El intendente de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, se reunió con la empresa adjudicataria de la licitación para construir la planta de separación de residuos sólidos urbanos proyectada en la ciudad de Miramar en lotes adquiridos por la comuna en la zona de Santa Irene.

Aunque la obra ya fue aprobada por el Banco Interamericano de Desarrollo y sorteó los arduos procesos ambientales necesarios, actualmente la inversión se encuentra paralizada por determinación de Javier Milei.

A la espera de que el gobierno nacional ejecute el presupuesto o tome la determinación de enviarlos a la provincia de Buenos Aires para avanzar con el proyecto, el jefe comunal se reunió con los representantes de la firma a cargo de habilitar el espacio.

Autoridades y empresarios analizan la situación del demorado proyecto en Miramar.

Junto a la planta que no se construye en General Alvarado hay otras tres también frenadas, una de ellas de enorme envergadura diagramada como un ecoparque en el distrito de Chascomús.

La importancia de las obras es un tema indiscutible, ya que implicará un cambio significativo en la lógica de la recolección de residuos sólidos urbanos y en el saneamiento de los basurales existentes que, en el caso de Miramar, atraviesan un caótica presente.

El proyecto no solo mejorará la gestión de residuos, sino que también contribuirá al bienestar ambiental y social de General Alvarado y de la región.