En La Plata, hasta el momento, hay bastante paridad entre tres espacios políticos: el oficialismo Cambiemos, el PJ, y el Frente Renovador. Sin embargo es probable que llegado el momento haya una polarización entre el gobierno local y uno de los dos sectores opositores, ¿Quién tendrá ese rol?.
Julio Garro está confiado en que Cambiemos remontará y podrá ganar las elecciones legislativas, y esa situación se da seguramente por la fuerte inyección de obras para este año, así también por la presentación de programas interesantes como por ejemplo el SAME.
En Cambiemos dicen que durante el primer año tuvieron que acomodar las cuentas que venían complicadas de la gestión de Pablo Bruera, y que la primera mitad del año pasado fue muy traumática. Incluso el gobierno de Garro tuvo varias dificultades con funcionarios que el alcalde debió despedir porque no rindieron lo esperado en la misión encomendada.
Pero ahora serán tiempos de cortar cinta, y de trabajar mucho en lo visible de la ciudad, en lo que se ve a primera vista y que seduce o espanta a los sectores medios, típicos votantes centristas que se adaptan a Cambiemos.
En el propio gabinete de Garro le reclaman insistentemente al alcalde que apure las designaciones en Espacios Públicos dado que hay lugares muy abandonados y con pastizales enormes, como por caso algunas ramblas.
En términos electorales, a Cambiemos le conviene una oposición atomizada, pero podría no darse ese escenario y más bien se podría llegar a una polarización importante.
PJ: Luces y sombras
El Partido Justicialista hoy aparece como más dinámico y con fuerte perfil opositor a la gestión de Cambiemos, pero tiene fuertes divisiones internas y una notable ausencia de renovación.
Contra todos los pronósticos, el PJ consiguió en las difíciles elecciones locales de 2015 un 29% con un desgastado Pablo Bruera, y eso significa una marca más que interesante, pero hay que ver qué grado de unidad logran.
Hasta el momento, el bruerismo se resiste a abandonar el protagonismo en la ciudad, y más allá del episodio político – judicial que envolvió a Mariano Bruera en los primeros días de enero, lo cierto es que el concejal Gabriel Bruera está insistente, punzante y generando una sucesión de actividades importantes: recorridas barriales, trabajos sociales para sectores vulnerables incluso desde en la misma sede del PJ, presentaciones de iniciativas, entre otras cuestiones. Pero, sin embargo, salvo sus incondicionales, el resto del justicialismo mira para otro lado.
El ex diputado Gonzalo Atanasof prefiere no inmiscuirse en refriegas internas y continúa con su campaña de instalación, hablando con vecinos en sus hogares, cuestionando el fuerte aumento en el costo de vida y la mala prestación de los servicios públicos, articulando acciones con agrupaciones del PJ, y sobre todo planificando el año. Se lo menciona como encabezando alguna lista, y mientras uno lo ven como diputado otros argumentan que buscará volver al Concejo Deliberante para desde allí profundizar la instalación y disputar la intendencia en tres años.
Otro espacio que se armó bastante compacto es el que integran, entre otros, el presidente del bloque de concejales del FpV PJ, Fabián Lugli, el ex secretario legislativo e integrante de la Defensoría del Pueblo, Eduardo Isasi, y la ex concejal Susana Gordillo. En ese caso lograron una interesante articulación con sectores provinciales, y por eso colocaron a Gordillo en un lugar partidario relevante como es la representación electoral por la Octava Sección Electoral (La Plata). En tanto aprovecharon el verano para anticipar “un año con muchos tarifazos, tasazos e impuestazos”, dicen.
Y el amplio PJ muestra también al concejal Pedro Borgini ganando algunas posiciones, con fuerza por su tarea gremial e inserción en la conducción del PJ bonaerense al haber sido designado uno de sus apoderados. Los déficits que muestra son su cercanía a Bruera, -aunque últimamente esa relación se enfrió, y la influencia que recibe del ex jefe de gabinete bruerista, Santiago Martorelli.
Pero hay más PJ, y allí está el ex intendente Julio Alak, quien hizo una fuerte aparición desde su espacio, el Frente Amplio Peronista, protagonizando los últimos dos meses del año pasado, y si bien en enero disminuyó su actividad seguramente en poco retomará y volverá a ser una pieza importante para el armado local.
Los kirchneristas más directos como La Cámpora y su edil estrella, Florencia Saintout, buscarán un lugar porque tiene que renovar presencia en el Concejo Deliberante y tal vez colar algún nombre en la tira de Diputados. En el mismo rumbo anda Victoria Tolosa Paz, con bastante presencia, pero sin sectores importantes que la acompañen.
Por su parte, desde mitad del año pasado tuvo un perfil más destacado la odontóloga Marcela Pastore, de interesante prédica en temáticas de género, y de buen perfil brindado cuando fue titular del Consejo de la Mujer de la Municipalidad de La Plata. En su caso trabaja desde una ONG que asiste asesorando a mujeres víctimas de violencia, y también participando de distintos foros peronistas.
