con retroactividad en julio", anunció Saschrgorodsky.
Con respecto al destino de los subsidios, el ministerio conducido por Randazzo indicó que, en Bahía Blanca, el 69% de lo que se envía va dirigido al personal (en el resto del país promedia el 55%); el 27,58%, al combustible (17%); 1,26%, a renovación de unidades (10%) y el 0,69%, a mantenimiento (6%).
La información oficial también señala que el Grupo Cirigliano (Transportes Plaza) es la tercera empresa que más subsidios recibe para el transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Buenos Aires.
Seis coches más de la Sapem
Hoy a última hora llegarán los últimos seis coches adquiridos por Bahía Transporte Sapem para sumar a la flota que atiende el funcionamiento de las líneas 502, 504 y 519A, totalizando la compra de 35 unidades Mercedes Benz, todas cero kilómetro.
Problemas en algunas máquinas lectoras
La puesta en marcha de las nueve líneas que dejaron vacantes las firmas Plaza y Mayo por parte de Bahía Transporte Sapem y San Gabriel obligó a la empresa Eycon SA, adjudicataria de la provisión del sistema de máquinas lectoras de las tarjetas prepagas, a instalar en las últimas tres semanas el equipamiento en casi 80 ómnibus llegados a la ciudad.
En parte, los titulares de esa empresa con casa central en Ingeniero White señalan a esa situación como causal de que algunas unidades tengan problemas con las lectoras, sea para la emisión de los tickets como con el manejo de los teclados por parte de los choferes.
Juan Curcio, director de Eycon, explicó ayer a este diario que las instalaciones están afrontando "los problemas lógicos" de un "plan de migración ambicioso" que incluyó la necesidad de hacer instalaciones en horario nocturno, con un delicado manejo de los cables y la salida a la calle de las unidades a veces sin realizar las necesarias puestas a punto.
"Resulta natural que el manipuleo genere algunas fallas, pero de ninguna manera se puede pensar en un problema general. Lo que ocurre tiene que ver con hechos puntuales y de baja proporción, emergentes de estas instalaciones y de los cuales, con el paso de los días, prácticamente no quedan desperfectos por resolver", aseguró el empresario.
Agregó que en los dos años que llevan prestando sus servicios fueron auditados de manera continua por las empresas, obteniendo siempre resultados favorables.
"Entendemos que no es lo deseable que nuestro sistema falle, pero estamos comprometidos para resolver cada desperfecto, revisando y trabajando en este tema. Incluso somos los primeros en detectar las fallas, a pesar de lo cual no siempre podemos resolverlas a la velocidad que quisiéramos", explicó.
Para el gerente de Bahía Sapem, Adrián Saschrgorodsky, la semana entrante con el inicio de las clases se podrá comprobar si las máquinas lectoras de tarjetas, su conexión con el sistema de GPS y las impresoras funcionan de manera adecuada o se convierten en el primer inconveniente a superar por el nuevo esquema de transporte urbano.
"No se trata de algo que tenga demasiado espacio para lo opinable. La semana próxima, con todas las líneas con sus frecuencias normales, veremos los índices de fallas o reclamos de las empresas. A partir de esos datos sabremos objetivamente dónde estamos parados", dijo.
Tras señalar que los inconvenientes registrados esta semana se dieron en teclados, impresoras y GPS, reconoció que la empresa Eycon viene dando respuestas, "en algunos casos de manera rápida, en otras no tanto", aunque remarcó que la Sapem puede poner "buena voluntad" pero que le resulta complicado "contener los reclamos de los pasajeros y de los empresarios que se ven imposibilitados de cobrar los pasajes".
"No tengo los conocimientos como para pronunciarme con legitimidad sobre por qué están fallando algunas máquinas. Pero es importante que Eycon reconozcan el problema y no lo minimice", indicó.
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