El tereftalato de polietileno está presente en la vida cotidiana, fundamentalmente a través de los envases de gaseosa o aceite.

La Planta de Tratamiento y Reciclado de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) ‘La Jarilla’ trabajó en la recuperación de tereftalato de polietileno (PET) color, cristal y multicolor, en una nueva iniciativa que promueve una economía circular. El organismo, situado en Quines, reinsertó más de 58 fardos de cartón, cuyo peso rondó los 13.000 kilogramos, en el circuito de reciclaje.

La planta recibe una amplia variedad de residuos para su tratamiento, los cuales separa y clasifica para su reciclaje, reutilización o disposición final de forma segura y responsable. La reinserción de cartón no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también ahorra recursos naturales esenciales como árboles, agua y energía, en tanto disminuye la demanda de nuevos materiales. 

El PET está presente en la vida cotidiana de los ciudadanos, por ejemplo a través de envases de gaseosa o aceite. Entre sus características se destaca el alto grado de transparencia y brillo, la impermeabilidad y la resistencia. Además es inherente, liviano y está relacionado con el cuidado del medio ambiente, ya que es un material que tarda alrededor de mil años en degradarse luego de ser enterrado. 

Con este tipo de acciones, ‘La Jarilla’ obtiene un posicionamiento fundamental en la gestión ambiental local y demuestra que la colaboración entre comunidades, empresas y recicladores puede ser un factor clave para construir un futuro más sostenible. 

La promoción de una economía circular constituye una política esencial para fortalecer el cuidado del planeta. Entre sus múltiples beneficios, la propuesta reduce la generación de residuos, disminuye el impacto negativo en el ambiente, aporta a la conservación de la naturaleza, aminora la contaminación e implica una mejora de la salud pública, como también en el bienestar de la población.