Mientras el PRO y la UCR muestran divisiones, el intendente busca hacer su juego. Se desdibuja el tándem con Baragiola. Lilitos también piden pista. El rol de Vidal. La ambulancia de Margarita.
Mar del Plata no es un distrito más para Cambiemos. Su decisiva implicancia en la escena provincial, al ser el segundo distrito bonaerense en cantidad de electores, fue provechosamente usufructuada por el frente de gobierno en 2015. Pero repetir una performance que merodeó el 50% del total de votos no asoma como una empresa sencilla. Con sistemáticas polémicas reclutadas a lo largo de su gestión, la erosionada figura del intendente Carlos Fernando Arroyo representa una pesada mochila con la que tendrá que lidiar el oficialismo en su caminar hacia las próximas legislativas.
Ante la orfandad de un liderazgo local ordenador y con un jefe comunal que en algunas encuestas alcanza entre el 60 y el 70% de rechazo, voces de diversas vertientes consultadas por Letra P coinciden en dos aspectos con vistas a los comicios: habrá disputa interna en agosto y, de cara a octubre, los esfuerzos de campaña se enfocarán en correr de escena al alcalde melancólico de los años de plomo para pegar la boleta local a la imagen taquillera de la mandataria bonaerense.
EL ROL DE VIDAL. “Hay que plebiscitar la gestión provincial, no la municipal”, remarcan mientras, por otro lado, reconocen que es imposible hacer una campaña escondiendo a quien fuera director de Tránsito durante la última dictadura cívico-militar. La Ggbernadora tendrá que hacer equilibrio entre estos factores. “Vidal no se puede dar el lujo de perder la elección. Cada punto que pierde en Mar del Plata es la mitad de la Quinta sección”, advierten.
El intendente local, Carlos Arroyo, de pasado carapintada, y la gobernadora Vidal.
A sabiendas de esto, en la Provincia siguen de cerca la evolución de los armados en el oficialismo municipal y buscan marcar presencia en el territorio, tal como sucedió con el reciente desembarco de María Eugenia Vidal para visitar las zonas afectadas por las inundaciones. Así, la lapicera de la mandataria puede servir en el futuro próximo para avalar o tachar los múltiples esquemas que por estos días se ensayan sobre la arena marplatense.
Y es que, hoy por hoy, la variopinta paleta de colores que hace a Cambiemos, en Mar del Plata exhibe una diversidad pasmosa, con tonalidades diferentes dentro de los mismos partidos que integran el frente.
EL JUEGO DE ARROYO. En lo que refiere al intendente, su foco sigue en fortalecer su espacio vecinalista, Agrupación Atlántica, y, aunque cuestionado, busca hacer valer su envestidura ejerciendo presión para armar una lista de su paladar. Aquí, además de dirigentes como el actual secretario del Concejo, Juan Ignacio Tonto, y Stella Maris Marinier -quien, en su cargo de delegada de Sierra de los Padres, recolecta denuncias de empleados municipales por maltratos-, voces del entorno señalaron a este medio que el jefe comunal pretende instalar la candidatura de su yerno, el abogado Mauricio Loria, que se desempeña por estos días como subsecretario de Gestión Administrativa.
“Su hijo de concejal, sus dos hijas en la administración y ahora su yerno de candidato. Ya sería un caso extremo de nepotismo”, se quejó uno de los dirigentes marplatenses de Cambiemos con un marcado posicionamiento crítico frente a la gestión local.
Con estas pretensiones, se desdibuja -aunque no se evapora- el esbozo de tándem con su ex contrincante interna en 2015, Vilma Baragiola. Sin una figura en su agrupación que traccione con fuerza, fuentes confiables deslizaron que la estrategia del intendente se basaría en concederle a su secretaria de Desarrollo Social el primer lugar de la lista -al “ser parte” del esquema de Gobierno- pero rodeándola de sus alfiles, algo que para nada convence a la radical, que se enfrenta con la necesidad de renovar bancas de ediles que jugaron con ella en la última interna radical, como Cristina Coria, Nicolás Maiorano y su dirigente de confianza, Gonzalo Quevedo.
Vilma Baragiola, secretaria de Desarrollo Social y ex adversaria de Arroyo en la interna 2015.
