Con la mayoría de los aspirantes a ocupar cargos ejecutivos y legislativos aún sumidos en un estado de total desconocimiento por parte de la ciudadanía y con la carrera electoral en pleno crecimiento, los partidos y frentes electorales comenzaron a ganar la calle en busca de posicionar sus ofertas de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto.
En ese sentido, los distintos barrios de la capital bonaerense –en especial el microcentro- cambiaron en las últimas semanas su habitual paisaje y es común ver en muros, ramblas y esquinas, afiches de campaña, pintadas y militantes de los distintos sectores intentando persuadir a los vecinos de la ciudad.
Los candidatos, claro está, también salieron a la vía pública y cada uno a su estilo, comenzaron a pasear sus siluetas por las diferentes arterias y barrios bajo una bandera en común: presentarse ante los futuros votantes de cara a las urnas.
En la jungla de carteles, folletería política en que se convirtió la capital bonaerense, la oferta electoral del oficialismo local –encarnado en el intendente Pablo Bruera, quien irá por la segunda reelección-, se mezcla y esfuerza por sobresalir ante una gran diversidad de propuestas que van de derecha a izquierda; por dentro y por fuera del peronismo. En el oficialismo apuntan a consolidar el proceso de reconquista de la voluntad ciudadana apuntalandose en el iniciático método "puerta a puerta" y con guiños de gestión.
En el kirchnerismo duro, quien intenta polarizar la elección con el Ejecutivo, es la concejal y decana de Periodismo Florencia Saintout. Estampó su imagen en banners que ubicó estratégicamente en la vía pública priorizando las esquinas del barrio “El Mondongo (ubicado en las inmediaciones de la facultad, su punto geográfico estratégico) y Villa Elvira, bastión tradicional del justicialismo ortodoxo lugareño.
En el entorno de la académica asumen que están “ a la espera de la marcha de las negociaciones”. Amparada en los entre 10 y 12 puntos de voto cautivo, por ahora mantiene su candidatura en las PASO como rival del bruerismo, aunque nadie descarta que luche por un lugar en la Cámara alta provincial, que pone en juego los tres cupos de la octava sección.
Dentro de armado que le dio forma al acuerdo PRO-UCR-CC, los dos primeros partidos fueron quienes más lugar en la vía pública coparon. Devenido en el “candidato oficial” del titular de la UCR Ernesto Sanz, el médico Claudio Pérez Irigoyen pegó su imagen a la del mendocino y la de Mauricio Macri e intenta ganar recepción pública ya que es prácticamente un desconocido. Su slogan “Claudio es la vida” remite semánticamente a su desarrollo profesional.
En ese espacio ya fue prácticamente bendecido oficialmente Julio Garro, el ex diputado que es desde hace varios turnos electorales la referencia ineludible del macrismo en la capital provincial. También intenta ganar terreno, todavía sin partido que lo respalde, su ex colega en la cámara baja, el dirigente radical Sergio Panella; hoy por hoy un “herido de campaña”.
Derrotado por el alfonsinismo y el storanismo en las urnas el año pasado en la interna partidaria, el referente del Grupo Instituto no quiere dar el brazo a torcer ni menos aún desperdiciar el aceptable grado de conocimiento público que tiene a fuerza de competir electoralmente desde hace años. El ex legislador también estampó en su slogan una clara idenfificación con el trabajo “por la ciudad”.
En términos de conocimiento público, todavía formalmente en el massismo –así lo expresa en redes sociales pero no en los colores asignados a su cartelería-, ganó la calle el edil Javier Pacharotti. Su “Hay Equipo” alterna con el “Mi equipo sos vos”, otra forma de alusión directa a la ciudadanía. Pachaotti es uno de los cuatro candidatos de mayor exposición en la ciudad por el mismo motivo que Panella: su nombre está en la calle desde hace al menos siete años.
Dentro del FR –que a pesar de las bajadas de líneas desde Tigre aún conserva 6 pre-candidatos-, también salió a ganar la vía pública el dirigente Marcelo “Chuby” Leguizamón; el joven tolosano que amparado en su perfil de dirigente renovador –quizá el que más encaja en la nomenclatura oficial del partido del ex intendente de Tigre-, juntó a dirigentes de diferentes espacios como la ex edil de la CC Susana Sánchez y el ex funcionario municipal Juan Martín “Tachu” Malpelli, en búsqueda de protagonismo electoral que le permita ganar un espacio en la interna renovadora.
Allí juega también Carlos Melzi, quien obtuvo la minoría en las elecciones del 2013 llegando al piso necesario para colar un concejal en la lista que puso en disputa cargos en octubre de ese año. El círculo de pretensiones del massismo se completa con el concejal José Arteaga, quien fue el ganador en los mencionados comicios y es hoy por hoy el “candidato oficial”; el edil Oscar Vaudagna y el ex dirigente alakista Alberto Delgado. Según razonan observadores locales estas últimas quizá sean las candidaturas más débiles y “negociables”.
Por el núcleo duro del kirchnerismo, también juega fuerte la agrupación Kolina referenciada en la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner. Quien puso su rostro en los carteles del sector es Ana Herrán de Castagneto, esposa de Carlos Castagneto, segundo de la hermana presidencial en la cartera social nacional. Otro candidato del universo K es Emilio “Taka” López Muntaner, delfín del vicegobernador y preaspirante a la gobernación Gabriel Mariotto.
El progresismo encarnado en el Frente Amplio Progresista (FAP) es la fuerza donde las fórmulas están más definidas. Los candidatos explícitamente consolidados son Gastón Crespo para la intendencia y Leonardo Rocheteau para encabezar la nómina del Concejo –ediles con mandato vigente-. Ambos se muestran pegados a la candidatura presidencial de Margarita Stolbizer, titular del GEN y sobreviviente del FA Unen. Es muy probable que el candidato a gobernador del sector sea Jaime Linares.
A diferencia de lo ocurrido en el 2013, todavía la centroizquierda no tiene fuerte protagonismo en la calle. Quienes analizan a diario los movimientos de la política regional razonan que el motivo obvio es la falta de recursos para hacerlo.
Los más escépticos directamente aseguran que tal ocurrió en la compulsa de hace dos años, partidos como “Ciudad Nueva” -su último referente fue Leandro Amoretti- comenzarán recién a pegar carteles en la calle en los últimos meses preelectorales. “Son listas sin chance alguna de llegar a una banca en el Concejo pero son fogoneadas por el oficialismo para restarle puntos a otras fuerzas”, ilustran sin eufemismos.
El armado de izquierda que mayores réditos electorales tuvo en los comicos anteriores y ahora intentará mejorar esa performance es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, (FIT) referenciado a escala local en Luana Simioni.
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