Y así hay otros movimientos más que se van armando, uniendo, separando, buscando nuevos horizontes.
Esa cuestión, si bien da un PJ en constante movimiento, muestran la ausencia de un liderazgo. El principal obstáculo del peronismo local es poder sortear sus propios conflictos internos.
Hay quienes sostienen que en La Plata un PJ unido es una fuerza de no menos de 30 puntos, y con ese porcentaje pueden disputar seriamente la elección.
El Frente Renovador: pagar el precio de la moderación
El espacio que a nivel nacional lidera el diputado Sergio Massa tuvo un gran momento al principio de la gestión de Cambiemos, y se lo veía como alternativa al gobierno que estaba poniéndose en marcha con muchas dificultades y superando como propuesta a un PJ que cargaba con la mochila de haber gestionado la ciudad 25 años. Sin embargo, distintos errores de estrategia terminaron borrando a los renovadores por lo menos en la foto de la actualidad.
El FR tenía dos caminos después de las elecciones pasadas, por un lado, podía ser un poderoso opositor debido a un importante bloque de concejales y de figuras de alto perfil, y por el otro, practicar una oposición más dialoguista. Utilizaron el último modelo, pero si bien le rindió bastante hace un año, ahora parece obsoleto y dejándolos sin gasolina para el tramo más importante de la competencia.
¿Se pinchó el Frente Renovador?. Si bien todavía tienen tiempo de reacción, lo cierto es que la política de posicionarse como una fuerza light los desdibujó. El hecho de haber acompañado al oficialismo en tantas oportunidades lo muestran como una saludable oposición moderna y constructiva, pero en una elección caliente eso seguramente puede jugar en contra.
Entre los renovadores siempre existieron las dudas acerca de qué posición tomar, y esas apariciones tibias terminaron dejando terreno libre al PJ para mostrarse como la oposición directa a Julio Garro.
Además, los massistas platenses empezaron a tener intensas contradicciones en su conformación. Mientras que el sector que lidera el diputado provincial Juan Amondarain quiere llegar a una lista de unidad “como sea”, los que responden al diputado nacional Raúl Pérez dicen que tiene que haber un juego más amplio, o sea más de una lista.
Entre quienes se oponen a liberar a la ciudad a un festival de listas argumentan que ese fue el gran error del 2015, en donde hubo cinco formaciones disputando la intendencia y terminaron en un papelón total, con denuncias cruzadas, expulsiones, renunciamientos, y varios dirigentes que se fueron a apoyar directamente al Frente para la Victoria o, en otros casos, al propio Garro.
Hace un tiempo Massa, desde Tigre, pidió lista de unidad, pero sin embargo ahora parece que esa situación se rediscutirá.
Las charlas de pasillo de hace un tiempo decían que el actual edil, José Arteaga, iba a encabezar la lista de diputados provinciales, y que el actual diputado Jorge Sarghini no renovaría ya que terminaría en el Tribunal de Cuentas, mientras que el otro legislador, Juan Amondarain, pasaría a integrar un lugar destacado en la lista de diputados nacionales. Y además decían que el concejal Javier García renovaría liderando la tira de ediles. Pero los nuevos chismes de pasillo aseguran que todo eso está estancado y que ese borrador es excluyente de varios sectores actuales, incluso de algunos otros que se estarían por sumar al Frente Renovador proveniente de otros espacios.
Dicen, por ejemplo, que en ese armado virtual faltan los seguidores de Raúl Pérez, el ex concejal Carlos Melzi, el actual edil Oscar Vaudagna, entre otros.
Hay que ver cómo se para el massismo para la próxima etapa del año, y más allá que en el Concejo Deliberante se lo vio a Arteaga gran parte de enero, sin dudas que faltó más perfil ante los problemas que tiene la ciudad, y que no se tomaron vacaciones.
Además, al igual que el PJ, el Frente Renovador está mostrando muy poco de un factor importante: renovación.
Otro tema importante para esa opción es conocer el futuro de Progresistas – Gen, el espacio de la diputada nacional Margarita Stolbizer, que en la ciudad buscarán renovar la banca que actualmente ocupa Gastón Crespo, y con viento a favor la diputación de Juan Cocino, que vence mandato este año.
En off, fuentes del Gen dijeron: “si el massismo en el plano local va con una sola lista es posible que podamos articular, pero si va con dos o más se dificulta porque no se sabe el resultado final y cómo podemos quedar. Además, hay otro problema grande y es la ley de paridad 50-50, porque solamente con dos listas terminará poniendo un sexo la que gana, mientras que el otro sexo la que pierde, una locura discriminadora”.
¿Se romperá el reparto por tres?
La carrera casi que ni empezó, y recién en los próximos meses, teniendo en cuenta varios movimientos, se podrá ver cómo llega cada uno a la final
Final abierto.
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