PISO ALTO, TECHO BAJO. Luego de Stolbizer, Massa y sus vaivenes políticos, la versatilidad de Vilma llegó a Cambiemos bajo el ala de Emilio Monzó. “Hace lo que le dice que tiene que hacer”, sintetiza una voz para definir la actual lealtad de Baragiola al titular de la Cámara baja nacional. Y, en ese posicionamiento, aún no dio demasiadas señales de apertura hacia otros sectores internos. “Están acovachados y no quieren largar prenda, es un error. Lo peor que podes hacer es subestimar y no negociar”, advierten.
Así, Vilma espera una mejor oferta, buscando hacer valer un caudal de voto cautivo que, a priori, no es despreciable, aunque una estancada proyección en las encuestas no le hacen levantar demasiado vuelo.
Y es que, a pesar de ser una dirigente con elevado nivel de conocimiento en el distrito, el escándalo suscitado tras la difusión de un video a partir del cual fue involucrada en acusaciones por presunto pedido de coimas, persiste en una porción de la opinión pública marplatense, donde tampoco cayó bien que, en medio del arrasador temporal registrado en las últimas horas, Vilma haya decidido no aplazar su licencia para viajar de vacaciones a Brasil.
"Baragiola tiene un piso alto pero un techo bajo", advierten en los pasillos del Comité local de la UCR, donde la conducción partidaria poco y nada quiere saber con la correligionaria díscola, a quien vencieron en la compulsa partidaria del pasado año.
EL ARMADO RADICAL. No obstante, el oficialismo boina blanca en La Feliz aún no construyó un candidato nítido para dar la pelea de este año. Por lo pronto, afloran los nombres del actual vice del Comité local, Sebastián Puglisi, y de Carlos Katz, hermano de Daniel, ex intendente de la ciudad, pero se detalló que nada está definido y que "puede haber una sorpresa".
Gustavo "Tato" Serebrinsky, Maximiliano Abad, Mario Rodríguez y Sebastián Puglisi,
Vale señalar que en la conducción del Comité local confluyen sectores como el Morena, con el alfonsinista Mario Rodríguez (presidente) a la cabeza, con espacios como el referenciado por el diputado provincial y secretario general de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, quien viene construyendo un creciente armado con el ámbito universitario como su núcleo duro y con aspiraciones futuras a la Intendencia. También, está integrado el grupo que responde Daniel Katz.
EL ARMA DE DOBLE FILO... Aunque coinciden en que la decisión final radica en esferas superiores, dentro de las variantes que se despliegan para salir del incierto atolladero interno en el que se encuentra Cambiemos, se plantean con fuerza dos escenarios hipotéticos para dirimir en las PASO. Algunos dirigentes vaticinan un enfrentamiento entre no más de dos listas: una donde se vean representados diversos matices del frente con acento crítico hacia la gestión Arroyo y otra bendecida por el intendente, también con múltiples extracciones.
Aunque reconocen la dificultad de sintetizar distintos esquemas en una sola boleta, muchos actores advierten sobre la peligrosidad de abrir la canilla de candidaturas en agosto.
“Si atomizás las PASO, el que gana lo hace con poco y le permitís a la oposición que pueda ganar en agosto. Es un arma de doble filo”, señalan al focalizar en la posibilidad de que el dirigente que finalmente se imponga como el candidato de Cambiemos lo haga con un escaso caudal de votos propios en las primarias, algo que podría exponerlo a un escenario de vulnerabilidad proyectando a la confrontación con el peronismo en octubre.
… Y LA AMBULANCIA DE MARGARITA. En tanto, están quienes observan que, de no arribarse al consenso ideal, lo aconsejable sería hacer “un delivery” repartiendo listas a quienes deseen competir en las PASO ya que, de no habilitársele el juego a determinados actores, algunos heridos podrían subirse a “la ambulancia de Margarita”.
“El radical al que no le permitan competir en la interna de Cambiemos se va con Stolbizer, que está con la ambulancia”, deslizaron voces del espacio que dieron cuenta de los intentos de seducción que Margarita aplicó (hasta ahora infructuosamente) para acarrear hacia su espacio a los concejales José Reinaldo Cano (ex secretario de Economía que rompió con la Agrupación Atlántica) y Eduardo Abud, radical que volvió a su banca en agosto pasado al renunciar a su cargo de presidente del Ente Municipal de Obras y Servicios Urbanos. “Le di lealtad al intendente y no me sentí correspondido”, fundamentó en ese entonces Abud, que integra por estos días el sector que conduce el Comité local de la UCR.
