Un grupo integrado por 60 personas prendió fuego esta mañana un muñeco en la entrada del domicilio. Hubo enfrentamientos menores con la Policía.
Autoconvocados junto a organizaciones sociales y de Derechos Humanos marcharon en la tarde del sábado desde el monumento a San Martín, en Pedro Luro y Mitre, hasta la tradicional rambla de Mar del Plata en repudio al beneficio de la prisión domiciliaria otorgado la semana pasada a Miguel Etchecolatz, condenado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.
POR LA MAÑANA, UN GRUPO INTEGRADO POR UNAS 60 PERSONAS QUE PORTABAN BANDERAS Y MÁSCARAS DE JULIO LÓPEZ PRENDIÓ FUEGO UN MUÑECO EN LA ENTRADA DE LA CASA DEL REPRESOR. LA PUERTA DE LA VIVIENDA DEL GENOCIDA SE ENCUENTRA VALLADA Y CON UN FUERTE OPERATIVO DE SEGURIDAD. ANTES DE PARTIR, LOS MANIFESTANTES LANZARON PIEDRAS A LOS OFICIALES APOSTADOS EN CERCANÍAS DE LA CASA, DONDE ADEMÁS HAY UN PUESTO DE PREFECTURA NAVAL ARGENTINA.
En la tarde, cientos de personas se convocaron en distintas marchas hacia la casa del represor Miguel Etchecolatz, en la ciudad de Mar del Plata, para repudiar la prisión domiciliaria con la que fue beneficiado días atrás, así como también se juntaron en la tradicional Rambla costera.
La casa del exdirector de la Brigada de Investigaciones de la Policía bonaerense durante la última dictadura militar se encuentra en el barrio Peralta Ramos y permanece custodiada por un vallado policial desde que el emblemático represor de 88 años se alojó allí la semana pasada tras sufrir un accidente cerebrovascular en agoto pasado mientras cumplía su detención en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
Los manifestantes quemaron un muñeco que representaba al represor y lanzaron bengalas rojas para representar la sangre derramada por las víctimas de la dictadura.
El escrache a Etchecolatz forma parte de una serie de manifestaciones de repudio a su detención domiciliaria concedida el 27 de diciembre por un tribunal debido a su edad avanzada y a problemas de salud que planteó su defensa.
“La sangre derramada no será negociada; no al indulto encubierto a los genocidas, cárcel común perpetua y efectiva. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos y a donde vayan los iremos a buscar, porque si no hay justicia hay escrache”, fue una de las tantas expresiones de la convocatoria.
El viernes, una manifestación recorrió el barrio acompañada por Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora, y Rubén López, hijo de Jorge Julio López, quien fue víctima de la represión de Etchecolatz durante la última dictadura y desapareció en 2006.
Los manifestantes dejaron lápices de colores a los pies de los oficiales que custodiaban la casa, en alusión a la Noche de los Lápices, uno de los principales operativos del ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense durante los '70. Se esperan más movilizaciones durante el sábado y el fin de semana.
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