“Los programas seguirán por varios años. El Argentina Trabaja es al que más presupuesto destina el Ministerio y es central para la inclusión social. No es una herencia, se asume como una continuidad. Queremos que se revalorice lo bueno que se hizo, que es mucho, y corregir lo demás”.
Nicolás Meyer, director de Fomento y Articulación de proyectos integrales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, estuvo en Tucumán y confirmó que el plan de cooperativas, que incluye al Ellas Hacen, permanecerá vigente. Los programas de cooperativas se implementan desde 2009 (Argentina Trabaja) y 2013 (Ellas Hacen). En la provincia, entre ambos, contienen a 25.000 desocupados (en el país suman 185.000).
El funcionario nacional participó de reuniones con los cooperativistas y despejó las dudas que tenían sobre la continuidad, tras el cambio de Gobierno en la Nación y luego de una ola de rumores y algunas manifestaciones.
Meyer les aclaró cómo se está trabajando. Recorrió varias ciudades e instituciones junto al ministro de Desarrollo Social local, Gabriel Yedlin; al subsecretario a cargo de la unidad ejecutora del programa, Francisco Navarro; y al titular del Ipacym, el ex legislador Regino Racedo.
Más control
Meyer explicó que el programa está siendo reformulado para fortalecerlo y para que haya más variantes de capacitación. “Vamos a poner mucho foco en el área técnica; mi oficina coordina el trabajo de los entes mediante los que se implementa. Vamos a trabajar en el plan de actividades de capacitación. Por eso se están evaluando convenios con diferentes organismos”, detalló. Destacó la experiencia en la provincia de la capacitación del Ellas Hacen, que instruyó en plomería a miles de tucumanas, que terminaron en paralelo los estudios primarios o la secundaria.
“El objetivo es que el programa no sea un lugar en el que uno se queda perpetuamente, sino que en algún momento pueda proyectarse fuera de él, trabajando”, subrayó. Por otro lado, afirmó que se controlará que los miembros estén efectivamente concurriendo a las capacitaciones. “También crearemos un circuito de denuncias, mediante una línea de teléfono, para que el titular pueda denunciar directamente cualquier irregularidad y esto pueda entrar en un circuito de institucionalidad. Esas dos cosas van a poner orden a un trato que a veces se dio muy discrecionalmente y le dio mucho poder a algunas personas”, expresó en relación al manejo que en otras épocas tuvieron dirigentes políticos del programa social.
La vigencia del plan vencía el 31 de diciembre. La Nación decidió prorrogar los convenios (con las entidades ejecutoras y de capacitación) hasta el 31 de marzo. Durante abril está previsto que se firmen los nuevos acuerdos. “Se presentarán proyectos, en base a los nuevos lineamientos conceptuales y metodológicos. Lo bueno es que en esta transición pensamos cómo mejorar el sistema”, expresó. Meyer resaltó que es la primera provincia que recorre y que habían elegido una gobernada por el Frente para la Victoria. “Queremos dejar en claro que el color político no determinará la articulación, construiremos entre todos”, concluyó el macrista.
Nació tras una derrota electoral y maduró con los punteros lejos
El programa de ingreso social con trabajo llamado Argentina Trabaja fue lanzado en agosto de 2009, tras la derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas nacionales. Tucumán fue la primera provincia beneficiada por la gestión de Cristina Fernández con 250 cooperativas (contuvo inicialmente a 15.000 habitantes del Gran San Miguel).
Los grupos fueron armados por dirigentes que respondían a concejales, legisladores o intendentes del oficialismo. En una primera etapa, la mayoría de las cuadrillas se ocuparon, principalmente, de la limpieza de calles o de pequeñas obras. Hubo otras, sin embargo, que desarrollaron talleres de herrería o de bloques. La idea original es que la capacitación y contención social de los desocupados derive en que puedan formar su pequeña empresa tras un determinado plazo.
En 2012, la Nación anunció cambios para limitar el uso político y optimizar el espíritu original de las cooperativas. En agosto de ese año, el titular nacional del programa, Rubén Ferioli, visitó al entonces gobernador, José Alperovich, para formalizar el inicio de la nueva etapa. “Cuando decimos que queremos consolidar las cooperativas, decimos que queremos hacerlas autónomas, para poder decidir sobre su futuro y no tener que depender de ningún puntero. Ningún conductor ad hoc”, había dicho ese funcionario. Sucede que, a medida que el programa se fue desarrollando, habían surgido denuncias contra dirigentes y críticas de la oposición.
El plan Ellas Hacen fue una ampliación de la cobertura social que otorgaba el Argentina Trabaja y comenzó a estar vigente en 2013. El fin de este es asistir a mujeres que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), para que ellas puedan concluir sus estudios primarios o secundarios y aprender un oficio. Asiste también de manera integral a madres de familia que son víctimas de la violencia de género. En Tucumán, según los funcionarios nacionales y provinciales, es exitoso.
La incertidumbre por la vigencia del programa a partir del cambio de Gobierno fue sepultada a fines del año pasado por el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin. Había adelantado que se profundizarían la capacitación y los controles. “Son programas sociales, no cooperativas de obras ni empresas constructoras. La idea es que puedan tener un trabajo formal y estable”, había explicado. También había dicho que los cooperativistas no emplearían más pecheras con nombres de políticos. Regino Racedo (Ipacym) había precisado que 12.519 mujeres están incluidas en el Ellas Hacen. Mientras que el Argentina Trabaja incluye a 12.563 ciudadanos.
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