Por Francisco Aristi

La Fundación Faro es la nueva herramienta del presidente Javier Milei para lograr su obsesión: ganar las elecciones legislativas 2025 y darle perdurabilidad a la nueva derecha nacional. Allí confluyen la militancia generadora de ideas tanto para la batalla cultural como para una misión más de casta: pedir aportes al Círculo Rojo empresarial para la campaña.

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El marco teórico y el motor de la divulgación de ideas están a cargo del politólogo Agustín Laje, presidente de la Fundación Faro, convencido de que la sociedad debe participar de la batalla cultural por fuera del Estado, para "moldear la opinión pública" y generar las condiciones para que la gente vote a La Libertad Avanza.

El vínculo institucional y el andarivel económico, en tanto, son responsabilidad de El Jefe Karina Milei y de la otra pata del "círculo de hierro" de la Casa Rosada, el superasesor presidencial Santiago Caputo.

Karina Milei y Santiago Caputo, nexos del Círculo Rojo

El gerente operativo y logístico es su hermano, Francisco Caputo, quien se presenta como coach ontológico. Predica el incremento de la confianza como factor clave para conseguir dinero y fue el recaudador en la cena presentación de Faro. Allí se anotó la crema del Círculo Rojo empresarial.

El Círculo Rojo siempre aporta

La presentación de la Fundación Faro en el Yacht Club de Puerto Madero fue la institucionalización del trajinar por la Casa Rosada de empresarios dispuestos a bancar el proyecto.

Con el traje de outsider rasgado por la centralidad presidencial, Milei mostró su pragmatismo y creó una fundación. Es la forma clásica de recibir financiamiento para "la política”.

El Círculo Rojo aporta a la Fundación Faro

No hay novedad en el frente de la batalla cultural. En 2023, el Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad (IEES), vinculado con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue intervenido por la Inspección General de Justicia por "desviar fondos para proselitismo político".

En 2017, el Instituto Patria, búnker político de Cristina Fernández de Kirchner, recibió una denuncia para que explicite quiénes son sus socios y aportantes. La presentación luego fue desestimada por la justicia.

Por qué fueron al lanzamiento de Faro

Nadie confirma que el valor del cubierto fue de u$s 25.000 y tampoco cuál es el canon mensual establecido para sostener la luz de Faro.

Por caso, José Urtubey, titular de Celulosa Argentina y cofundador del Grupo Tapebicúa, admitió que fue a cenar, pero negó haber pagado.

Vista, la petrolera de Miguel Galuccio, y otras operadoras del sector enviaron un representante, pero desconocen el tema del dinero.

Fuentes de Tecpetrol aseguran que del grupo Techint, que encabeza Paolo Rocca, no fue nadie. Un empresario del sector agroexportador aseguró que a él no le pidieron nada.

Tecnológicos, clásicos y ganadores

La Fundación Faro está vinculada formalmente con Endeavor Argentina, la asociación de empresarios que apoyan a emprendedores tecnológicos y a proyectos que puedan convertirse en nuevos unicornios.

El Círculo Rojo de Endeavor Argentina vinculado a la Fundación Faro

 Presidencia

Endeavor es el Círculo Rojo potenciado, en el que se destacan íconos tecnológicos como Marcos Galperin (Mercado Libre); Guibert Englebienne y Martín Migoya (Globant); Roberto Souvirón, creador de Despegar.com; Pierpaolo Barbieri, fundador y ceo de Ualá; Alec Oxenford, creador de OLX y futuro embajador en Estados Unidos.

Otro subgrupo lo conforman Eduardo Elsztain, el magnate presidente de IRSA; Federico Braun, titular de Supermercados La Anónima; Franco Mignacco, presidente de la Minera Exar S.A., líder en producción de litio en Argentina, y Carlos Miguens Bemberg, dueño Citrícola San Miguel, la mayor exportadora mundial de limones.

Miguens Bemberg fue aportante de campaña de Mauricio Macri y es también recordado por festejar el regreso de los limones argentinos a Estados Unidos.

Los ganadores del modelo libertario también pagaron con su presencia. Marcelo Mindlin y José Luis Manzano, del sector energético; Claudio Belocopitt, del área de las prepagas desreguladas, y Mario Montoto, el lobista de empresas israelíes y norteamericanas, a medida del gobierno libertario.

Los laboratorios nacionales también estuvieron representados por Daniel Sielecki, accionista junto a Hugo Sigman en Elea, y Eduardo Macchiavello, de Roemmers e integrante de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA).