La posibilidad de que la Gobernadora pida el primer lugar para alguien de su confianza obliga al intendente Garro a repensar el modo de contener a sus aliados. Ese condicionante podría terminar siendo una solución para el primer lugar de la listas de concejales o para reclamar algún lugar en alguna lista de otra sección.
Una decisión de política y estrategia legislativa de la gobernadora María Eugenia Vidal podría tener impacto directo en el armado electoral de Cambiemos en La Plata. Si, como se especula, la mandataria impulsa como primer candidato a senador por la Octava sección electoral a su Secretario General, Fabián Perechodnik, para asegurarse un nombre de extrema confianza en la cámara alta, eso desencadenaría un corrimiento de aspiraciones de otros aliados del intendente Julio Garro que podría impactar también en la lista de concejales.
Otra secuela de esquema convierte en incierto el futuro de los tres senadores que vencen mandato. Uno de ellos, Juan Pablo Allan, es el que más aspiraciones tiene y quien por eso más arriesga. Como cabeza de uno de los grupos que integran el PRO de La Plata no es descartable que busque un lugar que lo proyecte como uno de los posibles candidateables a suceder a Garro en 2023, en caso de que este se imponga en octubre y logre la reelección.
Si la cabeza de lista en la Octava es ocupada por pedido de Vidal, para Allan puede ser demasiado arriesgado conformarse con el tercer puesto (pensando en que el segundo lugar debiera ser para una mujer). Entra a jugar entonces la posibilidad de que un dirigente con peso en algunas delegaciones y espacios en el gabinete municipal pase al Concejo Deliberante donde puede desarrollar un perfil más local.
Eso llenaría un vacío que por estas horas preocupa al Intendente después de que quedara descartado el expresidente del Concejo Deliberante, Fernando Ponce, corrido de ese lugar por un cruce de denuncias por presunto acoso. Sonó para ocupar esa vacante el director de Juventud, Agustín Scotti, emergente de los jóvenes PRO como Ponce. Pero el jefe comunal preferiría que el lugar sea para alguien de mayor experiencia, con la trayectoria para ponerse la campaña al hombro y la confianza necesaria para estar en la línea de sucesión.
Volviendo al Senado actual, el bloque de tres de la Octava sección se completa con dos que por estas horas parecen complicados para renovar mandato: Pilar Aylón y Gabriel Monzó llegaron a esos lugares por acuerdos que ahora parecen desdibujados. Al entregar la primera banca, Garro pretende ocupar la segunda con Ileana Cid, la flamante presidenta del Concejo Deliberante que ya se mostró en la Legislatura con el presidente de la cámara baja Manuel Mosca. Claro que el futuro de Cid, tal vez la mujer que más ha levantado el perfil en las filas garristas, puede depender del rumbo que le de a su presidencia. No es descabellado pensar que el jefe comunal piense en asegurarse una conducción de su propio entorno y fuerce su permanencia como mínimo hasta 2021.
Si el acuerdo con la pata peronista no se reflota para levantar la reelección de Monzó en el Senado, el Intendente puede pretender premiar el trabajo y la fidelidad de su secretario de Gobierno Nelson Marino, tal vez el dirigente y funcionario en que más confía. Si esa no es la fórmula le queda la posibilidad de sacarle dividendos a la sesión de la primera banca a Perechodnik a pedido de Vidal. Un gesto de devolución de favores podría ser una "martingala" usada con frecuencia por todas las fuerzas: abrir alguna de las listas seccionales para que un lugar expectante sea destinado a La Plata para que Marino acceda a una banca.
Con esa decisión Garro iría contra sus propios dichos respecto de que pretende que ninguno de los funcionarios se distraiga en la campaña, causa que lo llevó a adelantar que ninguno irá a las listas. Se sabe, ese es un criterio general que apunta desde lo discursivo a establecer prioridades. Pero de ningún modo un dogma que no pueda flexibilizarse.
Lo mismo que Marino correría para el coordinador general del Gabinete, Oscar Negrelli, cuyo nombre también apareció en las conversaciones previas para encabezar la lista de concejales pese a que él mismo viene diciendo que su carrera política concluye cuando lo haga el primer mandato de Garro.
Para el resto del armado con que Cambiemos se presentará en la elecciones no han surgido modificaciones más allá de las siempre latentes pretensiones radicales de llegar a una banca en la Legislatura con Claudio Frangul como candidato. El actual presidente de bloque y titular de la Junta Central cumple el mandato y por ahora todo indica que deberá conformarse con la reelección. El mismo destino asegurado tendría Julio Irurueta, un histórico del PRO (aunque "no garrista") cuyas aspiraciones son también ocupar algún lugar en el Ejecutivo. El radicalismo conservaría otro lugar con Guillermo Ronga y la Coalición Cívica con Raquel Krakover si es que no aparece alguna otra figura del mismo espacio.
Es incierto aún cuál será el destino de la "repatriada" exjefa de gabinete Natalia Vallejos una vez que concluya los nueves meses que tendrá de gestión. Mucho dependerá de su inserción y perfil que desarrolle desde la banca, pero también de las relaciones políticas que logre reconstituir tras su partida, en malos términos, con algunos sectores internos.
Sí es seguro que de la lista que vence mandato, la radical disidente Florencia Rollié no tendrá espacio en la oferta oficialista. Difícilmente pueda competir en unas PASO contra un armado de Garro. Su opción será tejer una alianza o integrarse a alguna otra fuerza para intentar pelear por retener la banca o, tal vez, proyectarse como precandidata a Intendente.
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