Adiós al juicio político contra la Corte Suprema y Cuneo Libarona como cara visible del proyecto de “autarquía” financiera. Vasos comunicantes con el máximo tribunal y luz verde desde Comodoro Py. Tetris para cubrir vacantes como Procuración por necesidad de Senado. Un Consejo mirado de lejos.
La confirmación de que Mariano Cuneo Libarona ocupará el cargo de ministro de Justicia en el gobierno de Javier Milei es el primer paso de una serie de desafíos que el próximo presidente tendrá por delante, en un área crucial para su futuro político. El abogado penalista al que recién conoció en el programa televisivo de Alejandro Fantino -pese a ser también el letrado de consulta de la Corporación América- decantó en la cara visible de un proyecto que promete modificar por completo el modo de relacionamiento con el Poder Judicial, dar de baja las confrontaciones, y dotarlo de una autonomía, sobre todo financiera. Eso es música para los oídos de los tribunales que se perciben ajenos a los ajetreos por venir y no se visualizan identificados con la “casta” a la que el candidato electo apuntó a combatir. Las primeras impresiones sobre su triunfo que se recogen en los pasillos mencionan un cambio de época y un interrogante acerca de cómo realmente se plasmará su invocado respeto a la independencia judicial. Importa, además quienes sean los interlocutores designados. Por lo pronto, el juicio político a la Corte Suprema sobre el que debiera dictaminarse en los próximos días puede considerarse la primera víctima del resultado electoral, y apunta a marchitarse como destino inexorable.
Pero Milei estrenará su mandato con una serie de cargos estratégicos para completar, herencia de la desidia en la que quedó envuelta la agenda judicial de Alberto Fernández. Todos ellos requieren de un test de mayoría agravada en el Senado por lo que podrán estar sujetos a paquetes de negociaciones más amplios. Hasta diciembre del año próximo tendrá una sola vacante para rellenar en la Corte Suprema. Luego de esa fecha, se generará otra cuando Juan Carlos Maqueda cumpla el límite de los 75 años. Sin embargo, Milei encuentra en la Corte el primer estamento que le mostró los dientes para conjurar cualquier aventura que intente traspasar los márgenes de la Constitución Nacional. Lo hizo con la dolarización y en un mensaje más explícito con el llamado a una unidad nacional. El portavoz fue Horacio Rosatti pero con el respaldo de una mayoría por detrás que hoy es desequilibrante. Es un vínculo en desarrollo pero que ya cuenta con vasos comunicantes y con un primer pulgar arriba para Cuneo.
El abogado penalista es Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Museo Social Argentino (UMSA). La directora de la carrera de Abogacía de esa casa de estudios es María José Rodríguez, activa organizadora del road show académico y preparatorio para el futuro funcionario y tal vez una pieza clave de su eventual gabinete en Justicia porque complementa con su expertise en derecho administrativo. Pero Rodríguez fue, a su vez, Secretaria de Justicia en la gestión de Rosatti en el Ministerio durante el gobierno de Néstor Kirchner. Fue su segunda. El punto de contacto es inmejorable.
Cuneo de familia de abogados tiene aceitados vínculos en Comodoro Py que cosechó con mayor o menor prolijidad desde la década del 90 cuando su nombre estuvo asociado a una serie de escándalos que fueron del caso AMIA, el Yomagate o el caso Coppola y al alto perfil de los expedientes mediáticos. Cumple un sueño de su padre accediendo a la silla de Justicia pero también está respaldado por el poderoso bufete familiar que comanda junto a sus hermanos. Los jueces consultados por Ámbito se referían a él como si fuese un conocido y a alguien que pese a no ser su ambiente, podría cuajar con el estratégico Contencioso Administrativo Federal, el fuero de la gobernabilidad al que Milei debería mirar con especial atención para modelar sus reformas y que atraviesen cautelares con éxito.
El Consejo de la Magistratura aparece blindado a la intervención de La Libertad Avanza por el diagrama de reparto de cargos que no encuentra en la actual distribución lugares disponibles para representantes directos de la fuerza ganadora, ni siquiera por la segunda minoría. Milei deberá recurrir a la alianza con el PRO para tener injerencia indirecta en el órgano de selección y remoción de jueces. Sumado a eso, el Senado es un territorio ajeno para la aprobación de los pliegos que requiere el proceso complejo de designación. Todo cuesta arriba sin consensos. Ante este escenario puede tornarse relevante el apoyo que pueda acercar Mauricio Macri a través del exministro de Justicia Germán Garavano que puede fungir como un asesor externo. Se descarta que Santiago Viola-que fue apoderado de LLA durante todo el proceso electoral- acceda a la gestión. Un cargo que todavía no fue mencionado pero es vital para el Presidente es el de Secretario de Legal y Técnica y el de Procurador del Tesoro. Este último gravita en torno a demandas que puedan establecer las provincias y los juicios que se siguen en el exterior contra la Argentina.
La vacante en la Corte es la más visible junto a la de la Procuración General que continúa batiendo records con Eduardo Casal en el interinato más largo de la historia. Pero se arrastra desde hace más de una década Defensor del Pueblo y un lote cuantioso de vacantes en distintos fueros que quedaron en el limbo de sucesivas administraciones. La relación con las provincias, a su vez, condiciona avales de Senadores para la aprobación. Es un Jenga delicado.
Nuevamente lo más temido es que se ponga en discusión otra vez el régimen jubilatorio de los magistrados, política que detonó la relación con el gobierno de Fernández y tuvo nulo impacto fiscal. Varios magistrados están con renuncias bajo el brazo atentos a la mirada que tendrá la próxima administración sobre el tema. El otro punto de quiebre está en el eterno proyecto de traspaso de la justicia nacional resistido por todas las agrupaciones de jueces pero coincidente con el ideario libertario pero sobre todo por la carga que hoy representa para el presupuesto Nacional. Todavía es temprano para insinuar si habrá ruptura o continuismo porque eso puede convertirse en una guerra abierta mucho mayor al tema Ganancias que pueda hacer explotar la relación.
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