A diferencia de otras ciudades balnearias del mundo, la costa marplatense presenta un nivel de saneamiento elevado que garantiza la aptitud de baño en toda su extensión.
Desde el comienzo de la actual administración, la empresa sanitaria municipal ha identificado la preservación de los recursos naturales como uno de los pilares de la gestión. Con esta premisa, se ha ocupado de planificar en forma estratégica las obras que necesita el Partido de General Pueyrredon para el presente y el futuro, a fin de dar respuesta a las demandas de la población sin descuidar la sustentabilidad.
En consonancia con este objetivo, se han desarrollado distintas acciones tendientes a proteger el mar y las playas de la ciudad. Entre ellas, se cuentan dos medidas preliminares pensadas – puntualmente - para mejorar la calidad de los vuelcos:
- la creación del registro de generadores de efluentes industriales, en el cual se incorporan los establecimientos generadores de descargas de efluentes de tipo industrial y/o comercial
- la facturación del excedente de demanda química de oxígeno (DQO) en el vertido de efluentes cloacales, con fines de protección medioambiental y no recaudatorios
Bajo el mismo concepto, se procedió a la calibración y puesta en marcha del Virtual Beach, un software que permite predecir la calidad del agua considerando distintas variables explicativas (vientos, estado de marea, temperatura, precipitaciones, punto de rocío, entre otras). Este sistema permitirá estimar en “tiempo real” el estado de las playas aunque su último objetivo es generar un pronóstico similar al que prestan los servicios meteorológicos.
ADECUADA GESTIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES
El saneamiento, instancia clave para la salud pública, comienza con el tendido de las redes cloacales, cuyo objetivo es evacuar los efluentes que se generan en la urbe. Sin embargo, su finalidad se completa con un tratamiento integral que impide trasladar el problema al medio receptor.
Actualmente, Mar del Plata cuenta con una cobertura de cloacas superior al 95% de la población y tiene, además, un emisario submarino, operativo desde diciembre de 2014, que, por sus características, se destaca en Argentina y es el más grande de Sudamérica. Sus principales objetivos son mejorar la calidad recreativa de las playas de Mar del Plata y minimizar el impacto ecológico en el tratamiento de los efluentes cloacales.
Con este desarrollo, se ha logrado proteger el ecosistema marino y se han alcanzado los estándares de bañabilidad más altos: hoy, las playas de Mar del Plata cumplen con las normativas de baño que rigen en la Provincia de Buenos Aires, pero también con los lineamientos europeos y de los Estados Unidos.
Su funcionamiento se complementará con la nueva estación depuradora (EDAR), que reemplazará a la actual planta de pretratamiento de efluentes cloacales, inaugurada en 1989, y que, a la fecha, tiene un avance de obra superior al 35%.
La tarea madre contemplará la reducción gradual de la materia orgánica vertida al mar, a través del empleo de una cámara de rejas, la estación elevadora del efluente crudo y un sistema de filtrado de cribas rotativas autolimpiantes con transporte y deshidratación de sólidos. Infraestructura de última generación al servicio de la naturaleza…
MONITOREOS PERMANENTES
La Gerencia de Calidad de Obras Sanitarias realiza un asiduo seguimiento de la calidad recreativa de las aguas, a través de un muestreo periódico que abarca desde Playa Franca, en el norte, hasta Waikiki, en el sur.
La evaluación del amplio frente costero marplatense permitió determinar que las playas de la ciudad cumplen sobradamente con lo normado por la Autoridad del Agua. Además, los resultados del programa de monitoreo ponen de manifiesto la efectividad del emisario submarino, validando el fin para el cual fue diseñado: el cuidado del medio ambiente y de la industria turística, una de las principales economías locales.
En cuanto a la legislación vigente, vale destacar que los parámetros internacionales recomiendan que no haya más de 35 bacterias (enterococos) por cada mil litros de agua. Y ningún índice de los obtenidos recientemente en las playas de Mar del Plata se acerca a este valor.