El acecho de la líder del GEN para recolectar correligionarios desencantados de Cambiemos también se pone de manifiesto con otro dato: “Margarita y Katz vienen del mismo sector del radicalismo, ‘La Coordinadora’”, advirtió una voz para dar señal de alerta sobre futuras maniobras de Stolbizer de abrirse grietas insalvables en el esquema local del frente de gobierno.
“Cuando tenés un intendente que no ordena, no genera el consenso de los miembros de Cambiemos ni ámbitos de discusión política, son necesarias las PASO. A Arroyo se le perdió el respeto políticamente”, fue lapidaria una de las fuentes consultadas, que confía en que, de abrirse el juego, los votos de quienes queden en el camino en agosto no se fugarán en octubre. “Si no se ordena una primaria seria y muchos quedan afuera, esos dirigentes van a terminar por arriba o por abajo jugando en otros espacios”, argumentan.
“Y cuantas más listas, se va a traccionar más hacia arriba”, fundamentó otra voz en alusión a los candidatos seccionales y para el Congreso Nacional.
EL PRO, PARTIDO. Mientras el radicalismo exhibe una marcada división entre el sector de Baragiola y la conducción partidaria, en el PRO la grieta también está presente. Por un lado, figura el sector del único concejal amarillo puro, Juan Aicega, quien ya hacia finales del pasado año lanzó su agrupación “Gestión 2020”. Con llegada a algunos despachos de la Casa Rosada, el edil macrista cuenta entre sus filas a varios miembros del actual gabinete municipal, como Guillermo Volponi y Jorge Zanier (presidente y vice del Emtur), y secretarios como Ricardo De Rosa (Trabajo) y Silva Rojas (Cultura). Allí, también se contiene a la Fundación Pensar y una porción de la JPRO.
Juan Aicega y su agrupación PRO "Gestión 2020".
En la vereda de enfrente, se posicionan dirigentes como el secretario de Salud, Gustavo Blanco; el funcionario de Vialidad Nacional Lucas Logaldo y el ex titular del Emtur Emiliano Giri, quien busca reposicionarse en la esfera política local luego del confuso episodio en el que el año pasado fue detenido y sobreseído en el marco de la Causa Astillero Río Santiago, que investiga un fraude millonario durante la pasada gestión Scioli. Es por esta situación en que se vio involucrado, que dirigentes amarillos del ala opuesta pretenden que una hipotética candidatura de Giri no avance, aunque algunos deslizaron que las encuestas no le han dado mal.
El ex titular del Emtur Emiliano Giri.
Este sector, también viene trabajando con dirigentes del Partido Fe, el desarrollismo y el Movimiento Social por la República encabezado por Toty Flores. En tanto, también hay dirigentes que asoman con pretensiones, como la consejera provincial del PRO por la Quinta Florencia Ranellucci, quien se desempeña en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y es una dirigente de confianza del intendente de Vicente López, Jorge Macri.
OTRO QUE PIDE PISTA. Pero a este escenario, otro que pide pista en la nutrida carrera de Cambiemos en Mar del Plata es Lucas Fiorini, hombre que llega de la mano del actual ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín de la Torre. Tras una salida turbulenta del Frente Renovador, sospechado de intercambiar con Arroyo cargos políticos por acompañamiento de proyectos del Ejecutivo en el recinto, Fiorini busca hacerse un lugar en el planeta del oficialismo local para renovar su banca, que expira en diciembre de este año.
Pero la polémica no sólo sobrevuela el presente del concejal del bloque Crear, sino también su pasado. Candidato a diputado provincial en 2003 en la lista que llevaba al represor Luís Abelardo Patti como candidato a gobernador, Fiorini fue apuntado, durante una sesión del Concejo en 2015, de haber “acompañado con su presencia algunos actos en los cuales, claramente, se reivindicaba el terrorismo de Estado y la dictadura militar”.
El ex massista Lucas Fiorini y, a su derecha, Guillermo Sáenz Saralegui, titular del Concejo Deliberante.