HIGIENE URBANA, UN DESAFÍO QUE EMPIEZA POR CASA
Obras Sanitarias ha hecho constantes esfuerzos para optimizar el funcionamiento de la infraestructura existente y sanear los volcamientos cloacales y las conexiones irregulares que históricamente aportaban a los pluviales sin control. Sin embargo, las estrategias deben consolidarse con el aporte de la comunidad, ya que, para solucionar el problema de la presencia de residuos en la salida de los pluviales, se necesita mejorar la higiene urbana.
El sistema pluvial de Mar del Plata está conformado por un total de 350 kilómetros de conductos y unos 4700 sumideros, de los cuales más del 30% fueron incorporados por la actual gestión de la empresa sanitaria municipal. Y su rendimiento es eficiente, acorde a la infraestructura hidráulica de la que se dispone.
Pero aún así, y pese a las mejoras que se introdujeron en la red, el drenaje se ve muchas veces obstaculizado por la gran cantidad de desperdicios sueltos que, luego de ser arrojados desaprensivamente por los vecinos, se acumulan en las bocas de tormenta y dificultan el normal funcionamiento de los desagües.
En este marco, además de planificar obras que mejorarán la calidad de vida de la población, OSSE impulsa estudios y acciones concretas para paliar las consecuencias que provoca la conjunción de lluvia y basura.
El Área de Mantenimiento de Pluviales desarrolla un plan de limpieza periódica cuya meta es potenciar la operatividad del sistema para que éste cumpla con su objetivo y también para reducir el volumen de material de arrastre que llega a la costa.
Por otra parte, es conveniente recordar que Mar del Plata cuenta con un sistema de desagües separativo, es decir, que la infraestructura pluvial y cloacal funcionan en forma independiente, cada una con sus propios conductos. En este punto es importante que los vecinos hagan revisar las instalaciones internas por personal idóneo para que, en caso de advertirse que están vinculadas, puedan proceder a las reformas necesarias para separarlos.
Asimismo, vale la pena considerar que la extensa cobertura de saneamiento (95%) permite disminuir el aporte de efluentes indebidos a los sistemas pluviales.
Pese a esto, desde la creación de la Gerencia de Irregularidades, se ha desarrollado un intenso trabajo de control y eliminación de conexiones cloacales clandestinas que acometían al sistema pluvial. Además, en la zona portuaria, se intensificó la inspección en industrias para evitar lo que era una constante: los vuelcos indebidos a la calle que terminaban en los mismos conductos que escurren el agua de lluvia.
De idéntico modo, OSSE comenzó a trabajar en la eliminación de volcamientos cloacales a los cauces de los arroyos, una acción que representa un aporte ambiental significativo y permite mejorar la calidad de vida de la comunidad que habita alrededor de ese curso de agua.
Por último, cabe señalar que personal competente de Obras Sanitarias abordó el estudio de diversos mecanismos que permiten reducir el vertido de residuos en las costas. Inclusive, se han desarrollado distintas pruebas que permitieron comprobar que el sistema de rejas de los sumideros funciona como una suerte de barrera: la basura se adhiere al tejido y se interpone al paso del agua, con lo cual facilita los anegamientos.
En consecuencia, en estos momentos, se verifica la efectividad de un sistema alternativo, capaz de evacuar el agua de lluvia eludiendo el entorpecimiento que generan los desechos de todo tipo desperdigados en la calle. El objetivo se logra a través de una cámara diseñada específicamente, en la cual los sedimentos y los residuos se depositan en el fondo, facilitando el escurrimiento por los conductos que componen el sistema y previniendo la acumulación de agua en la superficie.
También se ha desplegado una novedosa propuesta en la obra de desagües pluviales de la cuenca del Arroyo del Barco, que se ejecuta en la zona del Puerto de Mar del Plata y cuyo rendimiento podrá corroborarse una vez en marcha.
De todos modos, es sumamente importante tomar conciencia de que los esfuerzos que realicen las autoridades en orden a la optimización y el mantenimiento de la infraestructura resultarán insuficientes si la comunidad en su conjunto no se esmera en mantener la higiene urbana. Es decir que individualmente se debe asumir la responsabilidad que nos compete como ciudadanos para mitigar los efectos de nuestras acciones sobre el entorno.
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