Sucede que el concejal en cuestión mantiene una relación estrecha con Nicolás Márquez, el periodista, abogado y escritor de ultra derecha que publicó libros como “La mentira oficial - El setentismo como política de Estado”, “El canalla, la verdadera historia del Che”, y "Perón, el fetiche de las masas". Asimismo, Márquez reivindicó en sus textos el accionar de la junta militar y supo calificar el 24 de marzo de 1976 como “legendario”. Con esas cucardas, Fiorini busca retener su banca para fortalecer su armado (creciente, por cierto) de cara a 2019.
LOS LILITOS TAMBIÉN QUIEREN. Sin concejales en la composición actual del recinto, la Coalición Cívica (CC) es otra de las fuerzas de Cambiemos que busca dar pelea interna en agosto con la mira puesta en obtener mayores espacios para pisar con más firmeza de cara a 2019.
Con el diputado provincial Guillermo Castello como referente distrital, el espacio de Lilita Carrió en Mar del Plata hace valer como un atributo diferenciador del resto el hecho de no contar con cargos en la gestión Arroyo: “Somos el único espacio de Cambiemos que no forma parte del Ejecutivo y eso nos da libertad, nos permite tener más vuelo”, sostienen.
El diputado provincial Guillermo Castello tiene la franquicia de Elisa Carrió en La Feliz.
De hecho, y con un estilo que lo identifica a su jefa política, el legislador lilito es una de las voces abiertamente críticas de la actual administración municipal. Por lo pronto, entre los nombres que surgen como potenciales candidatos de la CC, aparecen el vicepresidente de la junta local, Guido García,y el dirigente seccional Bernardo Martín, quien supo presentarse como candidato a concejal en 2007 de la lista que encabezaba Castello bajo el sello del entonces partido Recrear, de Ricardo López Murphy.
EL VENTRÍLUOCO DE CARLOS. Al definirse como “íntimo amigo de la persona de Arroyo pero no íntimo amigo del intendente”, el titular del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, es una de las voces internas críticas hacia la gestión del mandamás municipal. “No me gusta su forma de actuar desde que es intendente”, supo decir.
Así dadas las cosas, fundó su propio partido, Provincias Unidas, buscando vuelo provincial dentro de Cambiemos. Sin embargo, no son pocos los que creen que, detrás de esta movida, está el propio jefe comunal: “Sáenz Saralegui es el ventrílocuo de Arroyo. Lo manda a decir cosas que él no puede decir”, marcaron sobre el edil que etiquetó a Carrió como una dirigente de “Primera C” y dijo que la gente del PRO “en sí, no existe”.
“Detrás de Provincias Unidas está Arroyo, que busca la senaduría provincial de Sáenz Saralegui”, deslizaron algunas voces que, de todas formas, no le dan demasiada entidad a esta maniobra: “No tiene lógica, son globos de ensayo”, etiquetaron. No es la primera vez que Sáenz Saralegui funda un partido. Ya lo hizo con Agrupación Atlántica junto a Arroyo y, en los 90, con el nacionalista Partido Popular de la Reconstrucción, referenciado en el carapintada Gustavo Breide Obeid, discípulo de Mohamed Alí Seineldín.
GENTE QUE BUSCA GENTE. En medio del mar revuelto de la interna de Cambiemos, en la Provincia también hacen sus expediciones en busca de un candidato taquillero. En ese plan, tres encuestas que se realizaron en la ciudad colocaron entre las opciones en el orden local a la figura de Franco Bagnato.
“Lo están midiendo”, señalan fuentes confiables sobre el ex conductor del noventoso ciclo de reencuentros televisivos “Gente que busca gente” y actual titular de Radio Provincia que, al parecer, ha quedado bien posicionado en cuanto a su caudal de imagen positiva, “que no es lo mismo que intención de voto”, aclaró un dirigente que, por lo pronto, no ve al periodista como uno de los jugadores de 2017. Otros, prefieren ponerle la etiqueta de “final abierto” a su postulación.
Bajo este panorama, en voz alta todos apelan a no desistir de la unidad, pero, en lo bajo, reconocen que “va a ser imposible” en un contexto donde espacios de interacción como la Mesa de Cambiemos local aparecen congelados a dos meses del cierre de listas. “Hay muchos proyectos distintos, no se puede juntar lo injuntable cuando hay un intendente al que se le perdió el respeto”, concluyó un dirigente para graficar la intrincada ola sobre la que tiene que surfear el oficialismo marplatense.
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